viernes, 27 de noviembre de 2015

José Pepe Plá, autor de la foto "Un río de libertad"

Paisajes del Obelisco

Memorias de un símbolo del Acto del 27 de noviembre de 1983, la mayor manifestación opositora contra la última dictadura uruguaya

Contratapa del semanario Aquí, publicada el 29 de noviembre de 1983.
La propietaria del penthouse bajó los doce pisos para recibir al fotógrafo que le había tocado timbre, unos minutos después de las tres de la tarde. En el ascensor, ella le advirtió:
Sacate todo lo que tenga que ver con prensa porque arriba está la policía, pero también eres mi invitado como otros amigos y familiares.
Cuando el reportero llegó a la azotea, una amplia terraza, quedó sorprendido. Allí estaban el Jefe de Policía de Montevideo, coronel Washington Varela, un temido oficial de la dictadura, Alem Castro, y unos cuántos agentes de inteligencia con cámaras que llamaban la atención por su tecnología y sus largos lentes con los que apuntaban a la multitud con precisión de francotiradores.
Yo quería sacar e irme lo más rápido posible, antes de que se avivaran. El espacio estaba divido como en camarotes. No sé cómo no se avivaron, pero, por suerte, fueron de reacción lenta. Tenía claro que si me quedaba mucho tiempo iba a llamar la atención.”
Tomó cinco imágenes, “a la disparada”, miró para los costados con aprensión y se despidió de su hermano que también había sido invitado para observar el Acto del Obelisco desde una ubicación privilegiada. Ninguno tenía cámara, porque el comando ocupante se los prohibió.
¡Fue así! Mi foto más recordada, en realidad, fue un trabajo clandestino”, evoca José Pepe Plá, con una sonrisa repleta de nostalgia.

Azotea tomada
Estrado pocos minutos antes del Acto.
"Cuando se supo que habría un acto en el Obelisco hubo varias reuniones para planificar la cobertura de Aquí. En aquel momento el semanario estaba muy organizado, había un criterio periodístico, que podía gustarme o no, pero existían reglas de trabajo que todos conocíamos y se ejecutaban con tiempo. Fuimos viendo desde dónde se podían tomar las fotos, para solicitar los permisos. Pensamos en el edificio de 18 de Julio y bulevar Artigas, que en aquel momento tenía una florería y ahora un club de video al frente de la planta baja." 
"Todos decían que allí estaba la mejor foto, pero hubo tanto interés en los medios de prensa que los copropietarios decidieron cobrar. Como la actitud no gustó, todos se fueron al edificio de enfrente. Tampoco nosotros íbamos a pagar, pero en algún momento de la semana surgió que los dueños del penthouse eran vecinos de mi familia en el Pinar. El apartamento estaba desocupado o lo iban a desocupar por problemas familiares, pero uno de mis hermanos se puso en contacto con la dueña y no hubo problema, no tuve que pagar. Me pidió que le tocara el timbre, que bajaba a buscarme, porque iba a ver el acto desde allí, con amigos, pero se encontró con que los porteros habían dejado pasar a la policía."
"Coparon ese apartamento para controlar la asistencia al acto, no por si pasaba algo, porque sabían que era una manifestación pacífica, sino para registrar a personas y grupos; quién iba con qué bandera, con qué símbolo que no estuviera permitido, seguramente, para detenerlos después. Buscaban pruebas del “delito”. Después supimos que los servicios de inteligencia de la dictadura le entregaban algunas de sus propias imágenes a los medios afines, con la intención de demostrar que había poca asistencia a los actos. Varias de las fotos sacadas allí fueron publicadas en dobles centrales de algún diario. Lo puedo decir, porque pude ver lo que ellos veían."

Escenario en pleno Acto del Obelisco.
Táctica y estrategia
"De ese edificio me gustaba que se observaban todas las curvas del Parque Batlle, un espacio lleno de senderos entre los árboles. Esa era parte de la trampa que solía tender la dictadura, hay que imaginarse qué fotos hubiesen salido si la multitud corría hacia una 18 de Julio repleta hasta El Gaucho, en una recta impresionante, muy visible y retratable. En cambio, autorizaron la presencia de público hacia adentro del Parque, un espacio muy lindo, pero dónde es difícil de medir la convocatoria, con árboles que tapaban a la gente para que no viera bien el estrado y para que después pareciera que el acto había sido flojo."
"Creo que la pensaron así, con toda mala intención. Ellos venían de la experiencia del 1º de Mayo, cuando en lugar de autorizar un estrado mirando a la avenida del Libertador hacia el Centro, la multitud fue para el otro lado. La explanada de la plaza de General Flores no existía, o sea que también allí hicieron trampa. El Acto del Obelisco significó desafíos múltiples, que la gente fuera mucha, y también que se tomaran fotos que reflejaran su verdadera convocatoria. En resumen, había que llenar el Parque Batlle, y fotografiarlo bien."

Un río
"Cuando llegué al penthouse de 18’ y Bulevar, pese a la desagradable sorpresa de la presencia policial, tuve la sensación que allí estaba la tapa del semanario por más que saqué un rollo completo de 36, en otros lugares: la calle, el parque, el estrado. Allá arriba, en total obtuve cinco fotos, poquitas, con un lente común de 135 milímetros que todavía conservo.
–"No fui a ese edificio a tomar la foto de mi vida, ni nada parecido, ni tampoco tomé conciencia, en ese momento, que tenía tamaño testimonio ¡no! Sólo deseaba una buena foto, e irme lo más rápido posible. Mis compañeros saben que soy así. Creo que al final se publicó la tira completa de imágenes que le entregué en mano propia a Antonio (Dabezies), pero no me quedé a ver cuál iba a la tapa (fue la contratapa de Aquí). ¡Me fui para mi casa! (se ríe)." 
–"Luego de sacar las fotos del penthouse di una vuelta por 18’ y Bulevar hasta el estrado del acto. Al lado había una torre, una especie de atalaya. Me fui por el costado de la avenida Morquio, donde había una multitud. Cuando la gente de la organización vio que era fotógrafo de un semanario, hicieron bajar a todos y subí yo solo. Los andamios estaban preparados para la prensa pero, curiosamente, no había colegas de la televisión. Allí tomé una foto 15 o 20 minutos antes del Himno, mucho antes que comenzara el Acto. Fue la sexta de la serie que entregué en Aquí, como un buen complemento por si pasaba algo con las cinco tomadas en el edificio."
"Un río de libertad fue una buena foto, pero aunque hubiese salido un poco desenfocada, o desprolija, no sé, supongo que igual salía porque la imagen desde el edificio estaba planificada; era un sitio sin obstáculos visuales. Enfrente había más de 40 colegas, todos muy buenos, pero los tapaba el Obelisco."

De libertad
Consigna del Acto del Obelisco.
La imagen fue un hallazgo, es verdad, pero más me sorprendió la dimensión que adquirió después, con el paso de los días, porque a la semana la llamaban por el nombre que le puso Antonio (Dabezies), responsable grafico del semanario. Cuando la titularon yo no estaba, de su impacto me enteré al otro día, porque todo el mundo hablaba de la foto. Recién el martes vi la edición, cuando fui a buscar un ejemplar a la redacción de Aquí."
–"El nombre fue fundamental. En diciembre de 2013, en el edifico de Antel descubrieron una placa que decía: “A 30 años del río de libertad”. No mencionaba al Acto del Obelisco, que bien se merece ser recordado por su consigna: “Por un Uruguay sin exclusiones”. Cuando (Lìber) Seregni en su último homenaje hizo una cronología de su vida, recordó su emoción en la cárcel por “Un río de libertad”.
–"Me sorprende cuánto ha perdurado una imagen tomada un domingo para publicarla un martes. Tuvo una repercusión internacional, en las agencias de noticias, entre los exiliados, los uruguayos en Australia hicieron decenas de miles de copias. Dio varias vueltas al mundo. Mucha gente de aquella época todavía dice: “yo estuve en el rio de libertad”. ¡Lo siento como un honor! Pero me parece una injusticia, porque el Acto del Obelisco fue más importante. Fue impresionante, y definitivo para la salida democrática del país. Me imagino que los milicos, cuando vieron tanta gente, dijeron, ¡tá tenemos que irnos!"

Contracara
"Un río de libertad iba a ser la tapa, pero por razones políticas, se priorizó a los dirigentes que estaban en el estrado del Acto del Obelisco, y salió en la contratapa. Pepe (Plá) llegó a la redacción el mismo domingo de nochecita con las fotos guardadas en un sobre. En el poco rato que estuvo nos contó que había tomado cinco desde arriba del edificio de 18 de Julio y bulevar Artigas. Me las mostró y salió el título, al instante, sin dudarlo: era un río humano de libertad. Alcanzaba con mirarlas." 
"En aquella edición tiramos 30.000 ejemplares, pero es imposible saber cuántas reproducciones hubo en Uruguay y el mundo, calculo que cientos de miles. La contratapa impactó desde el principio, tanto que en la memoria de la gente siempre será la tapa de Aquí. El nombre se transformó en una expresión popular, que perdura hasta hoy y por el que siento un afecto profundo. 
"No hubo problemas con la foto, ni represalias, ni censura, pese a que es posible que haya sido el mensaje más fuerte contra la dictadura, cuando se dieron cuenta que estaban obligados a aflojar. El periodismo de aquel tiempo se basaba en un tire y afloje. No siempre se medían los riesgos. Todos sentíamos la necesidad de hacer algo: músicos, actores, periodistas, artistas de todas las disciplinas, y además caceroleábamos. ¡Qué tiempo aquel!" 
Antonio Dabezíes, coordinador editorial del semanario Aquí.

Pepé Plá en homenaje de Antel, 2013.
¡Muy fuerte!
"Sin falsa modestia, siento que la foto tiene algo distinto, que llamo “escala humana”. Recuerdo que El Día tenía una avioneta de lujo, que vi pasar por el cielo del acto, pero no publicaron buenas imágenes. No sé si les faltó voluntad editorial o qué, pero les falló la intensidad dramática."
"Muchas veces me preguntan si es la mejor foto que saqué en mi vida, y siempre respondo: técnicamente mejores pude haber tenido, pero ninguna con su trascendencia y su memoria."
–"Nunca gané un premio, quizá, porque fuera de Uruguay es una imagen absolutamente normal, bien revelada y punto."
"Me han dicho que tal vez sea una de las fotos uruguayas más recordadas del siglo XX. No me gusta el autobombo, pero me gustó la serie documental de TV Ciudad sobre las fotos más trascendentes del siglo XX. Estaban Gardel, Maracaná, Batlle, Herrera y Un río de libertad. Que me coloquen al lado de (José María) Silva, (Alfredo) Testoni, ¡pah, muy fuerte"
Monumento a Candeau en el Obelisco.
"La gente necesitaba un símbolo de su resistencia y lo mantiene vivo en la memoria. Alguien me dijo: Pepe, mientras haya alguien que vivió aquella época, tu foto tendrá el mismo valor del gol de Ghiggia en Maracaná. ¡Me parece exagerado!"
"Me encuentro con gente de mi edad, más o menos, que me dice en su cuarto de joven estaba el poster de Un rio de libertad, y todavía lo conservan, ¡muy fuerte!"
"Estoy contento con la repercusión de la foto. A veces hasta me siento un poquito protagonista, pero enseguida vuelvo a la realidad: soy un simple fotógrafo. Protagonistas fueron los organizadores del Acto, los que escribieron la Proclama, el Oso (Gonzalo Aguirre), la multitud que creó el río de libertad, y Alberto Candeau con su lectura ¡inolvidable!"
–"En broma le dije a gente del diario El Observador que las mejores fotos uruguayas son tres: Gardel, López Mena y el ministro y Un río de libertad. ¡Nos matábamos de la risa!"

Ríos y redes
"Es casi imposible que hoy una foto tenga tanta repercusión, aunque tengamos la mejor tecnología y el mayor acceso a un punto de mira. ¿Por qué? Porque hoy los reporteros gráficos competimos con un millones de usuarios de teléfonos inteligentes y tabletas que sacan fotos y al instante, las twittean o las suben al Facebook. No se puede contra eso. En aquella cobertura del Obelisco éramos 40 reporteros que sacamos cientos de imágenes."
"Tuvimos el privilegio de ser testigos gráficos de un hito histórico, y lo contamos cada uno con su estilo, su sensibilidad, sus herramientas. Si un particular sacaba una foto era para quedársela de recuerdo o enviársela a un familiar o un amigo al exterior. En aquel momento hubo 50.000 impresiones oficiales de Un rio de libertad, ¡un disparate! Hoy habría un millón twiteando imágenes, pero, además cambió la cultura. Todo pasa más rápido, se olvida enseguida, se usa y se tira. Aquellas mismas fotos históricas, Gardel, Maracaná o Batlle, si fueran tomadas hoy, es muy probable que no perduren en el tiempo." 
"Un río de libertad fue necesidad política, oportunidad, inconsciencia, estar en el lugar y el momento justo, y azar, mucho azar. Todo se juntó en un fotograma. El broche de oro seria que algún día….la foto fuese tema de un billete de 50 pesos, ¡ya está! (lanza una carcajada)."

Pepe
José Américo Plá Regules nació el 11 de octubre de 1955, en el barrio montevideano Parque Batlle. Es el cuarto de los ochos hijos del abogado laboralista, catedrático y dirigente democristiano Américo Plá Rodríguez y Marta Regules. “Soy el mayor de los más chicos”, recuerda siempre. Trabajó en Opción, Aquí, El Dedo, Guambia, La República, El País, y en la actualidad es fotógrafo del Hipódromo de Maroñas.

Opción
"Me inicié en 1981, cuando la revista por el número 12. Hasta ese momento no tenían reportero gráfico, pero conocí a Pedro Silva que me convenció y me presentó en la redacción. Mi ingreso a Opción poco o nada tiene que ver con mi familia; puede que me hubiese ayudado, pero no me llamaron a través del Partido Demócrata Cristiano. Fue Pedro, que sabía que tomaba fotos, y se le ocurrió que me necesitaban ¿Querés venir? me preguntó y chau, así de fácil. También es cierto que en la interna el hecho de ser el hijo del viejo… tá, como que tenía un punto a favor."
"En Opción sacaba de todo un poco, pero no hacía deporte. Eran fotos de política, de gremios, de sociedad, ¡tampoco de sociales! (se ríe). Hacía imágenes de apoyo a investigaciones, a informes, por ejemplo sobre vivienda, un tema que me gustaba. Tampoco había policiales. Lo principal era la política, haciendo lo que se podía porque la censura y la autocensura era mucha. El semanario nació después del plebiscito de 1980, para apoyar el triunfo del “No”, y murió antes de las elecciones internas de 1982, cuando metieron presos a los integrantes de la Comisión por el Voto en Blanco, en la que estaba mi hermana (María Josefina Plá), (Francisco) Ottonelli, (Juan Carlos) Doyenart, (Carlos) San Marcos, no me acuerdo de todo los nombres."
"¡Les saqué la foto cuando salían del juzgado de Misiones, en una camioneta militar, mi hermana iba entre chofer y custodia. Ahora te suben a los vehículos en la calle. Es increíble que no tenga esa foto. Ese día fue un relajo, porque tenía un casamiento, al que llegué tarde, por la mitad y después regresé tardísimo a casa. Habían estado de la policía preguntando por mí, como que alguien supo que había sacado una foto. En aquel momento había diez fotógrafos, no como ahora."
–"Haber sido fotógrafo de Opción tiene un significado ético y periodístico, pero mi trabajo en la revista no fue muy relevante. ¡Nadie la compraba por las fotos! Sí es verdad que estábamos en todos lados, en especial en las actividades por el “Voto en blanco”. 
"Cuando contamos lo que eran las ediciones de antes, los muchachos se asombran, ¡no es para menos! Los títulos se hacían a mano, con letras set, unas que los estudiantes utilizaban para escribir sus nombres en papel, cartón. Se pegaba letra por letra y después se armaban."


Aquí
"Nació seis meses después del cierre de Opción, cuando salió la idea de sacar un semanario que le diera continuidad y que también fuera una fuente de trabajo; había inquietudes políticas y necesidad de “parar la olla”. Figuraban otros responsables periodísticos para que la dictadura no tuviera un pretexto, pero el plantel de periodistas era el mismo. El principal cambio fue de formato, pasamos al tabloide. Las fotos eran en blanco y negro, y cuando querían darle color las pintaban. El fotoperiodismo de diario es blanco y negro ¿no?"
 
El Dedo
"Antes de comenzar en Aquí estuve en la revista de Antonio (Dabezies) y (César) Di Candia. Me acuerdo que saqué en la fiesta de presentación del primer número en un lugar que se llamaba Templo del Sol, en Bulevar España. Había que hacer mucho fotomontaje … le sacaba a fulanito y entregaba la foto, luego alguien la recortaba. Casi siempre había que recortar, y después la foto aparecía muy distinta a como la había tomado. Nada que ver con el trabajo de ahora."
"Estuve en el cierre de El Dedo, fue triste y una risa a la vez. Lo cerraron por un poema pornográfico que tenía que ver con las trompas de Falopio, ¡ellos dijeron que era muy porno! (se ríe). La verdad es que la revista se había tirado contra la Intendencia de Montevideo. Sacamos un falso aviso muy gracioso, escrito por César, con la cara del intendente de la dictadura (Oscar Víctor) Rachetti. El título estaba buenísimo porque era una referencia al biólogo francés (Jacques) Cousteau: “El asqueroso mundo submarino”. ¡Atrás de Rachetti venían los coliformes! (se ríe)."

Guambia
"La apertura de la revista que continuó a El Dedo fue muy interesante, porque mi trabajo fue más claro. En cada número sacaba las fotos del entrevistado de “La Patota” (Dabezíes, Di Candia, un grupo de periodistas jóvenes), también había mini entrevistas. Guambia era más seria (lanza una carcajada), más estructurada, mejor organizada. El Dedo era una chacota, estaba buenísimo trabajar con los dibujantes, tan jóvenes, tan locos, pero no era muy regular, ¡Guambia! (lanza una carcajada)."
"Me perdí la entrevista con Wilson (Ferreira Aldunate) luego que lo liberaron en 1985. No me acuerdo qué pasó, si estaba de vacaciones o me enfermé, pero siempre lo lamento. En los campeonatos del mundo invitaban a los políticos y personas conocidas a ver los partidos en una pantalla gigante. Era muy divertido, pero yo siempre estaba concentrado en los gestos, mirando qué foto sacar, en lugar de ver lo que desea a ver. ¡Gajes del oficio! (se ríe)."

1º de Mayo
–"La salida de Opción, entre 1981 y 1982, tal vez fue demasiado pronto, todavía la censura era muy fuerte antes de las internas de los partidos. De alguna manera en su época ayudó a abrir el panorama político para que pasara lo de 1983 y 1984, aquellos actos, movilizaciones y el fenómeno de los semanarios que si lo contás fuera del país, se sorprenden. Me acuerdo que hubo una manifestación grande, un mes antes en el Obelisco. El pueblo quería tomar la calle, ¡hubo unas corridas y apaleos en 18 de Julio, entre la Plaza de los Bomberos, la Facultad de Derechos, hasta el Obelisco. Aquella tarde saqué unas cuantas fotos. Era una marcha convocada por los decanos destituidos por la intervención dictatorial, ¡qué efervescencia, que deseos de libertad! Que no se enojen los jóvenes de hoy, pero aquello fue irrepetible. 
En el acto del Palacio Legislativo por el 1º de Mayo, me trepé al escenario que tenía el telón de fondo. Me subí por lo fierros para sacar una panorámica, después se avivaron y al siguiente pusieron una escalerita para los fotógrafos, hasta una pasarela de tres o cuatro caños para sacar fotos; pero aquella primera vez fue trepando con la cámara en una mano ¿y la otra que me temblaba! (se ríe)."

Fotoperiodista
"Hasta los 30 y pocos años hacía cosas riesgosas, ¡era tan joven e inconsciente! No medías las consecuencias. Lo pienso hoy y digo: ninguno de los peligros que enfrenté, voluntariamente, merecía la pena. Lo de aquel 1º de Mayo, aunque la fuera la nota de tapa, aunque se tratara de un hecho relevante en la historia reciente del país, fue un riesgo innecesario. El problema fue que se necesitaba una panorámica de la multitud. Hoy en día toman varias fotos y después las unen en la computadora, en aquel momento había que pegarlas a mano. Era difícil que quedaran bien, entonces, había que arriesgarse."

Obturaciones
"En 1983 tenía dos Nikon, una F2 y una FM. La F2 fue la primera línea para fotoperiodismo, ¡un clásico!"

"Los fotógrafos íbamos tan cargados que nos confundían con sanitarios (se ríe), una caja cuadrada repleta de máquinas y lentes, hasta saqué músculos (lanza una carcajada). Conservo ambas máquinas, y no las voy a vender, aunque me han ofrecido buena plata."

"Aquel era un trabajo completo, tomar la foto, cuidarse en la cantidad porque los rollos eran limitados, el revelado y positivado. No se podía sacar a diestra y a siniestra, estábamos muy ajustados. Había que estar en el momento y el lugar justo. Las máquinas de hoy son bárbaras, tanto en lo técnico como en las posibilidades que te brindan de capturar imágenes continuamente."

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