jueves, 21 de junio de 2012

Arquitecturas montevideanas

Donde vive la ciudad

Montevideo es la capital del Mercosur y su
sede administrativa está ubicada
en el antiguo Hotel Teatro Casino del Parque Rodó.
Inaugurado en 1909, es uno de los edificios más
hermosos de la ciudad, obra del francés Pierre Lorenzi.
Desde 1997 es el corazón de los países sudamericanos
integrados en el Mercosur.
(Foto: Ignacio Naón)
En sus barrios existe una amalgama única, entre un rico patrimonio edilicio y mojones urbanos de diferentes estilos que incluyen al Neoclasicismo, Eclecticismo, Art Nouveau, Art Déco y la arquitectura moderna, entre tantas. Montevideo en una ciudad ecléctica, que se abrió a cuanta corriente artística pasó por sus calles, que permanecen o que simplemente la acariciaron.

Sobre la base del Capítulo 9 del libro Montevideo, Manual del Visitante 2011, 2012, 2013, Koi Books. Fotos: Ignacio Naón. Textos: AOR.

Las construcciones coloniales tenían paredes anchas, casas altas con aberturas grandes y angostas, puertas y ventanas grandes de madera con balcones o adornos de hierro. Las rejas tienen formas de arabescos. Por las ventanas se veía para adentro. Un ejemplo es la Casa de Tomás Toribio, el primer arquitecto oficial de la ciudad, nombrado Maestro Mayor de Obras en 1790 y autor del Cabildo y Reales Cárceles con un lenguaje neoclasicista, por entonces oficial de la corona española.
La vivienda de la calle Piedras 528, que él mismo construyó, es una maravilla de dos pisos que se desarrolla en un terreno de frente muy angosto y diez veces más profundo. Tenía un corredor muy largo donde había una fuente de agua dulce. Hasta allí la gente del pueblo iba y se abastecía. Por fuera era española y por dentro portuguesa. Luego de la remodelación realizada por el arquitecto Juan A. Crispo, funciona la Comisión Permanente de la Ciudad Vieja, custodia patrimonial del barrio donde se fundó Montevideo.
Pero la Ciudad Vieja es una Babel de líneas y formas. El Palacio Gómez, actual sede de la Junta Departamental de Montevideo, el legislativo municipal capitalino, es un ejemplo de arquitectura gótica construida a principios de la década de 1880, cuando los mayores empresarios orientales eran sensibles al furor del novedoso estilo. El líder fue Francisco Gómez, que contrató al ingeniero Ignacio Pedralbez y de Capua, para deslumbrar a quienes pasaban por 25 de Mayo y Juan Carlos Gómez. Su lenguaje, ecléctico y goticista, fue reinterpretado en 1985, luego de la dictadura militar, para adecuarlo a sus nuevas funciones democráticas.
El Palacio Gandós, construido en 1909, con un lenguaje que se asemeja a las construcciones que caracterizaban a las avenidas del París, con la verticalidad de la composición general, las mansardas, las torrecillas, los balcones curvos y los característicos trabajos de herrería. La elegante esquina de Rincón y Bartolomé Mitre, durante siglos estuvo señalada por el emblemático Hotel Colón y desde principios de este siglo es la sede del Banco Interamericano de Desarrollo.
El Club Uruguay, ubicado frente a la cuadra sur de la plaza Matriz, en Sarandí entre Juan Carlos Gómez e Ituzaingó, fue construido entre 1886 y 1888 por el célebre ingeniero italiano Luigi Andreoni. Su fachada, que busca una permanente simetría, es una propuesta ecléctica que a fines del siglo XIX fue centro de la vida social y punto de encuentro en la ciudad.
El tramo de la calle Sarandí comprendido entre la plaza Independencia y Bartolomé Mitre, presenta ejemplos de notable riqueza arquitectónica que pertenecieron a galerías de arte, joyerías y antiguos comercios especializados. El edificio comercial de la firma Pablo Ferrando se localiza en un sector muy calificado de la peatonal y constituye el remate visual de la calle Bacacay. Fue diseñado en 1917 con un lenguaje que lo vincula formalmente con el Art Nouveau.
La Casa Central del Banco de la República Oriental del Uruguay es un ejemplo de arquitectura monumental que se despliega entre las calles Cerrito, Zabala y Solís. La planta original fue inaugurada el 19 de febrero de 1938 y las esculturas que luce su fachada son muy posteriores: la de José Artigas, de José Luis Zorrilla de San Martín, es de 1949, y la representación del Éxodo del Pueblo Oriental, de Heber Ramos Paz, fue estrenada al año siguiente.
El Palacio Salvo domina un amplio espacio del tramo inicial de la avenida 18 de Julio, como extraño monumento urbano que forma parte de un conjunto patrimonial, con la Plaza Independencia, la Puerta de la Ciudadela y el Palacio Estévez. Por la misma avenida se ubica el Palacio Lapido, una emblemática construcción que ocupa la esquina con la calle Río Branco, que todavía sorprende por la limpieza de sus líneas inspiradas en el expresionista alemán Eric Mendelsohn. Fue construido en 1933, por iniciativa del periodista José Lapido Basoco, fundador del diario de La Tribuna Popular. Tras el cierre del periódico fue la redacción de El Popular, órgano oficial de Partido Comunista, en la década de 1980, por breve tiempo, estuvo el diario Lea.
En la tradicional esquina de 18 de Julio y Río Negro se eleva un símbolo del Montevideo burgués y afrancesado del siglo pasado: el edificio London París. Concebido por el arquitecto e ingeniero inglés John Adams, en un estilo ecléctico historicista, fue inaugurado en 1905 como una de las primeras construcciones altas de la capital. En la cúspide del templete de tambor angosto está el Atlas que sostiene al mundo, símbolo de la aseguradora The Standard Life, por entonces la mayor de América del Sur. Los tres relojes que adornan la base de la cúpula, en realidad son esferas independientes con una sola máquina central.
El Ateneo de Montevideo se impone en la céntrica esquina de la plaza de Cagancha y la avenida Rondeau. El macizo edificio, que impresiona por la tranquilidad de sus líneas, fue proyectado en 1897 y finalizado en 1900. Desde entonces es un centro de atención del amplio espacio de Cagancha, como evocador del pensamiento liberal del 1900.
El Palacio Piria, sede de la Suprema Corte de Justicia, está ubicado en el Pasaje de los Derechos Humanos, entre la plaza de Cagancha y San José. Fue construido para vivienda del rico empresario y rematador Francisco Piria y luego arrendado al presidente Juan José de Amézaga, hasta que la adquirió el Estado. El arquitecto francés Camilo Gardelle, que lo proyectó en 1916, realizó una obra de alto valor decorativo, que se afilia al eclecticismo historicista, para satisfacer otorgar una digna perspectiva al que por tanto tiempo fue el “centro del Centro” de la ciudad.
El Palacio Santos, de 18 de Julio y Cuareim, es la actual sede del Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue construido a fines del siglo XIX, por mandato del dictador militar Máximo Santos, que allí radicó una suntuosa residencia que también fue sede de su gobierno. Proyectado por el ingeniero Juan Alberto Capurro, la obra finalizada en 1886 se inspira en la vertiente ecléctica italiana: renacentista, manierista y barroca.
El Palacio Municipal está implantado en el límite de la que alguna vez fue la Ciudad Nueva, que comprendía la extensión del Ejido. Proyectado a partir de 1936 y habilitado en 1942, fue diseñado por el arquitecto Mauricio Cravotto, que le otorgó carácter de comuna relacionada con los ayuntamientos medievales. Articuló el cuerpo principal y la torre para que represente la expresión del poder político urbano, pero que también dialoga con su entorno más próximo. La Explanada, que se extiende sobre 18 de Julio, juega un rol de congregación cívica y otorga la amplitud visual suficiente para destacar al edificio.
El edificio de la Universidad de la República, donde ahora funciona la Facultad de Derecho, está emplazado en la avenida 18 de Julio, entre Eduardo Acevedo y el Pasaje Emilio Frugoni, en el barrio del Cordón. Fue proyectado en 1911 como un símbolo de la comunidad universitaria y de la cultura, de acuerdo con las tendencias del renacimiento clásico. Su gran sala de actos públicos, conocida como Paraninfo, tiene capacidad para 700 personas.
Montevideo es la capital del Mercosur y su sede administrativa está ubicada en el antiguo Hotel Teatro Casino del Parque Urbano, del Parque Rodó. Se trata de uno de los edificios más hermosos de la ciudad, proyectado por el francés Pierre Lorenzi e inaugurado en 1909. Durante décadas, el Parque Hotel fue centro importante de la vida social montevideana, con fiestas memorables como los “Veglioni" de carnaval que convocaban a los célebres Lecuona Cuban Boy. Desde 1997 es el corazón de los países sudamericanos integrados en el Mercosur.
En la rambla de Pocitos, a la altura de la Punta de Trouville, está ubicado el legendario Castillo Pittamiglio sobre el cual se tejen las más apasionantes historias de alquimia y esoterismo. Fue construido a partir de 1910 por el arquitecto Humberto Pittamiglio con una proa de barco y la Victoria de Samotracia en su fachada que resultan inconfundibles entre el vidrio y el cemento de las torres residenciales vecinas. Tras la muerte del propietario pasó a la Intendencia de Montevideo, que tres décadas después lo dio en comodato a una organización privada que lo recicló y que en 1999 abrió el Espacio Cultural-Museo Pittamiglio.

El carácter Art Déco
Si Buenos Aires es la capital americana del Art Nouveau, la mayoría de los barrios de Montevideo lo son de otro estilo francés nacido a mediados de la década de 1920: el Art Déco. La ciudad mantiene un tórrido romance con la corriente que comenzó a proyectarse desde Paris al mundo. Brotó muy bien entre los montevideanos, mejor que las vanguardias puras, que dieron algunas obras significativas y nada más. Multiplicó su presencia en los edificios del Centro, fue por casi dos décadas el toque de distinción característico en las residencias con pretensión moderna, delineó el perfil de las garitas policiales y las estaciones de nafta, decoró cervecerías y cafés, salones de baile y cines.
Un notable exponente es el Palacio Rinaldi, creado en 1929 por los arquitectos Guillermo Armas y Albero Ísola. Está ubicado en la acera norte de la avenida 18 de Julio que enfrenta a la Plaza Independencia. El geometrismo de su fachada, el dibujo diverso de sus balcones, los elementos decorativos en los ángulos superiores, lo instalan de manera decidida en la estética Art Déco. Todas sus líneas sugieren una sensación ascendente al observador, al punto que en primera mirada parece mucho más alto de lo que es en realidad. Sus creadores, seguramente buscaron que no quedara desairado al estar tan cerca del edificio más alto de América del Sur por entonces. De los mismos autores es el Edificio Lux, majestuosa referencia del barrio Parque Rodó, un caso de Art Déco tardío, erigido en la década de 1930 en la proa de la calles Constituyente y José Enrique Rodó.
No menos relevante fue el aporte de los arquitectos Gonzalo Vázquez Barriére y Rafael Ruano. De ellos es la idea del Palacio Díaz, ubicado en 18 de Julio y Ejido, a pocos metros del Palacio Municipal, y un símbolo del Art Déco náutico: el edificio El Mástil, que corona la esquina de Avenida Brasil y Juan Benito Blanco, a pocos metros de la rambla de Pocitos. Fue una obra de mediados de la década de 1930 cambió la fisonomía del barrio y de la costa montevideana, hasta ese momento de casas bajas y mansiones de veraneo de escala doméstica.
Hay otros ejemplos destacables. El Palacio Tapié, de Constituyente y Santiago de Chile; el Edificio Parma, que perdura como un elegante núcleo de apartamentos en el barrio Cordón, a la altura de la avenida 18 de Julio 1645 y el Palacio Piria, de Treinta y Tres, entre Sarandí y Buenos Aires, que con su fachada discontinua y su ambición decorativa es un referente de la Ciudad Vieja. El Art Déco está presente en cada rincón montevideano. Con una influencia tan poderosa, que sus edificios más característicos fueron presentados ante la UNESCO para ingresar a la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial.

Eladio Dieste
La arqueóloga española Nuria Sanz, jefa de Sección América Latina y el Caribe del Centro del Patrimonio Mundial de UNESCO, estuvo en Montevideo el 25 de abril de 2011, para conocer los sitios de la capital uruguaya propuestos a la selecta Lista Indicativa del organismo. La experta no ocultó su emoción tras el contacto con la obra del creador del sistema constructivo conocido como cerámica armada y sus bóvedas gausas. “Es la utilización de algo tan clásico, como el ladrillo, transformado en un canto a la forma, a la luz, a la comunicación”, afirmaba Sanz.
Un circuito representativo del trabajo Dieste se inicia en su vivienda familiar de la calle Mar Antártico 1227, referente del barrio Punta Gorda (1958), la iglesia del Cristo Obrero en la Estación Atlántida (1959), el galpón portuario del Depósito Montevideo (1976), y el Montevideo Shopping (1985), primer centro comercial del Río de la Plata. “Su casa de Punta Gorda es un autorretrato de él y de su familia, un obra de autor fundamental, no ya de Uruguay o de América, sino de la arquitectura universal”, afirmaba Nuria Sanz.
El ingeniero Eladio Dieste nació en 1917, en Artigas, una ciudad del norte uruguayo, y falleció en 2000, en Montevideo. Sus trabajos son editados en todo el mundo, al mismo nivel que Le Corbusier, Frank Lloyd Wright, Frank Gehry, Aldo Rossi o Louis Sullivan. “Su creatividad no se puede encuadrar en un estilo. La mayor innovación arquitectónica del siglo XX comienza con Gaudí y finaliza con Dieste”, opina el arquitecto argentino Pablo Castro, realizador del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Arquitecturas modernas y contemporáneas
Una mirada arquitectónica de Montevideo no se acaba en el Art Déco, sino que existen evidencias anteriores y posteriores de creatividad urbana. Todo corresponde a una construcción social del país. No es sólo un estilo, sino que se trata de un conjunto antropológico y sociológico, que trasciende a un estilo europeo implantado en una ciudad latinoamericana, como el Art Déco o el Modernismo. Son formas que varían en escala y funcionalidad, y que se acompasan muy bien con otros bienes patrimoniales uruguayos: la creación pictórica y escultórica, la literaria y la ensayística. La arquitectura montevideana fue concebida por creadores y está protegida por técnicos que han demostrado ser de los mejores pensadores de su patrimonio.
La Facultad Ingeniería es un ícono modernista de la costa montevideana, emplazado en una altura del Parque Rodó. La obra del arquitecto Julio Vilamajó, proyectada en 1936 y finalizada en 1953, posee una vista única del mar desde sus pisos superiores.
El Edificio Panamericano está ubicado en la parte más alta de la costa, entre el barrio Pocitos y el puerto del Buceo. Fue proyectado y dirigido por el arquitecto Raúl A. Sichero Bouret, entre 1959 y 1962, y su inauguración constituyó un hito urbanístico de la ciudad, por su altura de 75 metros, inusual para la rambla y su fachada transparente de vidrio. En 1995 fue declarado Bien de Interés Cultural por la Intendencia Municipal de Montevideo.
La Torre de las Comunicaciones es el edificio más alto del país, con una propuesta futurista, dirigida por el arquitecto Carlos Ott. Desde su inauguración en 2002, la sede de la compañía estatal de telecomunicaciones ANTEL domina la bahía de Montevideo con su silueta característica y es visible desde muchos puntos de la ciudad.
Inaugurada en 2009, la moderna Torre Ejecutiva, sede de la Presidencia de la República, está ubicada frente a la acera sur de la Plaza Independencia. El edificio de 56 metros de altura cuenta con doce pisos, los primeros nueve divididos en dos sectores. Tienen vista a la Ciudad Vieja las oficinas donde funciona la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, la Oficina Nacional de Servicio Civil y otros servicios. En el otro sector, con vista al Río de la Plata, se encuentran oficinas administrativas privadas, y organismos internacionales. Los pisos 10, 11, 12, son ocupados por la Presidencia, y allí se ubica la oficina del titular del Poder Ejecutivo.
El complejo World Trade Center Montevideo está ubicado en un amplio predio limitado por las avenidas Luis Alberto de Herrera y 26 de Mazo, en el barrio del Buceo. Su construcción fue iniciada en 1997, y sigue evolucionando en la zona de mayor crecimiento residencial y de servicios de la ciudad, con una propuesta arquitectónica posmodernista integrada plenamente a su entorno natural y una vista privilegiada de la Rambla. El proyecto original de los arquitectos Isidoro Singer, Ernesto Kimelman y David Ruben Flom, propone tres torres, dos edificaciones de tres niveles denominadas WTC Plaza y WTC Avenida, y un gran espacio central denominado Plaza de las Torres en la que se destaca el Paseo de las Esculturas con una obra del artista plástico nacional Pablo Atchugarry. En 2011 fue inaugurada la torre WTC Free Zone, mientras se construye la WTC 4.
Celebra es un proyecto de los arquitectos Carlos Ott y Carlos Ponce de León, cuya piedra fundamental fue colocada en 2010 en el parque de negocios y Zonamérica. Allí se construye un edificio de 7.000 metros cuadrados, destinado a convertirse en un ícono de la arquitectura regional, que ha recibido tres premios internacionales: The Architecture Award (Office) Uruguay, otorgado por Americas Commercial Property Awards, en asociación con Bloomberg. The Architecture Award (Office) America, otorgado por Americas Commercial Property Awards, en asociación con Bloomberg. The International Architecture Award (Office), otorgado por International Commercial Property Awards, en asociación con Bloomberg. Zonamérica está ubicada en las afueras de Montevideo, a la altura del kilómetro 17.500 de la ruta 8, y ocupa una superficie de 92 hectáreas, con 25 edificios y 150.000 metros cuadrados cubiertos.

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