domingo, 18 de mayo de 2014

Mary Zavalkin, viuda de Vladimir, presidenta de la Fundación Roslik

Memoria y solidaridad en San Javier

María Cristina Zavalkin en abril de 2014.
-“Ni el compañero de celda de mi esposo, Jorge Gurin, Carozo, ni los médicos que hicieron la segunda autopsia, ninguno quiso hablar conmigo, ¡jamás! La única que se ofreció a contarme algo fue una enfermera que se me aceró  en la fiesta de los cien años de San Javier. ‘¿No te acordás de mí?’, me preguntó. Me dio vergüenza, porque no me daba cuenta quien era. ‘Fui quien te ofreció un cafecito y te dije que a tu esposo lo habían traído muerto desde el cuartel, que no era verdad su fallecimiento en el hospital.’ Ella me dio el teléfono de Burjel. ¡Ese encuentro me emocionó! Quedamos en vernos otra vez, pero, por un lado quiero, y por otro no. Estoy en una etapa en la que me está costando meterme el dedo en la llaga.”
-“Estoy convencida que el que sabe toda la verdad es (Julio María) Sanguinetti, y que el silencio forma parte de su pacto con los militares. Cuando estuve en la Casa del Partido Colorado para solicitar apoyo para conocer el resultado de la segunda autopsia, todos quedaron sorprendidos, menos él. Me trató muy bien, pero siempre con ese aire de que lo sabía todo. ¡No sé, de repente soy injusta! Pero tengo la sensación de que sabe cosas que se guarda.”
-“Cuando al tiempo vi las fotos de la autopsia de Vladimir, en el juzgado militar de la avenida 8 de Octubre, comencé a vomitar  y a sufrir diarrea. Cada vez que me acuerdo de aquellas imágenes horribles, me ocurre bastante seguido, comienzo a sentir contracturas, males de estómago, apago el teléfono, no duermo.”
-“Los militares me devolvieron sólo 27 de los cientos de libros que se llevaron de mi casa aquella noche. ¿Cómo podemos calificar ese hecho?”
Tumba de Roslik
en San Javier.
-“Algunos dicen que el caso de mi esposo está resuelto, que se supo la verdad (yo digo, gracias a los periodistas), que los principales culpables (Sergio Coubarrere y Mario Olivera)  fueron procesados por la justicia militar en aquel momento. ¡Pero estuvieron presos un par de días! Ahora ellos y otros cómplices del crimen andan sueltos por Fray Bentos, como si fueran inocentes.”
-“Que el asesinato de Vladimir estuviera dentro de la Ley de Caducidad era una vergüenza, pero peor todavía fue la desaparición de los expedientes cuando se anunció la reapertura del caso,. Dicen que luego aparecieron en Montevideo. Hace tres años me llamó a declarar la jueza de Fray Bentos (Livia Pignataro), por primera vez hubo una intervención judicial, ¡la primera y la última! Sinceramente, no sé qué pensar.”

Entrevista a Mary Zavalkin en el programa Uno por Uno (Canal VTV, Montevideo, 14 de mayo de 2014) 
https://www.youtube.com/watch?v=YqdXMKLCCxc&feature=youtu.be
https://www.youtube.com/watch?v=UK8GDreBSfw&feature=youtu.be
https://www.youtube.com/watch?v=SIU-0Dxt1m8&feature=youtu.be

Vladimir Roslik
Es el nombre de la Fundación creada el 18 de mayo de 1984, por la viuda del médico rural de San Javier. La institución posee, desde hace tres décadas, la Policlínica Popular Valodia (apodo ruso de Roslik), con cuatro consultorios y un médico de familia responsable del servicio: Eduardo Viera. Desde 2009 administra el Centro CAIF Kalovski (Palomitas), por convenios con INAU e INDA, que atiende a más de 80 niños de hasta tres años. El 27 de julio de 2013, cuando San Javier cumplió un siglo, fue inaugurado el Centro Diurno de Ancianos, en un moderno edificio ubicado detrás del Centro Máximo Gorki. La iniciativa contó con el apoyo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, Banco de Previsión Social, Intendencia de Río Negro, Fundación UPM y una donación de fondos de pensión de Rusia.
La Fundación Roslik posee dos instancias de organización. La Mesa Ejecutiva, que integran María Cristina Zavalkin (presidenta), Ana Semikin (vicepresidenta), Nelly Chulak (secretaria general). La Comisión Administradora está conformada por: María José Olivera (tesorera),  Fátima Silva (protesorera), Zoia Chulak, Clara Chaparenco, José Erramuspe, Yaqueline de Los santos, María Elena Roslik, María del Coral Pauletti, Luis Antonio Viera, Gladys Mabel Kalabujov (vocales).

Eduardo Laluz, médico militar que participó en la segunda autopsia del cuerpo de Vladimir Roslik 
“Nuestro silencio es un deber ético”

-Doctor, estoy en la casa de Mary y Valery, a la vuelta de la suya, ¿puedo verlo para charlar sobre el informe técnico que reveló el crimen de Roslik?
-Discúlpeme, pero tengo que salir, me voy a Montevideo…
-Entonces, ¿puedo verlo allá?
-No, discúlpeme, del caso Roslik nunca  hablé, y nunca voy a hablar, ¡no se enoje!
-¿Por qué el silencio persiste treinta años después? ¿Fue un pacto entre los médicos?
-No señor, no hubo un pacto, siempre actuamos de forma individual, de acuerdo a nuestra conciencia. Creo que de eso no hay dudas, ¿no?
-Ninguna, al contrario, dignificaron la profesión médica en un momento de dolor y terror. No se olvide, que usted es el único que queda vivo de aquel equipo…
-Sí, lamentablemente, mis colegas ya no están, algunos de ellos eran muy amigos. ¡Los tengo muy presentes! Lo que se hizo en aquel momento, fue en aquel momento. Todo lo que puedo decir, está en el propio informe, ¿para qué seguir escarbando en el dolor?
-Doctor, en este momento, Mary Zavalkin me muestra la cesárea que le hizo hace treinta años. ¿Valery nació por usted?
-Sí, ella es una gran mujer, el muchacho es muy bueno, pero le habrá dicho que yo no era su médico. Ese parto le correspondía al doctor Burjel. Como él no estaba en aquel momento, intervine por estar en la guardia. ¡Fue una casualidad!
-¿Le parece casualidad que el mismo médico que la asistió en el parto de su único hijo, fue también quien reveló la verdad sobre la muerte de su esposo?
-¡Eso lo dice usted! Para mí fue una casualidad, dicho con todo el cariño que siento por ambos. Ese parto le correspondía a Burjel, porque yo no era amigo de Roslik, lo conocía sólo como colega de San Javier. En ambos casos, el nacimiento y la autopsia, cumplimos con nuestro deber profesional, no creo que sea necesario decir mucho más.
-¿Sintió miedo por las represalias que podría sufrir como médico militar?
-No, nunca sentí miedo, nunca lo hablé con mis compañeros, pero estoy seguro que ellos tampoco. Nuestro silencio es respeto por el dolor y convicción ética. ¡No se enoje! me tengo que ir.
-¡Gracias doctor! La última pregunta: ¿qué siente cuando recuerda su participación en un acto médico memorable para la profesión y para el país?
-(Silencio…)
-¿Satisfacción?
-Lo de “memorable” corre por su cuenta, para nosotros fue ¡deber cumplido! Y me lo llevaré bien guardado acá (seguramente se estaba señalando el corazón). 

30 horas
Domingo 15 de abril de 1984
4 AM. Vladimir Roslik Bichkov, médico rural de San Javier, departamento de Río Negro, casado con María Cristina Zavalkin, padre de Valery, de cuatro meses, fue llevado de su domicilio por fuerzas militares. Mary todavía evoca aquella detención. “Se sentía ruido. Había un escándalo: golpeaban la puerta, parecía que la querían tirar abajo. Se sentía ruido de autos, y yo le dije a Vladimir que podría ser un accidente o algo, y que lo venían a buscar. Él gritaba 'ya voy, ya voy'. En eso se abrió la puerta y él me dijo 'no te asustes, Mary no te asustes, que son soldados'. Lo tenían en la cocina esposado y vi que se lo llevaban, me tiré al suelo y le puse los zapatos y un saquito por arriba. Él gritaba '¡otra vez no, otra vez para pasar por lo mismo, no!’ Nunca más lo vi con vida” Roslik fue trasladado a la comisaría de San Javier y luego al Regimiento 9 de Fray Bentos.



Lunes 16 de abril de 1984
3 AM. Miguel Zavalkin, suegro de Roslik, le informaba a su hija Mary: “Avisaron de la comisaría para que fuéramos a Fray Bentos a retirar el cuerpo de Vladimir.”
6 AM. Mary llegaba a la morgue del hospital de Fray Bentos, donde en una primera instancia se negaron a entregarle el cuerpo de su esposo. También le informaban que se le había practicado una autopsia. Tres horas después recibió un certificado de defunción incompleto, firmado por el doctor Eduardo Saiz.  Pronto inició la tramitación para trasladarlo en ambulancia a Paysandú. En la morgue del cementerio sanducero se realizó la segunda pericia forense. Fueron convocados los médicos militares Aníbal Juan Mojoli, Eduardo Laluz, Adolfo Montauban, Gonzalo Zuasti, Eduardo Saiz, además de Fernando y Jorge Burjel, veedores designados por la familia Roslik, todos ellos adscriptos a la sanidad de las Fuerzas Armadas, y otros testigos que también estaban en el cementerio.
8 PM. Los médicos salieron uno a uno, y Fernando Burjel abrazó a Mary, mientras le comentaba: “Lo único que te puedo decir por ahora es que hiciste muy bien en traerlo, que estuviste muy acertada; me entendés ¿no?”
10 PM. Mary Zavalkin regresaba a San Javier con el cuerpo de Vladimir Roslik.


La prensa dijo
“Llega a Montevideo la viuda de Roslik sin tener el informe de la segunda autopsia”
Titular del diario El Día (23/4/ 1984)

“Viuda de Roslik se reunió con Sanguinetti y Pozzolo”
Titular de El Día (24/4/84)

“Con todo lo cual queremos decir que el comunicado de la DINARP, si aspira a suscitar nuestra inquietud al informarnos sobre actividades subversivas recientemente reanudadas en algún lugar de Río Negro, consigue ciertamente su objetivo. Pero no en grado suficiente para que no insistamos en querer saber qué fue lo que aconteció al Dr. Roslik.”
Columna de opinión del semanario Búsqueda (25/4/1984)

“Caso Roslik: se solicitará a un juez civil una tercera autopsia
Colegio de Abogados hará hoy una firme declaración”
Titular del semanario Convicción (26/04/2014)

“Una nueva pericia forense se habría practicado ayer al cadáver del doctor Vladimir Roslik”
Titular de El Día (26/4/1984)

“Esto siempre ha sido algo muy, no sé, selectivo. A mi marido, pobrecito, siempre lo estaban molestando desde aquella vez en el 80. Tanto, que nunca hacíamos nada, no íbamos a ningún lado, porque él decía que tenía miedo de comprometer a los demás y comprometerse, porque decía que nunca quería pasar por lo mismo otra vez. Nunca. Y entonces, lo único que hacía era ir a jugar un poco a la baraja y después, cuando nació el bebé, esa era su vida, estaba loco de contento con el hijo.”
Mary Zavalkin en reportaje del semanario Aquí (26/4/1984)

 “Luego lo trajo en brazos. Un niño de cuatro meses, con enormes ojos celestes y una sonrisa que ensanchaba sus facciones rusas que llevarán los apellidos de una culpa que quizá nunca logrará entender. Después, un prolongado viaje, llegar a Montevideo y recuperar en parte la paz del anonimato, defensa imposible en un lugar como San Javier, lugar de dos hileras de casas, una decena de boliches y apellidos y caras sospechosamente rusos.”
Crónica del semanario Aquí (26/04/1984)

“Oremos por al alma de Vladimir Roslik que murió asesinado”
Titular del semanario Jaque, 27/04/1984

“Han pasado ya 12 días del episodio y aún no se ha dado a conocer una autopsia en la que participaron seis médicos. La gente se pregunta qué está pasando.”
Información del semanario Correo de los Viernes (27/04/1984)

Roslik, un clamor: Las voces del silencio
Contratapa de Manuel Flores Mora, semanario Jaque (27/04/1984)


“Caso Roslik preocupa al gobierno de los Estados Unidos”
Titular del diario El País (11/05/1984)

“Informe técnico final: Muerte de Roslik, violenta y multicausal
Ruptura de hígado, hemorragia, líquido extraño en pulmón derecho y estómago, equimosis bajo omóplato, edema agudo de pulmón y asfixia.”
Titular del semanario Jaque, 18 de mayo de 1984.

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