viernes, 29 de abril de 2011

Nuria Sanz, jefa de Sección América Latina y el Caribe del Centro del Patrimonio Mundial de UNESCO

“La arquitectura de Eladio Dieste es una obra maestra americana y universal”


Nuria Sanz evalúa los sitios presentados
por Uruguay ante la UNESCO.

"Tan lejos o tan cerca de sus objetivos como las poblaciones y los Estados lo deseen y se comprometan", una frase final de la arqueóloga española que recorre la región hace una década define la situación de los cuatro sitios que Uruguay pretende declarar patrimonios de la humanidad, luego de la exitosa experiencia de Fray Bentos. “Chamangá es un espacio arqueológico fascinante, con un buen trabajo realizado. A la obra de Eladio Dieste no costaría ingresar por su valor universal. La arquitectura montevideana está protegida por técnicos que han demostrado ser de los mejores pensadores de su patrimonio. La Gruta del Palacio es la que está en una etapa menos avanzada, pero eso tiene que decirlo la gente en su territorio.”


Sobre la base de la entrevista publicada en el semanario Brecha (Montevideo, 29/04/2011), actualizada en 2015.

-¿Cómo visualiza el valor inmaterial de la obra de Eladio Dieste?
-Mi abuelo decía que lo simple es lo simplificado. Una idea que describe el talento de Dieste, creador de espacios que parecen pensados de una vez, donde uno se imagina que aquello fue realizado en pocas horas. Su trabajo posee una forma tan propia, tan elaborada, y al mismo tiempo tan primaria, que encierra un mensaje universal. Es la utilización de algo tan clásico, como el ladrillo, transformado en un canto a la forma, a la luz, a la comunicación. Es una vuelta a lo propio, a lo genuino. Dieste utiliza el ladrillo con el lenguaje de la flexibilidad, su obra no tiene un milímetro de pesadez, ni limitaciones constructivas, ni lumínicas. Lo suyo es solidez material y expresión inmaterial. Inventa formas de ingreso de la luz, mueve los ejes. Su mensaje es “no hay que levantar la voz para hacer ruido”, porque así era él. Estuve en el galpón portuario (Depósito Montevideo), también en la iglesia de Atlántida que es magnífica, pero la que mejor me ha ayudado a comprenderlo es su casa de Punta Gorda. Una obra de autor para el autor, un autorretrato de él y de su familia. Quedé impresionada con su asignación y distribución de los espacios, con el cuidado de los detalles, porque permiten saber cómo entendía una relación familiar, el amor, la solidaridad. Es una obra fundamental, no ya de Uruguay o de América, sino de la arquitectura universal.

-¿En algún momento Colonia del Sacramento estuvo en riesgo de salir de la lista del Patrimonio Mundial de UNESCO?
-No, pero en 2009 vino una misión de monitoreo, porque habían llegado noticias de posibles amenazas. Colonia tenía sus problemas, que no fueron obstáculos para su permanencia en la Lista, porque hubo un compromiso de solucionarlos. La misión funcionó como un revulsivo necesario. El Barrio Histórico precisa un nuevo plan de conservación de su patrimonio inmueble, además de renovados acuerdos sociales para que las intervenciones urbanas colaboren con su carácter histórico y cultural, y para que se consolide un desarrollo sustentable de su portada marítima. Las recomendaciones fueron dadas en los mejores términos. Nosotros llegamos ese mismo año, para plantear cómo la Convención del Patrimonio Mundial puede colaborar en este caso, también en la renovación de la ley uruguaya y en la identificación de nuevos sitios. Estamos haciendo un trabajo en tiempo record, porque dos años después volvimos para participar en una reunión de expertos jurídicos que aportan una visión regional, y para consolidar nuestro apoyo a la pretensión uruguaya de declarar nuevos patrimonios mundiales: Fray Bentos (declarado en 2015), el arte rupestre de Chamangá, la obra de Eladio Dieste, la arquitectura de Montevideo como contribución urbana del modernismo al mundo contemporáneo y la Gruta del Palacio.

-¿Qué vio en Chamangá?
-Estuve allí en mi primera estadía, en 2009. Me parece un lugar primigénico, que necesita investigación, pero que tiene muchísimo avanzado. En realidad precisa más investigación aplicada a la conservación del lugar, no solamente desde lo puramente arqueológico. Es un magnífico conjunto, en el que se está haciendo un muy buen trabajo académico y de protección, y que ahora necesita ser documentado de acuerdo a lo que se exige para su presentación ante la Convención del Patrimonio Mundial de UNESCO.

-¿Y el Art Déco montevideano?
-La mirada al valor arquitectónico de Montevideo no se acaba en una tendencia, sino que existen evidencias anteriores y posteriores de creatividad urbana. No señalamos sólo un estilo, sino una evolución del lenguaje arquitectónico que expresa una singularidad cultural. Se trata de un conjunto antropológico y sociológico, que trasciende a un estilo europeo implantado en una ciudad latinoamericana, como el Art Déco o el Modernismo. Son formas que varían en escala y funcionalidad, y que se acompasan muy bien con otros bienes patrimoniales uruguayos: la creación pictórica y escultórica, la literaria y la ensayística. Todo corresponde a una construcción social del país.

-Usted suele decir que una visión moderna del patrimonio exige un cambio de la preposición vinculante. Que antes había un derecho “del” y ahora hay un derecho “al” patrimonio. ¿Qué significa?
-Que antes el objeto era su caracterización arqueológica, paleontológica, arquitectónica, histórica u otra, pero que cada vez se tiene más en cuenta de quién y para quién es el patrimonio. Hay preguntas a responder. ¿Quién valoriza los procesos de toma de decisión y participación? ¿Dónde está el derecho a la memoria, pero también al olvido? ¿Cómo se desarrolla la capacidad de transmisión de un mensaje? ¿Cómo debe leerse la memoria a través de la transmisión patrimonial? La actual es una mirada más sociológica, pero que no desvincula a los bienes de sus especialidades tradicionales, porque son necesarias para investigar el pasado y para pensar el presente, ambos como fuentes de identificación del proceso colectivo de querer y poder.

-¿Le parece bueno el proyecto de nueva ley uruguaya del patrimonio?
-Ni bueno, ni malo, porque las leyes deben ser vistas en su aplicabilidad. La hemos leído en la Primera Reunión de Expertos Jurídicos de Patrimonio Mundial para América Latina y el Caribe. La analizamos desde sus distintos ángulos, para aportar otras visiones, pero no para dar un veredicto. Las leyes tienen que ayudar al país a proteger sus bienes culturales, por lo tanto hemos venido a contar experiencias muy diversas. Los expertos de América Latina y el Caribe, han relatado cómo en otros países existen variados requerimientos administrativos, institucionales, reglamentarios. Muchos han funcionado bien, pero otros han funcionado mal. El proyecto uruguayo tiene una vocación descentralizadora, con figuras de protección nacional y local. El territorio está bien representado, y quizá sólo haya que ajustar una cartografía actualizada.

-Dos puntos centrales de la iniciativa se refieren a la profesionalización de la gestión y a la figura legal del instituto que debe entender en el tema; en la actualidad existe una Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación. ¿Tiene una opinión sobre ambos?
-Las comisiones son buenas o malas, según y cómo. En algunos países se ha visto que no son necesarias, para otros lo son, aunque no sean suficientes, y los hay también donde las comisiones formaron parte de un proceso de transición con el objetivo de adquirir nuevos formatos legales. Esta última visión, quizá, es la que mejor sienta a Uruguay, pero deberán verlo ustedes. Es sustancial la profesionalización del pensamiento y la gestión patrimonial, porque podemos redactar la mejor ley, pero si no la ejecutan profesionales bien formados, será sólo un texto que quedará en un mueble. Todo esto debe ir acompañado por la asignación de recursos. La ley uruguaya parece valiente y ambiciosa, pero la administración también debe serlo para invertir recursos en la formación de sus profesionales, y en pagarles muy bien.

-¿Qué tan cerca o qué tan lejos están los cuatro sitios uruguayos de ser declarados patrimonios de la humanidad?
-Tan lejos o tan cerca como el estado uruguayo quiera. El éxito conseguido en Fray Bentos demuestra que es fundamental que cada sitio conserve una muy buena memoria del sitio y el compromiso de su gente. Cuando nos golpearon a la puerta para impulsarlo supimos que es un territorio magnífico, único en el planeta, apoyamos la iniciativa, pero el ritmo lo marcó el gobierno. En los últimos años Uruguay ha avanzado en su política del patrimonio mundial, pero los tiempos de gestión y de cooperación suelen ser largos. Veo una buena respuesta oficial, y una mejor predisposición de la gente en el territorio. Estamos avanzando en tiempo record. El Centro del Patrimonio Mundial aporta una reflexión, muy bien interpretada por la delegación permanente de Uruguay ante UNESCO, y por la oficina regional instalada en Montevideo. En ese contexto, los proyectos no tienen por qué fallar. Ahora el desafío para el Ministerio de Educación y Cultura es demostrar su capacidad de coordinación multisectorial.

Fray Bentos
Nuria Sanz estuvo el jueves 28 de abril de 2011, en las instalaciones del frigorífico Anglo de Fray Bentos y en su barrio obrero, su presencia fue un impulso relevante en el proceso de declaración de Patrimonio Mundial por UNESCO. Por entonces, el establecimiento había sido seleccionado por los organismos asesores de la Convención del Patrimonio Mundial, para colaborare en su diseño como caso de buenas prácticas patrimoniales y para la conformación de un expediente de nominación, cuatro años después la nominación fue celebrada por el país, el 5 de julio de 2015. "Los sitios del patrimonio industrial no están bien representados en América Latina, de manera que Fray Bentos tiene algunas ventajas comparativas. Posee una historia sobrecogedora, con todas las argumentaciones que demuestran cuánto han significado sus frigoríficos y su company town para la historia económica universal, en un caso similar a la ciudad salitrera de Sewell, ubicada en el norte de Chile, ingresada a la lista en 2005.” Una gran parte del sistema de alimentación del siglo pasado, sobre todo en períodos de guerra, dependió de la ganadería del Río de la Plata y pasó por la factoría fraybentina, denominada Liebig’s hasta 1924 y Anglo hasta su cierre definitivo, en 1979. “La memoria del sitio está my bien instalada y la predisposición social del lugar tiene muy buena salud, por lo que se justifica la apertura de un expediente en la Convención”, decía Sanz. Fray Bentos y su entorno del río Uruguay fueron declarados Paisaje Cultural e Industrial.

Nuria Sanz
Doctora en Arqueología por la Universidad Complutense de Madrid y la Sapienza de Roma, está radicada hace dos décadas en París pero pasa más de la mitad de su vida en América Latina. Viajera por naturaleza, especializada en arte rupestre europeo, cuando puede recorre la cornisa cantábrica española, mientras recuerda sus excavaciones en Marruecos o sus trabajos sobre la cultura del bronce del Mediterráneo occidental. En la década de 1990 inició su actividad en la Sociedad Europea de Arqueólogos, y de allí llegó al Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, donde coordinó la Comisión Europea del Paisaje y el proyecto Europa un Patrimonio Común. En 2001 fue llamada por UNESCO para participa en proyectos de Colombia y Guatemala, y al poco tiempo asumió como jefa de la Sección América Latina y Caribe del Centro del Patrimonio Mundial.

Convención del Patrimonio Mundial
Es un texto de derecho internacional público, firmado en 1972, que en su letra recoge el más rico conjunto de recomendaciones para la protección patrimonial. Incluye a 187 países y ordena la gestión de 911 sitios, de los cuales 126 están ubicados en la región de América Latina y el Caribe. “Son los mejores del mundo, algunos lo más complicados, por ejemplo el Pantanal, un territorio más grande que Francia”, afirma Sanz.
 
Bienes Culturales y Derecho Público
La experta participó en la Primera Reunión de Expertos Jurídicos de Patrimonio Mundial para América Latina y el Caribe, realizada entre el lunes 25 y el miércoles 27 de abril de 2011, en Montevideo y la Paloma y sigue muy de cerca las postulaciones uruguayas. Su tema de exposición: Reflexiones sobre los aspectos jurídicos del Patrimonio Cultural Nacional y su relación con el Derecho Público.

martes, 19 de abril de 2011

Eloy Boschi, artesano portuario, un muralista uruguayo en el Realismo Social Latinoamericano

El alquimista de Mercurio

Eloy Boschi en 1972
cuando pintó el trípico
de la Aduana Nueva. 
(Archivo Hilda Giacometti).
Compases, reglas, figuras estelares, líneas geométricas, en su mayoría irregulares, están presentes en sus murales del puerto de Montevideo. Su tríptico "Mercurio", pintado hace cuatro décadas en dos paredes interiores de la Aduana Nueva, está amenazado por decisión de una empresa privada. Técnicos de la Comisión del Patrimonio todavía señalan la necesidad de su restauración, porque está muy mal conservado. Se trata de un caso que revela la necesidad de crear un museo marítimo y portuario, una idea que él defendió con pasión por más de medio siglo. Eloy Boschi y Miguel Ángel Zelayeta formaron una dupla memorable de muralistas que compartieron un trabajo y una afinidad ética y estética que los vinculaba con la pintura social de mediados del siglo pasado. Otros plásticos portuarios: Hugo Acosta Verón, Saúl Marfetán, Rosa Hernández, Guillermo Andrada.

Sobre la base del artículo publicado en el semanario Brecha (Montevideo, 20 de abril de 2012).

Trabajando en el mosaico de la
oficina de Entradas de ANP, 1974.
(Hilda Giacometti)
–¿Me pintás aquel rinconcito? –fue el pedido del artista a su hermana que lo visitaba en el puerto, una mañana de verano de 1972. Ella se quedó callada unos segundos, sorprendida, pero no lo dudó. Se subió a una escalera, con el pincel repleto de un naranja pleno, y cubrió el ángulo derecho de la primera escena del fresco ubicado en una pared perpendicular a la calle La Marsellesa. Mariel Boschi se emociona cada vez que evoca aquella experiencia memorable. “Ese pedacito es mío”, repite, con una sonrisa chispeante, mezcla simétrica de añoranza y satisfacción, mientras señala un polígono irregular de tres lados rectos y base cóncava que ella coloreó fascinada.
Aunque la obra no tiene nombre oficial, los trabajadores portuarios de entonces le llamaban El Mercurio, quizá, porque les causaba gracia una historia alquímica contada por su autor, que le atribuía virtudes impensadas al personaje central de su creación: el dios romano del comercio. El mural de 29.21 metros cuadrados de superficie está inspirado en el Realismo Social latinoamericano, que así se vincula con los mexicanos David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco, con el ecuatoriano Oswaldo Guayasamín y con el brasileño Cándido Portinari.

Documento multimedia sobre Eloy Boschi y Miguel Zelayeta
http://construyendoelmuseoportuario.blogspot.com/2009/05/homenaje-eloy-boschi-miguel-angel.html

Mercurio en la escena donde la empresa
Supramar pretendía hacer una puerta.

(Carlos Castillo)
Tras haber sobrevivido décadas en el abandono, ahora también corre peligro de ser destruido por una reforma edilicia anunciada por la empresa Supramar, instalada en la antigua Aduana Nueva. Hace unas semanas se supo que la firma del rubro logística y almacenamiento necesita colocar una puerta en la pared que da a la calle La Marsellesa, justo donde está ubicada la imagen de Mercurio, interpretado por el pintor como guía del trabajo portuario.
La noticia fue conocida en el blog Construyendo el Museo Portuario y por la intervención del coleccionista holandés Hans Cornelisse, poseedor de bocetos de la obra muralística de Eloy Boschi, que compró hace cinco años en la feria de Tristán Narvaja. “Nunca comprendí como originales de tanto valor terminaron allí, y por qué se pueden adquirir a tan poco precio, pero me dicen que es bastante común en Uruguay, algo que sorprende, visto desde afuera”, afirma Cornelisse, que informó que los rematará en Portugal, España o el Río de la Plata.
El sector más afectado muestra a
los obreros en plena faena.
(Carlos Castillo)
Alertada la Administración Nacional de Puertos sobre el inminente riesgo patrimonial, hubo una intervención de su vicepresidente Juan José Domínguez, quien visitó el depósito para expresar el interés oficial en preservar el mural; una posición avalada por informe del arquitecto Gonzalo Baranda, que señala la necesidad de recuperar la obra de Boschi por su valor cultural, y porque forma parte de un conjunto artístico único en el país.
Al mismo tiempo, también intervino la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación, representada por su asesora, la artista plástica Silvia Villagrán, que ha iniciado un relevamiento técnico con el objetivo de declararlo Bien de Interés Cultural (BIC). De esta forma será prioritaria su restauración, mientras se estudia una solución alternativa: su traslado a otro sector, para su resguardado, para facilitar su apropiación colectiva, y para resolver un complejo conflicto de intereses.
Boschi había imaginado su retablo en la planta baja de la ANP, pero la iniciativa no fue aprobada por la autoridad portuaria de entonces, que prefirió la Aduana Nueva, contigua al Depósito Santos, actual sede del Ministerio de Turismo y Deporte.
Eloy Boschi (izquierda) y sus
colaboradores frente a la puerta
del Directorio de la ANP
intervenida con repujados en cobre.
(Carlos Castillo)
Tras décadas sin utilidad, el inmueble fue concedido por la anterior administración a la empresa Supramar, que por tratarse de un servicio logístico tiene vedado el ingreso al público, incluidas las autoridades portuarias, aunque se trata de una propiedad estatal. “La falta de mantenimiento es el mayor riesgo, aún más que la puerta, que si se actúa con sentido común no se realizará mientras esté allí la pintura”, afirma un dirigente del Grupo Marítimo y Portuario, una institución no gubernamental que ha retomado la iniciativa de creación de un museo.
Este tríptico no es el más cercano al realismo latinoamericano, como sí lo son los murales de los pisos 2 y 3 y el de planta baja del edificio de ANP. Boschi lo concibió como una metáfora del trabajo portuario en clave mística, pero, aún así, contiene todas las características del estilo y la intención del autor de reflejar el pensamiento de las décadas de 1960 y 1970, con temas y personajes que apuntan al compromiso social.

Blog del Grupo Cultural y Patrimonial Construyendo el Museo Portuario: http://construyendoelmuseoportuario.blogspot.com

El alquimista
Compases, reglas, figuras estelares y líneas geométricas, en su mayoría irregulares, están presentes en la obra de Eloy Boschi, casi toda desarrollada entre el recinto portuario de Montevideo y la sede de la Administración Nacional de Puertos. “Aunque me duele, debo reconocer que siempre quedó en un segundo plano, un olvido que sólo se explica porque él tampoco valoraba lo que hacía. Recuerdo que ponía los bocetos en la cómoda y siempre me decía lo mismo: no estoy conforme”, cuenta Hilda Giacometti, su viuda.
Escena colonial del mural del
tercer piso del Edificio ANP.
(Carlos Castillo)
Nacido en Salto el 6 de marzo de 1928, todavía era niño cuando vino a la capital con su familia. Muy joven  se apasionó por la pintura, un vínculo artístico que potenció tras el ingreso a la Escuela de Bellas Artes, donde fue alumno de Miguel Ángel Pareja, Felipe Seade y Ricardo Aguerre. Por ese tiempo realizaba afiches publicitarios, mientras recubría paredes de edificios con mosaicos que le permitían concebir las más diversas formas y colores. Con un vecino escultor, de apellido Corujo, aprendió los primeros conceptos de repujado en cobre. “Se pasaron juntos toda una mañana, hasta que Eloy vino a casa con algo hecho”, evoca la pintora dedicada al óleo, con exposiciones colectivas en Nueva Helvecia, la ciudad donde reside.
En 1952 ingresó a la ANP como administrativo, una tarea que cumplía sin mayor apasionamiento, hasta que alguien le propuso realizar escudos en cobre para ornamentar las plantas del edificio. Su trabajo llamó la atención a los docentes de Bellas Artes, que recomendaron su envío a Europa, con dos becas del Ministerio de Educación y Cultura y apoyo portuario. La primera fue al Instituto Hispánico de Cultura, con sede en Madrid, para aprender técnicas de restauración, y la segunda fue a la Escuela Estatal de Artes de Florencia, donde estudió didáctica plástica y se perfeccionó en cobre y esmalte. De regreso dejó para siempre la oficina, para ser el “pintor del puerto”, tal como le llamaban sus compañeros.
El trabajo portuario tan
conocido por Eloy Boschi.
(Carlos Castillo)
“Jamás dejó de repujar el cobre, porque su mayor satisfacción era arrancarle imágenes a planchas gruesas, rústicas, que parecían de desecho”, asegura Hilda. Una técnica que le exigía destreza y fuerza para manejar la fragua y el martillo, tanto en el recinto portuario como en su taller de Solymar. También realizaba trabajos de revestimiento artístico de estufas, para clientes de la Costa de Oro, y repujaba el cuero que combinaba con metales y piedras del país: ágatas, amatistas. “Amaba la orfebrería, que aprendió en la Escuela de Artes Aplicadas, y le encantaba realizar alhajitas en oro y plata. El regalo de mi vida fue un collar con una lágrima colgante de cinco centímetros, en lapilázul.” Ella se refiere a una exótica gema azulada, muy difícil de lapidar, buscada con admiración por los joyeros desde la antigüedad.
En la década de 1970 realizó un curso de Museística con Huáscar Toscano, en la Intendencia de Montevideo, y con esa formación bocetó un espacio diseñado para preservar bienes de la cultura marítima y portuaria. Cuando culminó el tríptico de la Aduana Nueva, comprendió que ese era el mejor sitio, y desde entonces se dedicó a promoverlo con tesón, pero sin éxito. “La dictadura relegó mi proyecto, que tampoco fue tomado en cuenta luego de la recuperación democrática, y la Ley de Puertos me quitó las últimas esperanzas”, confesaba el artista.
El muralista se jubiló en 1990 como restaurador y creador de obras que describen el contenido social del trabajo portuario. Uno de sus amigos más cercanos fue el capitán Enrique Medina, fundador del Museo Marítimo de Malvín. “Ambos soñaban con un centro cultural que le contara a los uruguayos que viven en un país creado por el mar”, concluye Hilda, con acento nostálgico. Eloy Boschi murió el 29 de octubre de 2000.

Los dos murales del hall central de la ANP, que tienen la firma del pintor Miguel Ángel Zelayeta, fueron bocetados por Eloy Boschi en 1967.

Opus portus
Otra escena del mural del tercer piso.
(Carlos Castillo)
1967. Puerta en cobre repujado de la Sala del Directorio de ANP, segundo piso. “Cada vez que la veía decía: cuanto la mejoraría trabajándola ahora”, rememora Hilda Giacometti.
1968. Puertas laterales de Presidencia y Vicepresidencia, repujadas en cobre.
1969. Mural vinílico alrededor de las tres aberturas anteriores, el primero inspirado en el Realismo Social de David Alfaro Siqueiros, que describe el trabajo portuario desde la época colonial, y que culmina con una interpretación de lo que entonces era futuro: los vuelos espaciales. Ese mismo año realizó un escudo en cobre para la Junta Departamental de Lavalleja, colocado en la Casa de la Cultura de Minas.
1971. Escudo Nacional y símbolo portuario en cobre, ubicados en el hall central.
1972. Mural de la Aduana Nueva, con figuras deformadas típicas del Realismo
Social.
Mural del cuarto piso, Edificio ANP.
(Carlos Castillo)
1974. Mural mosaico en dos paredes y contramarco en cobre repujado para la puerta de ingreso a la División de Servicios Terrestres y Tránsito, actual Depósito Montevideo.
1975. Mural a fresco del antiguo Garage portuario (destruido), cuyo boceto original fue adquirido en la feria de Tristán Narvaja, por el coleccionista holandés Hans Cornelisse.
1977. Fresco de la Sección Proveeduría, tercer piso, quizá, su trabajo más cercano al Realismo Social.
1979. Mural del general Leonardo Olivera con su caballo en Santa Teresa, en el Depósito 20.
1981. Audiovisual Puerto-Arte, realizado para Relaciones Públicas de ANP.
1982-1990. Restauración de murales y puertas en cobre del edificio central.

Trabajadoras y trabajadores que
toman conciencia de su lucha.
(Carlos Castillo)
Tríptico
El Mercurio es una evolución visual en tres escenas cargadas de mensajes esotéricos que se cruzan con una sugerida narrativa social. La primera, ubicada en la pared este, de 1.69 metros de ancho por 4.15 de altura, es la representación astral de un viaje marítimo comparable con la vida. La segunda, implantada sobre la calle La Marsellesa, perpendicular a la anterior, de 5.35 de ancho por 3.24 de altura, es la imagen central, dominada por Mercurio que mira de frente al observador, por encima de mujeres y hombres que se esfuerzan en su tarea. La tercera, de 1.50 por 3.24, que continúa por el mismo muro, describe la faena portuaria a través de la relación de un trabajador con el guinche.

Otros plásticos portuarios: Hugo Acosta Verón, Saúl Marfetán, Rosa Hernández, Guillermo Andrada y Miguel Zelayeta.


"Corre grave peligro"
Durante la segunda fase del proyecto realizada en los meses de junio y julio de 2013, tuvimos la posibilidad de visitar las estancias que conforman La Administración Nacional de Puertos (ANP) en Montevideo, encontrándonos con un conjunto de murales realizados por Eloy Boschi y Miguel Ángel Zelayeta, dándonos la posibilidad de realizar un estudio de inventariado y catalogación científica de todos ellos. 
Pero el mural que más nos llamó la atención, es el que se encuentra en una dependencia utilizada en la actualidad como almacén. Allí vimos una pintura mural realizada por Eloy Boschi en 1972, llamado Mercurio, que presentaba una gran problemática en su estado. Se han realizado procesos de intervención anteriores, pero debido a su uso y los problemas que presenta el edificio, su conservación en estos momentos corre un grave peligro."
Informe del Equipo de Gestión Sostenible del Muralismo Uruguayo Contemporáneo, Universidad Politécnica de Valencia, 2013.

jueves, 7 de abril de 2011

¡Justo el 28! ¡Justo en el Asencio!


Crónica de un grito anunciado

Cómo los “habitantes de la campaña de Montevideo” se levantaron en masa, y “obedeciendo á Buenos-Ayres”, atacaron la Capilla de la Nueva Mercedes y Santo Domingo de Soriano.

El Grito de Asencio visto por el pintor
uruguayo Carlos María de Herrera.
El pueblo de Mercedes ocupará siempre un lugar muy distinguido en la historia de los hechos heroycos de la América”, afirma una nota publicado el viernes 8 de marzo de 1811, en el semanario Gazeta de Buenos-Ayres. El artículo no está firmado, pero los investigadores argentinos afirman que fue escrito por el sacerdote Manuel Alberti. Fue una respuesta emocionada al parte de Ramón Fernández, comandante de la Banda Oriental, a quien describe como “el patriota que alarmó a los vecinos”. Así fue contado el Grito de Asencio, por el legendario periódico revolucionario rioplatense.

Sobre la base del artículo publicado en Cuadernos del Bicentenatrio (revista Mundo Uruguayo, Montevideo, Febrero 2011)*

El 28 de febrero de 1811 fue jueves, día de salida regular de la Gazeta de Buenos-Ayres. Mientras la Banda Oriental iniciaba su sublevación, el periódico editado por la Junta de Mayo, profundizaba en la prédica revolucionaria y enfocaba sus críticas en un enemigo que había arribado a Montevideo el 31 de agosto del año anterior. “El insulto que ha recibido la América en el nombramiento de virrey y capitán general de las provincias del Río de la Plata, hecho en la persona del odioso mariscal de campo D. Francisco Xavier Elío, no solamente excita la indignación de estas y de su actual gobierno, sino que induce cierta necesidad de instruir á los pueblos radicalmente de la impotencia, en que yacen todas las manos, que han contribuido á este agravio.”
El artículo de portada, escrito por el editor Mariano Moreno, como casi siempre, llamaba a la rebelión sustentada en la necesidad liberar a toda la provincia rioplatense. “El nombre de Elío se ha hecho mas aborrecido en Buenos-Ayres, que en la antigua Roma el de Apio Claudio el decemviro. La Regencia de Cadiz ha caído en la mayor desestimación por esta enorme torpeza; si antes podía aspirar al concepto público, hoy es tenida por débil, ambiciosa, insubsistente y simuladora de los derechos que ella misma espontáneamente le había confesado a la América.”
Y aportaba argumentos estratégicos emprender la independencia definitiva, el principal: la debilidad metropolitana a causa de la invasión napoleónica que ocupaba el territorio hispano desde 1808. “Solo la España asolada y devastada por los enemigos, que se le han introducido hasta lo mas íntimo de su seno; puesta en un estado, en que debe renunciar los mejores recursos que tenía; tomadas sus plazas, ciudades principales, tropas, y almacenes; quando debía obrar con mas actividad que ninguna nación del mundo, unir su acción y adunar su gobierno para resistir mas, trabaja entonces por debilitarse, esparciendo y repartiendo la autoridad entre muchos, y perdiendo su fuerza, á medida que la privaba del centro en las distintas especies de Juntas que ha tomado.”

Los revolucionarios en el
apronte de Villa Mercedes.
Crónica de un Grito
La edición de la Gazeta Extraordinaria, del viernes 8 de marzo de 1811, informaba el levantamiento oriental, iniciado el último día de febrero, en la Capilla Nueva de Mercedes, aumentaba el tono de los reproches por lo que consideraban una declaración de guerra del virrey Elío a los pueblos que obedecían a la Junta de Buenos Aires, y anunciaba la soledad de Montevideo cómo único reducto colonial en el Río de la Plata. “Miserables, ¿hasta quando quereis abusar de nuestra paciencia y sufrimiento? Mirad que ya no os queda otro asilo que en nuestros piadosos corazones; Montevideo quien contemplabais como el Etna, que vomitaria sobre nosotros fuego y desolación, vé muy cercano el momento de su ruina, sus débiles murtos vacilan ya á la vista del peligro que los amenaza. Los pueblos que oprimía, se le han sublevado; toda la Banda Oriental se ha negado á obedecer á un pueblo insensato, que no consultando su debilidad, se ha atrevido á declarar la guerra á la capital, y á todos los que adhieren á su sistema. El numeroso vecindario de aquella Banda se arma con energía y entusiasmo, y sus armas vengadoras llevarán el terror, y el espanto hasta los umbrales de ese resto de insurgentes.”
Aunque no está firmada, la nota tiene el estilo de convocatoria y el tono revolucionario de Mariano Moreno. “Las noticias que se han comunicado al gobierno sobre el particular interesan demasiado á los buenos patriotas”. Y agrega: “la impaciencia en que contémplo al público por cerciorarse de acontecimientos tan importantes, no me permite demorarme en reflexiones.”
Parte del comandante de la Banda Oriental D. Ramón Fernández a la Excma. Junta
Hallandome en este pueblo de la Capilla Nueva de Mercedes, destinado por el Sr. Gobernador de Montevideo con 22 hombres; á fin de impedir toda comunicación en estas costas de de esa capital, y habiendome publicado la guerra contra los de esa capilla en esta Capilla, el domingo 24 del pasado febrero, tube noticia estar este partido y su jurisdicción, adicta á cometer hostilidades, contra los que protegían la causa de Montevideo; en vista de lo que, y con inteligencia de D. Pedro Viera, á quien hé nombrado por mi segundo, se me reunieron hasta 300 hombres escasos, con los que hé sorprendido en el día de ayer a este pueblo, y el de Soriano, á nombre de nuestro soberano Fernando VII, y baxo protección de esa Junta; con los únicos partidos de asegurarles sus vidas, é interéses; á lo que han accedido sin la más leve resistencia…
El día de ayer oficié a D. José Artigas de quien tengo noticia hallarse en Nogoyá jurisdicción de Sta. Fé, y en su defecto, á el primer xefe de las tropas que se hallare de esta banda pertenecientes á esa capital, para que me auxilien á la mayor brevedad, pues puedo ser atacado de la Colonia, ó Montevideo, y me veré precisado á abandonar estos puntos; no habiéndome extendido á mayores conquistas, por considerar no tener como someterme; en vista de lo qual aguardo se me protexa por V.E., aunque sea por un pequeño número de de gentes, armamento, y algunas municiones, avisándome el punto donde se han de desembarcar, para agregar de los de esta banda algunos para abultar su numero, y al mismo tiempo se ordene á los que están en la baxada, vengan á reunirse pues no hallarán óbice alguno hasta estos puntos… Dios guarde á V.E. muchos años. Pueblo de Mercedes y marzo 1º de 1811= Ramon Fernandez.”

Monumento al Grito de Asencio
en Mercedes, la capital del
departamento de Soriano.
Don Ramón, “el que alarmó a los vecinos”
La respuesta alborozada de la Junta es el cierre de la nota de portada de la Gazeta de Buenos-Ayres.
“Lo habitantes de la campaña de Montevideo sofocados por las vejaciones que les infería aquel gobierno, se levantaron en masa, y obedeciendo á Buenos-Ayres atacaron la Capilla de la Nueva Mercedes, y rindieron á discreción 190 hombres bien armados, con cinco piezas de artillería, capitaneados por un xefe veterano. En seguida atacaron á Santo Domingo de Soriano, donde capitularon con aquel cabildo, y se han apoderado de los pueblos de Porongos, Vívoras, Espinillo, y de toda la campaña desde el Rosario hasta el rincón de la Calera. La fuerza de los patriotas, quando tomaron á Soriano era de cerca de 900 hombres armados de fusiles, carabinas y pistolas, con algunas lanzas. En la actualidad se cuentan cerca de dos mil, y de todas partes concurren á reunirse. Todos están al mando de D. Pedro Silva (¿Viera?), D. Venancio Benavides, y D. Ramon Fernandez: siendo este último el que alarmó a los vecinos, y asaltó el pueblo de Mercedes el 28 de febrero, con solo 300 hombres escasos, y mal uniformados…
El pueblo de Mercedes ocupará siempre un lugar muy distinguido en la historia de los hechos heroycos de la América. Su patriotismo ayudado del heroico valor de un conjunto de hombres animados de sus mismos sentimientos, supo arrojar de sí a los tiranos que la oprimian; ellos pagarán su insolencia. Con superior permiso en Buenos-Ayres.”

En el sitio donde se lanzó el
Grito de Asencio hay un parque.
¡Justo el 28!
En febrero de 1811, la Gazeta de Buenos-Ayres todavía era semanario, pero también publicó ediciones extraordinarias o suplementos, justificados por el interés público. El lunes 4 de febrero salió una Gazeta Extraordinaria para informar los acontecimientos del Ejército del Norte, al mando del general Manuel Belgrano, para prevenir “equivocaciones que puedan desfigurarlos”. El número regular del jueves 7, dedicado a denunciar la declaración de “guerra del virrey Elío al pueblo de Buenos-Ayres, fue acompañado por un Suplemento que contenía una carta firmada fechada el 5 de febrero, en Montevideo. “Puedo de nuevo asegurar á V.E, que las intenciones del Virrey Xavier de Elío, no son otras que asegurar la felicidad de estos países”, afirmaba el funcionario virreinal José Acevedo y Salazar.
La nota fue respondida en la misma página. “La Excma. Junta ha estrañado, el que V. sin carácter público que lo autorize á entrar en contestación con ella, le haya dirigido el oficio del 5 del corriente; y me ha ordenado prevenir a V. que en lo sucesivo se abstenga de igual insulto.” Los otros números regulares salieron los jueves 14, 21 y 28, más dos ediciones de la Gazeta Extraordinaria, una del martes 12 y otra del lunes 18 de febrero, cuando la Junta de Buenos Aires llamaba al levantamiento del pueblo oriental como respuesta a “la conducta ilegal, imprudente y arrojada de Montevideo.”
N de R: En la transcripción de las notas se ha respetado la ortografía original.
(*) Investigación de Armando Olveira Ramos y José Luis Soares (coleccionista de periódicos publicados en el país desde la etapa colonial. Posee un acervo de más de 25.000 ejemplares).