Biblioteca Barrial Palomar de Cavia, una institución cultural en el sitio del Congreso de Abril de 1813. (Intendencia de Montevideo) |
El barrio de Tres Cruces está definido por el tramo final de la avenida 18 de Julio y su continuidad en la actual 8 de Octube, que en tiempo de la revolución formaban parte del “Camino a Maldonado”. También por la Avenida Italia, el antiguo “Camino a la Aldea”, cruzado por el actual Bulevar Artigas, antes conocido como “Camino a Punta Carretas”. En las primeras décadas del siglo XX era una zona suburbana, transformada en un barrio repleto de edificios y comercios, alrededor de la principal terminal de omnibuses de la ciudad y su centro de compras.
Bulevar Artigas y la Cruz de Juan Pablo II. (IM) |
El
historiador Isidoro de María aseguraba que el nombre del paraje se
explica por “tres cruces de madera” clavadas donde alguna vez, en
tiempos coloniales, fueron asesinados tres viajeros interceptados por
bandoleros donde hoy se ubica el Hospital Italiano. “No es
descartable que la explicación de Don Isidro sea sólo una leyenda,
y que las 'tres cruces' sean en realidad los 'tres cruces de caminos'
que marcan el lugar en el cruce o confluencia de la vieja calle del
18 de Julio, el Camino a la Aldea y el que llevaba a Punta Carretas”,
escribió Ricardo Goldaracena en su obra Los
barrios de Montevideo
(Ediciones Arca, 1998).
Palomar de Cavia
La original construcción en forma de corto cilindro vertical evoca historias coloniales y revolucionarias de Montevideo y la Banda Oriental alzadas contra el virreinato español, pero en realidad fue construido después de la independencia uruguaya. Está ubicado en Avelino Miranda y Avenida Italia, a una cuadra del centro geográfico de Tres Cruces, dentro del predio del Hospital Británico, al lado de un ombú centenario que le aporta aún más valor patrimonial.
Fue allí que José Artigas instaló el cuartel general de su campamento en el Segundo Sitio de Montevideo (1812-1814). El comando estratégico, ubicado entre el Camino de la Aldea (Avenida Italia) y el Camino a Maldonado (18 de Julio-8 de Octubre), estaba defendido por una batería y un reducto, con trinchera y parapeto, hacia el oeste, era fuerte para resistir un golpe sorpresivo de los españoles, mientras los hombres de su escolta protegían el este y el sur.
Palomar de Cavia por Pierre Fossey. (Biblioteca Barrial Palomar de Cavia) |
El “Palomar” fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1975, por ser un patrimonio histórico, arquitectónico que señala el espacio físico donde Artigas redactó las Instrucciones del Año XIII. Luego de décadas de abandono, por inicitiva de los vecinos de Tres Cruces, allí funciona la Biblioteca Barrial Palomar de Cavia, con más de 3.000 volúmenes.
Un barrio por Barrios
“Se halla situado en el cruce de las avenidas 8 de Octubre e Italia (antiguo camino de la Aldea). Según Isidoro de Maria el lugar recibió su nombre 'por las Tres Cruces de Madera que señalara a principios del siglo XVIII el lugar donde se consumó el asesinato de tres victimas por malhechores'. En 1812, antes de llegar el general Rondeau a formalizar el Sitio de Montevideo, las partidas volantes del intrépido artiguista Culta se aproximaban a Tres Cruces, retirándose en horas de la noche al Peñarol o a Las Piedras.
Placa en homenaje al Congreso de Tres Cruces, en Avenida Italia y Avelino Miranda. (Uruguay Educa) |
En los primeros tiempos de nuestra República se encontraba establecido en Tres Cruces el saladero y grasería del español Francisco Martinez Nieto, establecimien to que luego perteneciera a Gabriel Antonio Pereira y que dio un progreso decisivo a la industria de las grasas, con la utilización del vapor. 'Fue ésta -dice Jorge Grünwaldt Ramasso- la primera industria que, en la República, se valió de este fluido como transmisor del calor, pero no como fuerza motriz.' Agrega el autor estos datos de interés: 'En el año 1831 -se presume- fue importada de Inglaterra la primera caldera de vapor" con aquella finalidad, y en 1832 Martinez Nieto obtuvo 'el medio de extraer la grasa en gruesas cantidades de varios residuos animales, entonces sin destino útil, por una feliz y simple aplicación del vapor imaginado por él. El dispositivo construido por Martinez Nieto debió consistir en tachos de hierro recorridos por serpentines, en cuya agua sobrenadaban las grasas fundidas.'
Un río de libertad. Foto de un acto memorable cuando medio millón de uruguayos reclamaron el retorno de la democracia. Fue el 27 de noviembre de 1983, en el Obelisco de Montevideo. (José Pepe Plá) |
Un episodio heroico tuvo lugar durante el Sitio Grande en Tres Cruces, cuando el coronel José Neira, defensor de Montevideo, cayó mortalmente herido de bala el 17 de noviembre de 1843, cuando avanzaba en misión de reconocimiento con una guerrilla de veinte hombres. Para impedir que el cuerpo de Neira fuera profanado por los enemigos, el Coronel Garibaldi y un grupo de legionarios italianos atacaron los puestos enemigos y rescataron el cadáver tras violenta lucha.”
Cita de Los Barrios II, fascículo N° 8 de la serie Montevideo, Aníbal Barrios Pintos, Editorial Nuestra Tierra, 1971.
Orientales en abril
En el histórico Congreso de Abril realizado en la antigua chacra de Manuel Sainz de Cavia fueron electos seis diputados orientales ante la Asamblea General Constituyente y Soberana de la Provincias Unidas del Río de la Plata. En el encuentro se votó el reemplazo de Dámaso Antonio Larrañaga por Tomás García de Zúñiga y un segundo delegado montevideano: Mateo Vidal. También fueron elegidos: Francisco Bruno de Rivarola (Soriano), Marco Salcedo ( San José y San Juan Bautista) y otro argentino: Felipe Santiago Cardoso (Canelones) el único que no era sacerdote. Los cinco elegidos estaban muy cerca del Protector de los Pueblos Libres, y tres de ellos (Rivarola, Salcedo y Vidal, que vivían en la Banda Oriental) fueron los encargados de llevar a Buenos Aires las “Instrucciones del Año XIII”. El único aceptado por fue el sacerdote argentino Juan Dámaso Gómez Fonseca, representante por Maldonado, que asumió el 9 de abril de 1813.
El sacerdote Dámaso Gómez Fonseca, de pie, jura como diputado oriental en la Asamblea Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Buenos Aires, 9 de abril de 1813. |
En el histórico Congreso de Abril realizado en la antigua chacra de Manuel Sainz de Cavia fueron electos seis diputados orientales ante la Asamblea General Constituyente y Soberana de la Provincias Unidas del Río de la Plata. En el encuentro se votó el reemplazo de Dámaso Antonio Larrañaga por Tomás García de Zúñiga y un segundo delegado montevideano: Mateo Vidal. También fueron elegidos: Francisco Bruno de Rivarola (Soriano), Marco Salcedo ( San José y San Juan Bautista) y otro argentino: Felipe Santiago Cardoso (Canelones) el único que no era sacerdote. Los cinco elegidos estaban muy cerca del Protector de los Pueblos Libres, y tres de ellos (Rivarola, Salcedo y Vidal, que vivían en la Banda Oriental) fueron los encargados de llevar a Buenos Aires las “Instrucciones del Año XIII”. El único aceptado por fue el sacerdote argentino Juan Dámaso Gómez Fonseca, representante por Maldonado, que asumió el 9 de abril de 1813.
Tras el rechazo de los cinco elegidos en Tres Cruces, el general
argentino José Rondeau convocó al congreso del 19 de octubre de
1814 que votó a Pedro Feliciano Cavia y Pedro Fabián Pérez. Ambos
se incorporaron en el quinto y último período de sesiones de la Asamblea Constituyente de las Provincias Unidas del Río de la Plata, entre el
5 y el 26 de enero de 1815.
Tres Cruces en 1890, cuando Bulevar Artigas era el Camino a Punta Carretas que pasaba frente al Hospital Italiano. (Centro de Fotografía de Montevideo) |
Pueblo Tres Cruces
Así se denominaba el paraje, en 1868 delimitado por dos calles paralelas a la derecha y tres a la izquierda de la avenida 8 de Octubre. El pueblo comenzaba en los terrenos ubicados en la casa llamada La Gallineta por un almacén ubicado al final de la avenida 18 de Julio. Llegaba hasta 8 de Octubre y Garibaldi, donde estaba la quinta de los Sorchantes, por entonces una muy popular provisión que ocupaba el actual terreno del Instituto Crandon.
Plaza de Frutos
Bulevar Artigas en la década de 1930. (Centro de Fotografía de Montevideo) |
Fue
inaugurada el 16 de noviembre de 1994, para concentrar y organizar
los ómnibus de transporte nacional e internacional, de corta,
mediana, y larga distancia y turismo, por iniciativa de empresarios
del sector asesorados por el Estudio Luis E. Lecueder y el abogado
Luis Muxi Muñoz. Fue construida sobre un terreno de 43.000 metros
cuadrados, de los cuales 24.000 están edificados. El edificio cuenta
con tres niveles: servicio de encomiendas en el subsuelo, terminal
de ómnibus en la planta baja y centro comercial en el primer piso. Luego de un incendio, fue remodelado, ampliado y reinagurado en 2012. Es visitado por casi dos millones de personas al año.
Plaza
de la Democracia
Construida en 1978, en plena dictadura uruguaya (1973-1985) su primer nombre fue Plaza de la Bandera. Luego de la recuperación democrática fue cambiada la denominación del espacio público limitado por el bulevar
Artigas, Ocho de Octubre y Avelino Miranda. Allí se alza el monumento A la Bandera, un mástil de 30 metros de altura realizado por Alejandro Morón. Entre mucho hormigón se mantiene izado un Pabellón Nacional de 12 por ocho metros y sobresalen las pantallas laterales que simbolizan las "alas de la libertad".
Loba y Ansina
Monumento a la Loba que amamantó a Rómulo y Remo. (Intendencia de Montevideo) |
Detrás se encuentra el Monumento a Ansina, hombre de raza negra que acompañó a José Artigas en el exilio de Paraguay. La estatua de José Belloni, inaugurada en 18 de mayo de 1843.
Lencina y Ledesma
Un hecho curioso rodea al Monumento que evoca la memoria de Ansina. Una investigación histórica determinó que el esclavo liberto que acompañó a José Artigas durante sus últimos 30 años de vida en Paraguay no era el sargento Manuel Ledesma (1797-1887), como siempre se creyó. La verdadera identidad de Ansina era la de Joaquín Lencina (1760-1860), que sobrevivió diez años a su jefe y sus restos se perdieron en un cementerio paraguayo. Nunca se cambió la escultura de Ledesma adjudicada a Ansina; ni siquiera existe retrato conocido de Lencina. Apenas se borró el nombre original, pero quedó la escultura.
Un hecho curioso rodea al Monumento que evoca la memoria de Ansina. Una investigación histórica determinó que el esclavo liberto que acompañó a José Artigas durante sus últimos 30 años de vida en Paraguay no era el sargento Manuel Ledesma (1797-1887), como siempre se creyó. La verdadera identidad de Ansina era la de Joaquín Lencina (1760-1860), que sobrevivió diez años a su jefe y sus restos se perdieron en un cementerio paraguayo. Nunca se cambió la escultura de Ledesma adjudicada a Ansina; ni siquiera existe retrato conocido de Lencina. Apenas se borró el nombre original, pero quedó la escultura.
Fructuoso Rivera, con todas las letras. (Red Uruguaya) |
Las pantallas traseras, en hormigón y revestidas de mármol, poseen bajorrelieves con escenas de la Batalla del Rincón simbolizadas por un gaucho junto a un cañón, y de la Batalla de Cagancha, con un gaucho que entrega un mate.
La Cruz y la estatua
A metros de allí, sobre un cantero del bulevar Artigas, ubicado frente al túnel vehicular de 8 de Octubre, la Cruz y la estatua en bronce de Juan Pablo II, señalan el lugar donde el sacerdote polaco Karol Wojtyla ofició su primera misa uruguaya en 1985. Muy cerca de allí, en la esquina de Ocho de Octubre y Jaime Cibils, el Museo Antártico expone el primer pabellón uruguayo izado en el continente blanco.
Fue creado en 1857 en una inmueble de la Ciudad Vieja, y hasta 1861 conocido como Hospital Extranjero. En 1912 fue trasladado a su ubicación actual de avenida Italia y Avelino Miranda, donde funciona en un emblemático edificio sanitario proyectado y construido por la empresa del ingeniero y arquitecto inglés John Adams.
Hospital Italiano Umberto I. |
Ocupa un amplio predio de la manzana limitada por la avenida Italia y el bulevar Artigas. Construido en 1890 según proyecto del ingeniero italiano Luis Andreoni, sigue las inconfundibles líneas neoclásicas de su autor, compartidas con otros edificios emblemáticos de la ciudad: el Club Uruguay y la Estación del Ferrocarril Central, entre tantos.
Túnel
de 8 de Octubre
Inaugurado
el 18 de Julio de 1961, cuando Montevideo era gobernada por un
Consejo Departamental presidido por Daniel Fernández Crespo, su
objetivo original era facilitar el tráfico y establecer la
continuidad entre las avenidas 18 de Julio y 8 de Octubre. De 180
metros de longitud, fue presentado como una innovación vial y una “solución
para despejar la entrada de vehículos a la avenida Italia y su
tránsito por bulevar Artigas. Una solución moderna para uno de los
parajes mas transitados de la ciudad, donde, no obstante, un símbolo
eterno preside el complejo nudo urbano.”
Es
un gran monumento que remata la avenida 18 de Julio, en la entrada
del Parque Batlle. La pirámide alargada, de 40 metros de altura, en
bronce y granito rosado martelinado, fue realizada por el escultor
José Luis Zorrilla de San Martín, como un tributo a los patriotas
que aprobaron la primera Constitución de la República. Su base luce
tres inscripciones en relieve: Ley,
Libertad,
Fuerza.
Hospital de Clínicas Manuel Quintela
Es la mayor institución sanitaria del país, dependiente de la Universidad de la República (UdelaR), ubicada sobre la Avenida Italia, en el borde noreste del Parque Batlle. Es un hospital general de adultos de referencia nacional y regional. Además de las tareas asistenciales, allí funcionan áreas docentes, de extensión e investigación de la Facultad de Medicina estatal.
El edificio fue diseñado en 1929, por el arquitecto Carlos Surraco, ganador de un concurso internacional. Inaugurado el 21 de setiembre de 1953, el conjunto de 110.000 metros cuadrados está organizado en 23 pisos, con la fachada orientada al norte. Posee un anexo de cuatro pisos y un edificio de una planta para radioterapia. Hacia el sur, otro edificio de laboratorios y cocina se prolonga hacia la planta de calderas, talleres y los dos pisos del lavadero. La Comisión Directiva del Hospital de Clínicas está integrada por representantes de los órdenes docentes, egresados y estudiantes, y funcionarios no docentes.
Manuel Quintela (1865-1928)
Nacido en Treinta y Tres, ciudad del noreste uruguayo, el médico y profesor universitario, especializado en Otorrinolaringología, fue decano de la Facultad de Medicina entre los años 1909-1915, y 1921-1927. También fue diputado (1897); presidente de la Sociedad de Amigos de la Educación Popular (1905-1911, 1915-1919); del Jockey Club de Montevideo; de la Asociación Rural del Uruguay. Falleció cuando daba clases es un aula de su facultad.
Hospital Pereira Rossell
Es el principal centro de atención materna infantil del país, ubicado en el extremo sureste del Parque Batlle, donde a fines del siglo XIX estaba el “Velódromo Uruguayo”. El terreno fue donado por el matrimonio de Alejo Rossell y Rius y Dolores Pereira de Rossell para construir un Hospital de Niños Pobres. En marzo de 1901, el médico Alejandro Beisso y su esposa Desideria Parma donaron los fondos para construir un pabellón de Medicina General.
En junio de 1905 fue designado su nombre actual y los objetivos de un "servicio público laico y ajeno a toda corporación o secta religiosa”. El 22 de febrero de 1908 se inauguró la sección Niños con la asistencia del presidente Claudio Williman. En la misma época, el obstetra Augusto Turenne, lideraba la formulación del proyecto de construcción de la Casa de Maternidad. El 25 de diciembre de 1909 se colocó la piedra fundamental de la Casa de la Maternidad y Servicio de Protección Maternal.
En 1915 fueron construidos los pabellones dedicados a la Obstetricia y Ginecología, y tras una donación del pediatra Enrique Pouey se instaló la Curieterapia (Radiología). El 29 de mayo de 1915 fue estrenada la Maternidad.
El 12 de octubre de 1930 se construyó la Sección Niños y tres años después el pabellón de Ginecología y Curieterapia Ginecológica. En 1937 se construyó el pabellón "Alejandro Beisso”, de Asistencia Externa y Servicios Administrativos. El 30 de agosto de 1962 se inició la obra del "Nuevo Hospital de Niños". En 1993, cuando se excavaba el terreno, fue hallada una pieza histórica: la piedra fundamental del Instituto de Clínica Pediátrica y de Puericultura. Su nueva Emergencia Pediátrica, de las más modernas de la región, fue inaugurada en febrero de 2008, con motivo de los 100 años.
Parque Batlle
Hospital de Clínicas en 2013. (Municipio CH) |
El edificio fue diseñado en 1929, por el arquitecto Carlos Surraco, ganador de un concurso internacional. Inaugurado el 21 de setiembre de 1953, el conjunto de 110.000 metros cuadrados está organizado en 23 pisos, con la fachada orientada al norte. Posee un anexo de cuatro pisos y un edificio de una planta para radioterapia. Hacia el sur, otro edificio de laboratorios y cocina se prolonga hacia la planta de calderas, talleres y los dos pisos del lavadero. La Comisión Directiva del Hospital de Clínicas está integrada por representantes de los órdenes docentes, egresados y estudiantes, y funcionarios no docentes.
Manuel Quintela (1865-1928)
Nacido en Treinta y Tres, ciudad del noreste uruguayo, el médico y profesor universitario, especializado en Otorrinolaringología, fue decano de la Facultad de Medicina entre los años 1909-1915, y 1921-1927. También fue diputado (1897); presidente de la Sociedad de Amigos de la Educación Popular (1905-1911, 1915-1919); del Jockey Club de Montevideo; de la Asociación Rural del Uruguay. Falleció cuando daba clases es un aula de su facultad.
Hospital Pereira Rossell
Pabellones originales de Obstetricia y Ginecología. (Presidencia de la república) |
En junio de 1905 fue designado su nombre actual y los objetivos de un "servicio público laico y ajeno a toda corporación o secta religiosa”. El 22 de febrero de 1908 se inauguró la sección Niños con la asistencia del presidente Claudio Williman. En la misma época, el obstetra Augusto Turenne, lideraba la formulación del proyecto de construcción de la Casa de Maternidad. El 25 de diciembre de 1909 se colocó la piedra fundamental de la Casa de la Maternidad y Servicio de Protección Maternal.
Emergencia Pediátrica inaugurada en 2008. (Presidencia de la República) |
El 12 de octubre de 1930 se construyó la Sección Niños y tres años después el pabellón de Ginecología y Curieterapia Ginecológica. En 1937 se construyó el pabellón "Alejandro Beisso”, de Asistencia Externa y Servicios Administrativos. El 30 de agosto de 1962 se inició la obra del "Nuevo Hospital de Niños". En 1993, cuando se excavaba el terreno, fue hallada una pieza histórica: la piedra fundamental del Instituto de Clínica Pediátrica y de Puericultura. Su nueva Emergencia Pediátrica, de las más modernas de la región, fue inaugurada en febrero de 2008, con motivo de los 100 años.
Parque Batlle
Vista del Estadio Centenario, en el Parque Batlle. (Trocadero) |
Aquel
territorio pertenecía al filántropo Antonio Pereira que lo donó a
la Intendencia Municipal por un testamento que tenía una cláusula
desafiante: la comuna tenía un plazo de cinco años después de su
muerte para crear un espacio recreativo. Pereira falleció en febrero
de 1906 y en 1911 nació uno de los parques más hermosos de la
ciudad. Los jardines y el diseño del paisaje fueron proyectados por
un famoso arquitecto francés Carlos Thays.
Estadio Centenario
Fue construido en tiempo récord, de ocho meses, con planos del arquitecto Juan Antonio Scasso. En su estructura casi circular, de superficie similar a la del Coliseo de Roma, caben 70.000 espectadores que observan cada partido con comodidad y el mejor ángulo visual, aún desde los sectores más altos de sus cuatro tribunas: América, Olímpica, Ámsterdam y Colombes. “Es el primero del mundo destinado exclusivamente al fútbol”, reconoció el francés Jules Rimet, histórico presidente de FIFA, antes del partido Uruguay-Perú, que inauguró el Mundial de 1930.
En el centro de la Tribuna Olímpica,
a cien metros de altura, se eleva su símbolo máximo: la Torre de
los Homenajes, un esbelto tributo a los campeones olímpicos de
1924 y 1928. El mirador diseñado por Juan Scasso es un ejemplo mayor
de Art Déco deportivo, con
notoria influencia expresionista, de noche realzado por grandes
reflectores que lo muestran tal cual es: monumental.
Torre de los Homenajes del Centenario. (Trocadero) |
Estadio Centenario
Fue construido en tiempo récord, de ocho meses, con planos del arquitecto Juan Antonio Scasso. En su estructura casi circular, de superficie similar a la del Coliseo de Roma, caben 70.000 espectadores que observan cada partido con comodidad y el mejor ángulo visual, aún desde los sectores más altos de sus cuatro tribunas: América, Olímpica, Ámsterdam y Colombes. “Es el primero del mundo destinado exclusivamente al fútbol”, reconoció el francés Jules Rimet, histórico presidente de FIFA, antes del partido Uruguay-Perú, que inauguró el Mundial de 1930.
Piedra fundamental del Estadio Centenario. (Museo del Fútbol) |
Museo del Fútbol
Camiseta de Obdulio Varela en el triunfo de Maracaná. (Museo del Fútbol) |
Inaugurado
en 1974, se ubica debajo de la Torre de los
Homenajes para preservar y exhibir
documentos, objetos e imágenes de la selección Celeste
y de las instituciones afiliadas a la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Una institución cultural que desde su reinauguración, en 2004, es
un espacio de encuentro entre los uruguayos y un centro de referencia
del patrimonio deportivo internacional.
Está organizado en dos
pisos de 3.000 metros cuadrados. En la planta alta se presenta una
exposición permanente, con dos atracciones principales: la camiseta
N° 5 que utilizó Obdulio Jacinto Varela, el legendario Negro
Jefe de la gesta de Maracaná y los objetos
de José Nasazzi, el mitológico Mariscal,
capitán de capitanes de la época de oro del fútbol uruguayo.
Cientos de casacas deportivas, botines, banderas y trofeos, forman
parte de un tesoro histórico. Un mural fotográfico conmueve al
visitante: la colocación de la piedra fundamental del Estadio.
Pista de Atletismo
Fue diseñada por el
arquitecto Juan Antonio Scasso y estrenada en
1922 como un referente de la cultura física uruguaya y continental.
Dos décadas después se fundaba el Instituto
Superior de Educación Física, en la histórica
sede que lleva el nombre de Alberto Langlade, un erudito en la
formación de docentes y entrenadores deportivos, que en la década
de 1960 alcanzó prestigio mundial.
Velódromo Municipal
Es otro
interesante ejemplo de arquitectura Art Déco
aplicada al deporte. Inaugurado en 1938, el
óvalo capitalino lleva el nombre del ciclista Atilio François, El
León de Carmelo, quien en 1947 fue vicecampeón del mundo en persecución individual. Al sudeste de la
avenida América Ricaldoni, que circunvala el Parque Batlle, se
encuentra el Polígono de Tiro del
Ministerio de Defensa Nacional, casi en frente dos canchas de fútbol
gemelas y unidas entre sí: el Parque Palermo, de
Central Español, y el Parque
Méndez Piana, de Miramar Misiones.
La Blanqueada
El histórico barrio vecino de Tres Cruces evoca la existencia de una casa de comercio pintada de color blanco en los albores del paraje, según Orestes Araújo, geógrafo mallorquín radicado en Montevideo a fines del siglo XIX.
Tiene como eje a la avenida 8 de Octubre, entre Bulevar Artigas, Bulevar José Batlle y Ordóñez (ex Propios) y Avenida Italia. Sus barrios limítrofes son La Unión al este, Parque Batlle al sur, Villa Española al norte y La Comercial al oeste.Iglesia de Tierra Santa. (Intendencia de Montevideo) |
Es una zona caracterizada por sanatorios y centros de salud, públicos y privados. Entre tantos se destacan la Maternidad del CASMU (Maternidad), el Sanatorio Impasa, el Hospital Evangélico, el Sanatorio de la Médica Uruguaya, el Hospital Militar y el ex Sanatonio Larghero, hoy Juan Pablo II, del Círculo Católico.
Instituto Crandon. |
Sobre la avenida 8 de Octubre se encuentra el Palacio de Cristal, sede del Club Nacional de Football y en frente se alza el Estadio Gran Parque Central. A pocas cuadras, próximo a 8 de Octubre y Garibaldi, el Ministerio de Defensa Nacional de Uruguay se aloja en un edificio que es Patrimonio Histórico: el "Petit Hôtel" construido en 1917 por el arquitecto Joseph Carré para Carolina Blixen de Castro.
Ministerio de Defensa. |
En 8 de octubre y Mariano Moreno, casi en esta esquina, vivió la poetisa Juana de Ibarbourou, conocida en el mundo como Juana de América, y también el dramaturgo Florencio Sánchez.
Gran Parque Central
Monolito colocado en la cancha del Parque Central que evoca el primer partido de los mundiales de Fútbol, 13 de julio de 1930. (Club Nacional de Football) |
Vaya si
la mítica cancha del Club Nacional de
Football posee una historia para contar. Fue inaugurada el 25 de mayo
de 1900 en el sitio que preserva la memoria de la Quinta de la
Paraguaya, donde José Artigas fue proclamado Jefe
de los Orientales, en el barrio La
Blanqueada. La FIFA reconoció su valor patrimonial, con un monolito
colocado a un costado de la cancha. “Gran
Parque Central. Aquí se jugó el primer partido de la historia de
los Mundiales de Fútbol. 13 de julio de 1930. Estados Unidos 0 –
Bélgica 0.”
El
primer gol de los mundiales fue marcado ese mismo día, en un arco de
la desaparecida cancha del Club Atlético Peñarol, construida por
Juan Scasso, en un predio de la Estación de la Compañía
Transatlántica de Tranvías. El tanto del francés Lucien Laurent,
convertido a metros de la actual esquina de Rivera y Soca, es un
patrimonio inmaterial de la FIFA, que sólo vieron mil espectadores
del partido Francia 4 – México 1. Más de 76 años después, allí
se colocó una escultura del arquitecto Eduardo Di Mauro, ganador del
Concurso En busca del arco perdido.
Quinta de la Paraguaya
Inauguración de una placa en el sitio de la Quinta de la Paraguaya, en el ingreso al Parque Central. (Presidencia de la República) |
10 de octubre de 1811 cientos de orientales se reunieron en la casa-quinta de Juana Suárez, conocida como
La Paraguaya, por entonces una lejana propiedad en los extramuros de
Montevideo, en el actual barrio de La Blanqueada. Habían sido
citados por el general argentino José Rondeau, jefe del Primer Sitio de Montevideo, para hablar sobre las
negociaciones de Buenos Aires con el virrey Francisco Xavier Elío.
En el encuentro estuvo el delegado bonaerense José Julián Pérez, quien expuso la necesidad de levantar el bloqueo, luego de las derrotas revolucionarias en el Alto Perú y el peligro de una invasión del ejército portugués, por entonces eventual aliado español. De nada valieron las explicaciones de Pérez para convencer a los vecinos. Aunque no fue contemplada la
opinión de la mayoría, la Asamblea de la Quinta de la Paraguaya es recordada porque allí José Artigas
fue proclamado Jefe de los Orientales.
Panadería de Vidal
Fue un comercio del actual calle Joaquín Requena, entre Pedernal y Lorenzo Fernández, en el barrio Jacinto Vera, donde los orientales se reunieron por primera vez en una asamblea popular revolucionaria. El 10 de setiembre de 1811 recibieron a representantes del gobierno de Buenos Aires que estaban allí para convencerlos sobre la necesidad de firmar un armisticio con el virrey Francisco Xavier Elío. Los vecinos se negaron a entregar las armas y continuaron la lucha contra el poder español. Un mes después, los delegados porteños lo intentaron por segunda vez en la Quinta de La Paraguaya.
La Carreta, de José Belloni. (Trocadero) |
Plazas y Monumentos
La
fuente luminosa del Parque Batlle se ubica frente a la Pista de
Atletismo, a metros de la estatua del gran médico Luis
Morquio, en
la calle que desemboca en el Obeslisco.
La Carreta es una obra maestra de José
Belloni, en bronce sobre base de granito rosado, que evoca al clásico
medio rural de transporte y carga. Fue estrenada en 1934, en un
espacio de la avenida Lorenzo Mérola, frente a la tribuna América
del Centenario. Casi a su frente, al lado de la tribuna Colombes, el
monumento A los campeones,
de Amado Chiahan, es un homenaje a los triunfadores olímpicos y
mundiales.
A los Campeones, de Amado Chiahan. (Trocadero) |
Muy visible entre las
tribunas Ámsterdam y Olímpica, la talla de Atilio
Narancio, inmortaliza al médico, político y deportista que
lideró la participación uruguaya en los Juegos Olímpicos de París
1924. La imagen de Narancio, creada por Stelio Belloni, reposa sobre
un pedestal de granito gris con bajorrelieves. El Discóbolo
del Parque Batlle es una réplica en bronce, sobre base
de hormigón, de la obra del escultor griego Mirón. Como el original
expuesto en el Museo del Louvre, muestra a un atleta desnudo
preparándose para el lanzamiento del disco.
Ejemplar de Podocarpus sp, Monumento Natural del Parque Batlle, frente a la Tribuna Olímpica del Estadio Centenario. (Alejandro Sequeira) |
Frente a la tribuna Olímpica del Estadio Centenario, ubicado sobre un terraplén, a pocos metros del Hospital de Clínicas, se encuentra un árbol considerado "Monumento Vegetal”. Uno de los diez ejemplares de Podocarpus sp presentes en Montevideo, de casi 20 metros de altura y un diámetro aproximado de 1,27 metros. A pocos pasos hay otro magnífico testimonio natural: una higuera de Bengala o Baniano (Ficus benghalensis) de grandes dimensiones. En el Parque Batlle conviven árboles de gran tamaño, muchos ancianos: araucarias, palmeras, ombúes, una notable aruera (Litrhraea molleoides) y una hermosa
Zoológico de Villa Dolores
Desde hace más de un siglo, es uno de los paseos preferidos de los uruguayos, y siempre lo será, sin importar creencias, origen, cultura o edad. También fue el pionero americano, hace 52 años, en la creación de un cuerpo docente especializado informa sobre fauna y ambiente. No hay una fecha exacta de fundación, pero celebró sus cien años en 1994. Su primer propietario fue el filántropo Alejo Rossell y Rius, donante del predio ubicado en el barrio que aún evoca la memoria de su esposa: Dolores Pereira Buxareo.
Está
organizado en regiones geográficas que priorizan las faunas de
África, Asia, América y Australia, y en áreas temáticas
fundamentales: Grandes Felinos, Camélidos Sudamericanos,
Paquidermos, Primates y Vivario. A su lado, otra atracción educativa
es el Planetario Municipal Agrimensor Germán Barbato, que en 1955
inauguró el primer proyector astronómico de Iberoamérica.
Congreso
de Tres Cruces
Congreso de Abril de 1813, Pedro Blanes Viale, óleo sobre tela, 0.98 x 0.51 cm. Pinacoteca del Palacio Legislativo, Montevideo. (Uruguay Educa) |
Se
conoce que, en realidad, el cenáculo debió comenzar el 3 de abril,
sin embargo se pospuso hasta el 5 debido a las malas condiciones
climáticas. El acta levantada aquel día –comienzo de sesiones–
decía que se encontraban en el Congreso 'Los diputados de cada uno
de los pueblos de la Banda Oriental del Uruguay'. Este aspecto ha
causado polémica entre algunos historiadores, pues han reincidido en
el hecho de que, al parecer, los diputados eran –en su práctica
totalidad– terratenientes, gente del patriciado y comerciantes, lo
que provocaría como consecuencia de que las políticas sociales a
adoptar por el programa artiguista estuviesen excluidas de la
discusión, según esta interpretación.
Interpretación libre del Congreso de Abril de 1813. (Uruguay Educa) |
El
pacto finalmente aprobado contenía ocho ítems que debían cumplir
las autoridades constituyentes porteñas, que, en lo esencial,
contenían una serie de aspiraciones orientales que nunca oyeron eco
en Buenos Aires, encomendadas anteriormente por el caudillo a Tomás
García de Zúñiga. Dichas pretensiones eran: el desagravio a
Artigas y al pueblo oriental por las ofensas de Manuel de Sarratea,
un aval del no abandono al asedio de Montevideo y de recibir
pertrechos bélicos para la prosecución de la lucha, y el reembolso
por parte de Sarratea de las armas robadas por éste al Cuerpo de
Blandengues. Las disposiciones sexta y séptima contienen los
aspectos esenciales del convenio:
Disposición
Sexta: Será reconocida la confederación defensivo ofensiva de esta
Banda con el resto de las Provincias Unidas, renunciando cualquiera
de ellas a la subyugación a que se ha dado lugar por la conducta de
este anterior gobierno.
Instrucciones del Año XIII, boceto en carbón de Carlos María de Herrera, 1.450 x 1.050 cm. (Portal Ceibal) |
Según
el estatuto aprobado por la Asamblea de Buenos Aires –que
desconocía la condición de provincia de la Banda Oriental–
preveía un proceder especial para ésta en materia de designación
de diputados: Se podían elegir sólo dos, uno por Montevideo y otro
por Maldonado. Sin embargo, el Congreso de Tres Cruces, a su vez,
desconoció estas disposiciones y creó otras propias, basadas en el
antiguo derecho colonial. Según esta nueva resolución, se elegirían
dos diputados por la cabeza de provincia (Montevideo) y uno que
represente a su respectiva villa con Cabildo (Santo Domingo de
Soriano y Guadalupe de los Canelones, actual ciudad de Canelones)
además de un único emisario de poblaciones que contasen con 'medio
cabildo'; o sea, San Juan Bautista –actual Santa Lucía– y San
José de Mayo, logrando la Banda Oriental una representación total
de cinco congresistas.
Acatando
las nuevas disposiciones orientales y contradiciendo las porteñas,
fueron elegidos Mateo Vidal y Dámáso Antonio Larrañaga por
Montevideo, Felipe Santiago Cardoso por Guadalupe de los Canelones y
Dámáso Gómez Fonseca por Maldonado, Francisco Bruno Rivarola por
Santo Domingo de Soriano y el único representante de San José de
Mayo y San Juan Bautista: Marcos Salcedo.
Los
diputados fueron suministrados con un conjunto de instrucciones, las
célebres Instrucciones del año XIII; uno de los escritos esenciales
del artiguismo. En la sesión correspondiente al 20 de abril, los
congresales denominaron los miembros constituyentes de un Consejo o
Gobierno que velase por la recuperación y proyección de la economía
oriental, siéndole otorgadas la responsabilidad de varias tareas
cuyo norte común era el ya mencionado. Se trataba de los albores del
denominado Gobierno Económico de Canelones.
Artigas dictando las Instrucciones a su secretario José Monterroso. Óleo sobre tela, Pedro Blanes Viale, 328.3 x 239.3 cm. (Uruguay Educa) |
En
ese contexto, el caudillo oriental ordenó al diputado Felipe
Santiago Cardoso a idear y desarrollar una campaña de acusación y
propaganda sobre la postura de la Asamblea Constituyente en lo que
respecta a las demás provincias, y debió pagar por ello con su
detención y posterior confinamiento, por orden el gobierno.
Larrañaga, desarrollando una labor de mediación ante las cada vez
más tirantes relaciones entre Buenos Aires y Artigas, finalmente
logró convencer a este último de la congruencia de convocar a una
nueva asamblea que regularice el sistema de designación de diputados
–Asamblea de Capilla Maciel– y los constituyentes porteños
finalmente accedieron a darle a la Banda Oriental una representación
de hasta cuatro diputados.
Pese
a la intensa labor de Larrañaga en cuanto a la lima de asperezas
entre Artigas y Buenos Aires, que dio algunos frutos, es evidente que
la convergencia total entre las dos partes estaba muy lejos de ser
alcanzada. Ello iría, con el devenir de los hechos posteriores, cada
vez más en aumento. Es que, esencialmente, de una orilla y de otra
del Río de la Plata se manejaban puntos de vista diametralmente
opuestos: mientras que para el Gobierno bonaerense Artigas era un
mero jefe militar díscolo, el pueblo oriental lo consideraba el
Protector de un pueblo soberano e independiente.”
Portal Educa, Administración Nacional de Educación Pública del Uruguay
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