viernes, 18 de mayo de 2012

Una biografía de Mans Bengtsson, noble medieval sueco, juez, pirata, magnicida, que extendió su descendencia hasta Uruguay

Noche y Día

Grabado que recrea el asesinato de
Engelbrekt Engelbrektsson por Mans
Bengtsson, el  4 de mayo de 1436.
Según la leyenda fue con un hacha,
en un islote del lago Närke.
Su nombre era Magnus (“Grande”, en lengua escandinava), pero en los libros de Historia, Genealogía y Heráldica siempre será Mans, una versión diminutiva que preserva la memoria del más celebre personaje del clan Natt och Dag. Admirado por su clase, la nobleza de la Baja Edad Media, temperamental, inclemente, contradictorio. Fue el sexto propietario, en orden sucesorio, del Castillo Göksholm, notable patrimonio arquitectónico ubicado al sur del lago Hjälmaren, en el antiguo Landskap de Närke. Desde allí partió el ataque contra Engelbrekt Engelbrektsson, líder de una rebelión popular que había depuesto al rey Erik de Pomerania, y que por algunos meses fue Regente de Suecia. Una muerte memorable, fechada el 4 de mayo de 1436, todavía envuelta por una versión oficial que es objeto de investigaciones arqueológicas y controversias históricas. ¿Magnicidio? ¡Quizá!

Caballero, gobernante, parlamentario, soldado, juez, pirata, asesino y mucho más. Tanta diversidad define a una misma persona. Fueron atributos, privilegios y profesiones de Magnus Mans Bengtsson, descendiente del ancestral clan vikingo Natt och Dag (Noche y Día), creado en el siglo X por el caudillo Sigtrygg de Närke, aliado y anfitrión del mitológico Olaf II de Noruega.
Escultura de Mans Bengtsson
expuesta en el Museo de 
Örebro, de dudosa legitimidad.
Su padre, Bengt Stensson (1392–1451), era un noble rico e influyente, miembro del Consejo del Reino de Suecia. De su madre, Christina Magnusdotter (1400–1434), heredera del Castillo Göksholm, construido en el siglo XIII, recibió la heráldica oficial que utilizó toda la vida.
El eminente Hans Hildebrand, padre de la arqueología escandinava, revelaba dos rasgos de su legado histórico: corsario y magnicida. También señalaba su papel protagónico en la génesis del Estado sueco, por su audacia, su carácter y porque ejerció una profesión esencial en la organización política y jurídica: Lagman, hombre de leyes. Sus violentas contradicciones merecen ser observadas en el contexto de quien vivió hace seis siglos, protegido y subordinado por una severa influencia familiar y de clase: la implacable nobleza medieval.
Escudo del clan
Natt och Dag,
utilizado del siglo
XIII en adelante.
Nació en el feudo paterno de Stora Mellösa, sureste de la actual Provincia de Örebro, sin fecha exacta, porque no se hallaron documentos del bautismo ni datos del niño criado en el territorio histórico de Närke. Su nombre fue mencionado por primera vez en crónicas de 1435, como Väpnare (escudero) de Erik de Pomerania en su segundo reinado de la Unión de Kalmar, monarquía nórdica compartida por Suecia, Noruega y Dinamarca. Seis años después fue armado Riddare (caballero) en Upsala, durante la coronación de Cristóbal de Bavaria. Tampoco hay certeza sobre cuando fue Hövitsman (capitán, similar a un intendente actual) del Castillo de Brandaborg. Algunos afirman que en 1441, pero parece imposible, porque aún existía su antecesor, el Castillo de Täljehus luego devastado por un incendio. Para otros fue en 1450, una datación probable porque Brandaborg ya estaba construido. Al año siguiente fue nombrado juez de Närke, en sustitución de su padre.
Mans se casó tres veces. En primeras nupcias con Märta Klausdotter Plata (1410–1456), en segundas con Märta Magnusdotter Ros av Horshaga (1429–1466) y su tercer matrimonio fue con Ermegard Fikkesdotter von Bülow (1445–1509).
Castillo Göksholm en 2012.
Con Märta Klausdotter tuvo dos hijas: Cecilia (1448-1478) y Birgitta Mansdotter (1450-1511). Con Ermegard, los otros cuatro: Tuve Mansson (1467-1480), Kerstin Mansdotter (1470-1519), Johan Mansson (1471-1520) y Margareta Mansdotter (1472-1519). Con ella compartió la etapa final de su vida, y su mayor riqueza e influencia. Era hija de Fikke von Bülow, consejero de Dinamarca, caballero de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén. Un título único en la historia de Suecia, que indicaría una más que probable peregrinación a la Tierra Santa, pero no una participación en las Cruzadas. Fikke tenía posesiones en Brokind y Sundby, que a su muerte pasaron a los Natt och Dag como parte de la dote nupcial.

La muerte de Engelbrekt
Retrato de Engelbrekt
Engelbrektsson, líder
de la "Rebelión de los
Hombres de la Montaña"

y regente de Suecia.
Entre julio y agosto de 1433 se desató la revolución Engelbrektsupproret que movilizó a mineros, campesinos y burgueses del Landskap (provincia histórica) de Dalecarlia, actual Dalarna, contra los abusos del rey Erik de Pomerania y sus aliados de Dinamarca. La "Rebelión de los Hombres de la Montaña" fue liderada por Engelbrekt Engelbrektsson, Hövitsman de las fuerzas populares que se extendieron por todo el territorio y lo llevaron a la Regencia de Suecia. El gobierno de Engelbrekt duró pocos meses, pero el paso de los siglos lo elevó a héroe nacional.
Mans participó en la histórica reunión del Consejo del Reino que en enero de 1435 convocó a caballeros, clérigos y comerciantes que sesionaron en la ciudad de Arboga. Allí estuvo con su padre para votar la reconciliación con Erik, y también el 14 de octubre del mismo año cuando se firmó el tratado de restauración del monarca depuesto.
Engelbrekt se transformó en un objetivo militar de la nobleza, en aquel ambiente de la Baja Edad Media, previa al Renacimiento, repleto de conspiraciones. Su muerte fue el resultado de una combinación de intereses políticos, territoriales y económicos, y una mezcla de oportunidad militar y oportunismo personal.
El ataque contra el ex-gobernante tiene dos fechas posibles. La tradicional, el 27 de abril, y la revelada en modernas revisiones históricas: 4 de mayo de 1436.
Dibujo medieval de
Engelbrekt en pose de
guerrero. Su muerte
aún es señalada como
un crimen político.
Una versión publicada en las Karlskrönikan (Crónicas de Karl Knutsson Bonde) afirma que fue ejecutado por Mans Bengtsson como si se tratara de una pelea entres dos rivales que ajustaron sus cuentas personales.La biografía escrita por amanuenses de quien luego fue el rey Carlos VIII de Suecia, quedó perpetuada en los textos oficiales, pero como afirma el historiador Göran Dahlbäck, experto en Suecia medieval: “parece sensacionalista y de dudosa credibilidad.”
El narrador es el propio príncipe, acérrimo rival de los Natt och Dag, que nos propone imaginar a Bengt, cómodamente sentado frente a una estufa del Castillo de Göksholm, mientras aguardaba la oportunidad de vengarse de Engelbrekt. De repente recibe una noticia insólita: el enemigo se encuentra en una pequeña isla de lago Hjälmaren en las afueras de su feudo.
La semblanza sugiere que le dio una orden tajante a su hijo: “apúrate a conseguir un hacha para matarlo.” El joven Mans encuentra una, corre hasta el muelle y pide a gritos un remero. Desesperados navegan hasta el islote donde Engelbrekt descansa con su familia, partidarios y muchos guardias. Lo mata con ferocidad, mientras decenas de escoltas ni siquiera intentan un ademán defensivo.
Una descripción inverosímil, traducción bastante fiel del sueco antiguo, que se apoderó de la tradición popular, a tal punto que allí existe un monumento muy visitado por turistas que recorren el lago Hjälmaren sólo para conocer la “escena del crimen”.

Monumento en la plaza del
Ayuntamiento de Örebro.
La misma crónica presenta a Mans como un servidor arrepentido de Engelbrekt que había regresado al feudo de su padre, pese a los favores recibidos por la Regencia. Ambas apreciaciones parecen tan absurdas como que un caballero medieval hubiese utilizado un hacha. Escrita en 1452, poco después del acontecimiento, encierra una intención profunda de crítica contra los Natt och Dag, cubierta por una ignorancia aparente, porque así no funcionaban la caballerosidad y la nobleza. Mans ni siquiera tenía un hacha, un arma usual entre los soldados de campo. Es más probable que hubiese utilizado una espada o una ballesta, rápida y efectiva.
Plantadas las dudas razonables, parece un buen momento para realizar un guión más creíble sobre la muerte de Engelbrekt.
Mans y su padre se enteran de que el rival se acercaba por la ruta fluvial entre Örebro y Stockholm (Estocolmo). Con rapidez y eficiencia juntan sus ejércitos y preparan una incursión. Es necesario recordar que los nobles poseían cuerpos militares propios, con una buena cantidad de efectivos, muy bien entrenados para la lucha.
Monolito que señala
el sitio donde Mans
mató a Engelbrekt.
Pronto confirman que Engelbrekt pasará la noche en una isla en las afueras del Castillo de Göksholm. Sus tropas desembarcan por sorpresa y se enfrentan a la custodia, cuerpo a cuerpo. Un ex gobernante, en territorio hostil, no viajaba con pocos soldados y además reclutaba fuerzas en la región. Las fuerzas enfrentadas eran similares. Engelbrekt cae herido en combate y muere.
La hipótesis de Göran Dahlbäck parece creíble y desapasionada. Mucho más que las Karlskrönikan que desde hace seis siglos, con crítica subjetividad, presentan a Mans como poco inteligente y sin experiencia en las acciones militares rápidas y efectivas. El dato no es veraz. Casi adolescente había participado en batallas y luego capitaneó barcos piratas en el Mar Báltico, donde necesitaba tanto coraje como astucia; además su padre era un antiguo guerrero, sensato y experimentado.

Afiche del Partido Liberal sueco
que propone a Engelbrekt
como un símbolo republicano.
¿Venganza de piratas?
"Engelbrekt se levantó nuevamente en armas a principios de 1436, y junto a Carlos Knutsson, encabezó un ejército que marchó hacia Estocolmo. Ante el resurgimiento de la guerra fue convocada una asamblea para elegir a un nuevo regente. En esa ocasión Engelbrekt sólo obtuvo una tercera parte de los votos, y el ganador fue Carlos Knutsson con el apoyo del clero y la nobleza. Pero Engelbrekt mantuvo su influencia en el bando rebelde, por el apoyo que tenía entre burgueses, mineros y campesinos. El nuevo gobierno le otorgó la misión de liberar al país de los daneses que permanecían fortificados en los castillos suecos, encargo que había cumplido casi en su totalidad en tan sólo cuatro meses. Sitió Axvall, ciudad de la provincia de Vastra Götaland, pero por salud tuvo que regresar al Castillo de Örebro, donde tenía su residencia. Tras guardar reposo, fue llamado a una asamblea del Consejo en Estocolmo. Al no poder cabalgar realizó el viaje a través de los lagos. Durante una pausa en una isla del lago Hjälmaren, fue asesinado el 4 de mayo de 1436 por Mans Bengtsson Natt och Dag. Su padre, Bengt Stensson Natt och Dag, había incendiado un barco de Lübeck, por entonces capital de la Liga Hanseática, sobre el Mar Báltico, a pesar de que se había pactado la paz con Hansa. Engelbrekt le impuso un fuerte castigo por ese acto, pero pocos días antes de su asesinato sé había reconciliado con Bengt.”
La muerte de Engelbrekt Engelbrektsson narrada en la Segunda Edición del Libro de las Familias del Norte (Nordisk Familjebok, 1904-1926).

¿Por qué?
La escena del crimen en
un islote del lago Närke.
Mans era el personaje más odiado de Suecia, por su apoyo al impopular Erik de Pomerania y porque mató a Enngelbrekt cuando había un pacto de no agresión con los Natt och Dag. En medio de la convulsión política, tuvo tiempo, en verano, para asolar la costa de Östergötland ejerciendo otra de sus profesiones: Kapare, pirata.
Según el cronista medieval Ericius Olai, teólogo, dean católico y padre de la historiografía sueca, casi ocho meses después recibió una “Carta de Protección” de Karl Knutsson Bonde, antigio aliado de Engelbrekt y ambicioso aspirante al trono sueco.
Ingreso al actual Castillo Göksholm.
Si el príncipe tuvo algo que ver en el ataque, es una duda que todavía se plantean los investigadores. Había iniciado su vida política en la revolución Engelbrektsupproret y al poco tiempo fue nombrado miembro del Consejo. Alcanzó prestigio en las negociaciones por la restauración de Erik, fue propuesto para el cargo de Risksdrots (Supremo Jefe de Justicia) pero asumió como Riksmarsk (Supremo Condestable, responsable de la seguridad interior). Cuando el acuerdo se rompió, por incumplimiento del monarca, fue elegido Rikshövitsman (Gobernador Militar). Al principio debió compartir el gobierno con Engelbrekt, pero tras la muerte del caudillo se convirtió en el regente único de Suecia y anuló las pretensiones rebeldes..
Göksholm en el siglo XV.
Para Gabriel Anrep, genealogista escandinavo del siglo XIX, ambicionaba quedarse con todo el poder y que la muerte de Engelbrekt fue el paso previo a conseguirlo. Ello explica por qué Bengt y Mans recibieron todas las garantías para asistir al Consejo reunido en Söderköping, en diciembre de 1436. Allí el propio Knutsson Bonde y el oficial jefe político y jurídico Kristiern Nilsson Vasa, les entregaron un salvoconducto válido para circular seguros por todo el reino. A cambio, ambos debieron comprometerse a “recibir a todos quienes tenían asuntos pendientes.”
Sin embargo, a mediados del siglo pasado, los historiadores Henrik Schück, Kjell Kumlien y Klas-Göran Carlsson se basan en documentos de Ericius para afirmar que “de ninguna manera (Karl Knutsson Bonde) estuvo involucrado en el asesinato”, mientras reiteran que el trágico episodio fue el principal motivo de su enemistad con el clan Natt och Dag. También señalan que el salvoconducto fue entregado por presiones del Consejo para proteger a sus miembros que estaban amenazados por partidarios de Engelbrekt.
Escudo original de los
Natt och Dag, usual
en el siglo XI.
En 1437, Bengt y Mans se encontraban en la ciudad de Lund, en el lejano sur. Allí pusieron su sello en una carta, según se cuenta, acompañados por Kristiern y por Hans Kröpelin, gobernador del Castillo de Estocolmo. Dos años después viajaron a la isla Gotland, por encargo de Eric, para sumarse a la defensa frente un posible ataque de Knutsson Bond, con quien estaban enfretados. Una estadía mencionada en las Karlskrönikan, otra vez, de modo sarcástico. El relato describe su temerosa huída de Östergötland al mismo tiempo que sus tíos Bo y Nils Stensson, espantados por un rumor: se acercaba el ejército enemigo.

El juez justo
A partir de 1442 su nombre surge en muchos documentos, el primero, en una escritura de su primo Erengisl Nilsson, firmada en la mañana del 15 de enero, pero cuya autenticidad aún es discutida. Mans participaba más o menos regularmente en las reuniones del Consejo del Reino, era juez de Närke, viajaba por todo el territorio, hasta que de a poco se fue quedando en Göksholm. Allí había construido un castillo de piedra, poco común en aquella época, que utilizaba para sus grandes negocios con cargas comerciales y compraventa de tierra. “La imagen que emerge es la usual de un miembro común de la alta nobleza de final de la Edad Media”, informa el Diccionario Biográfico Sueco.
Maqueta de Göksholm, tal
como era en el siglo XII.
En 1448 el ambicioso Karl Knutsson Bonde consiguió su objetivo: fue coronado rey Carlos VIII de Suecia. Los Natt och Dag se aliaron con el linaje Oxenstierna enemigo del monarca. Conspiraron desde el principio, a tal punto que fueron líderes de una insurrección que lo destronó en 1457. Luego del triunfo asumieron dos regentes, Jöns Bengtsson Oxenstierna y Erik Axelsen Thott; en la lucha unidos, en el gobierno rivales. Aquel tiempo no era muy distinto al actual. Los poderes e intereses iban y venían sin mayores escrúpulos, a la misma velocidad que las pasiones. Mans pactó una alianza con Axelsen Thott, quien, mientras viajaba a Estocolmo lo dejaba en el comando de las fuerzas que sitiaron el Castillo de Örebro.
Maqueta de  Göksholm en el siglo XV.
Una vez en poder del feudo, actuó como juez, acompañado por el obispo de Strängnäs, el nuevo Höritsman y dos representantes de cada distrito de Närke. En una decisión inusual para la época, fue cuidadoso de la vida y los bienes de la población. Legalizó la posesión sin papeles de los campesinos en un documento notarial que finalizó con la frase “como se escribe” previa a la firma que otorgaba seguridad jurídica. Más extraordinario fue que respetara y negociara con los habitantes del feudo capturado, hasta de quienes lo habían enfrentado. No era la costumbre de un caballero como Mans, que arrasaba territorios con su ejército privado de infantes y jinetes. Es muy probable que haya atendido ruegos amistosos y que comprendiera la posibilidad estratégica de aproximarse a quienes no le habían perdonado la muerte de Engelbrekt.

Göksholm
Caballero Natt och Dag.
Mans Bengtsson llevaba el escudo de armas materno: el león y la flor de lis de los Göksholm. Un estandarte que portaba por una decisión jurídicamente nula, porque su clan legal era Natt och Dag, pero poco lo importó al magistrado que su opción fuera comentada como un absurdo en los tribunales suecos. De Kristina Magnusdotter heredó el castillo, aunque fue un regalo de bodas para Bengt Stensson, que a su muerte recibieron él y su hermana Brita Bengtsdotter.
Ejército Natt och Dag,
en el siglo XIV.
En ocasiones también utilizaba la heráldica de los Natt och Dag, el histórico campo dividido en dos mitades horizontales: el oro del sol y la plata de la luna, luego sustituida por el azul, históricos colores de la bandera de Suecia. Según la tradición, el Monasterio de Julita, su espacio religioso y de intimidad familiar, conservó ambos blasones como signo de respeto y unidad entre sus dos clanes filiales. En el Museo de Örebro está expuesto el altar que habría pertenecido a Mans, con su imagen esculpida, muy artística, pero de dudosa autenticidad.

Tan rico como un duende
Lago de Närke en su paso por la costa de Örebro.
Era la opinión unánime de amigos y enemigos, y una frase usual en toda la comarca de Närke. Los documentos conservados por los Natt och Dag demuestran que poseía tierras en las provincias de Götaland y Svealand, salvo Dalecarlia, Dalsland y la isla Öland, también en Örebro, Arboga, Nyköping y Estocolmo.
En 1456 comenzó a celebrar el Aniversarium, una misa de meditación y pesar que usualmente se realizaba el día de la muerte del testador o de alguien muy significativo para la familia. Mans eligió el 4 de mayo, la muy probable fecha de muerte de Engelbrekt. Para sus biógrafos fue un signo de arrepentimiento, aunque en ningún documento está reconocida la relación, ni la aflicción. Al contrario, en las siempre irónicas Karlskrönikan quedó escrito que jamás sintió remordimiento por un crimen que consideraba una solución política drástica, ¡pero solución al fin!
Espacio del Monasterio de Julita,
donde Mans Bengtsson celebraba
su Aniversarium. El edificio actual
 es muy distinto al medieval.
En 1469 fue mencionado por última vez como magistrado judicial. Algunas fuentes afirman que falleció el 19 de agosto de 1473. Para otras, el 22 de enero de 1476, cuando fue reemplazado como juez. También existe una tercera versión que señala el 13 de setiembre de 1477. Durante tiempo se creyó que estaba enterrado en el Monasterio de Julita, pero una carta encontrada en 1496 revela que él y sus padres fueron llevados al convento franciscano de Arboga.
Mans Bengtsson fue el más célebre personaje del clan Natt och Dag, entre otros nombres señalados en el Diccionario Biográfico Sueco: su bisabuelo Nils Sigridsson (1249–1299), caballero, consejero, gobernador de Värend, figura clave en la consolidación del linaje; Johan Mansson, hijo de Mans, consejero, gobernador de Kalmar, ejecutado en el Stockholms blodbad (Baño de Sangre de Estocolmo) del 10 de noviembre de 1520; los regentes Svante Nilsson (1460–1512) y Sten Sture den Yngre (1493–1520); Svante Ake Knutsson (1899–1969), abogado delAyuntamiento de Estocolmo, director general de la Junta de Defensa Civil, del Instituto Nacional del Seguro Social y del Ministerio de Salud.
Banderín de los
Natt och Dag.
Una notoriedad genealógica e histórica, que no significa popularidad, que se basa en sus diversos atributos, privilegios y profesiones. Caballero, consejero real, gobernante, parlamentario, soldado, juez, pirata, asesino y muchos más. También fueron múltiples sus intereses territoriales, económicos y políticos, o como dice un refrán ancestral de Närke: “Tan rico como un duende.”

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