martes, 4 de diciembre de 2012

Historias de amor, aromas y colores en el Prado Oriental y la Rosaleda de Juana


Frente del Hotel del Prado, sobre la avenida
Delmira Agustini, luego del último reciclaje.
(Estudio Giordano/Lorente)
Más de un siglo de encuentros y miradas

El rey Eduardo VIII estuvo allí en 1925, cuando todavía era el Príncipe de Gales heredero al trono británico. Cuenta una leyenda del Hotel del Prado que sus jardines inspiraron algunas cartas románticas de quien once años después abdicó por amor a una plebeya, para pasar a la historia como el Duque de Windsor. En aquel 1936 fue recibido el presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt, quien no ocultó su admiración por el encantador ecleticismo del edificio, por la sugestiva presencia de la cercana Fuente Cordier, por la forma y los tonos del "Rosarium".

Sobre la base de un artículo realizado por el aniversario del Hotel del Prado y el Capítulo "Patrimonio Natural" del  libro "Montevideo Manual del Visitantes 2013".

Fuente Cordier con sus tres imágenes
que simbolizan a los ríos Paraná,
Uruguay y de la Plata.
(Intendencia de Montevideo)
Las avenidas del antiguo Prado Oriental cruzado por el arroyo Miguelete llevan nombres de escritoras: María Eugenia Vaz Ferreira, Delmira Agustini, Esther de Cáceres, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni, Clara Silva. No es casualidad en un territorio poético, trazado por árboles frondosos, espejos de agua, espacios recreativos, estatuas y monumentos emblemáticos. En el paseo que evoca a Delmira se ubica la escultura Los últimos charrúas, de Edmundo Prati, Gervasio Furest, y Enrique Lussich. Los cuatro sobrevivientes de la raza, Senaque, Vaimaca Pirú, Guyunusa y Tacuabé, se muestran con sus vestimentas típicas, rodeando un fogón en el que se calienta un caldero.
A su frente, cruzando la avenida, la fuente del francés Luis E. Cordier (1848-1925) anuncia la ecléctica suntuosidad del Hotel del Prado. La obra de los arquitectos Juan Veltroni y Jules Knab fue inaugurada el 15 de setiembre de 1912, sobre los cimientos del antiguo Hotel El Recreo, otrora lujosa posada preferida por los recién casados del siglo XIX para compartir las lunas de miel más románticas. 
La fuente en 1922, el año de su traslado
desde la Plaza Independencia al Prado.
(Centro de Fotografía de Montevideo)
El Hotel del Prado fue diseñado como un espacio de fiestas y reuniones, casino, salón de té y restaurant, dentro de un área de 1.200 metros delimitada por las calles Carlos María Pena, Gabriela Mistral y Julio Mendilaharsu. Fue ampliado y reformado en 1998, y desde entonces posee dos glorietas que le entregan un ambiente ideal para el encuentro y el deleite.
El proyecto de recuperación patrimonial, del Estudio Giordano/Lorente, en 1999 obtuvo el Premio de la Sociedad de Arquitectos a la Mejor Obra Realizada en materia de Reciclajes. El trabajo aún evoluciona, con la dirección de Fernando Giordano.
Hotel del Prado en 1912,
el año de su inauguración.
(Centro de Fotografía de Montevideo)
El edificio fue declarado Monumento Histórico Nacional por la originalidad de sus valores artísticos, y por sus líneas, que recogen los más diversos estilos arquitectónicos. Sus jardines poseen maravillas naturales, que conviven con bancos y faroles de época, y una escalinata de cautivadora elegancia.
El trazado de sus caminos interiores siempre conduce a la Fuente Cordier. Un monumento inaugurado el 25 de agosto de 1916, en el centro de la Plaza Independencia, y en marzo de 1922 trasladado a la terraza del Hotel del Prado. Sus tres figuras femeninas, una de ellas sentada, y las otras reclinadas tocando con sus manos la de la central, simbolizan a los ríos Uruguay, Paraná y de la Plata.
El Hotel del Prado y su entorno mantienen toda su vigencia como sitio de encuentros familiares, citas románticas, fiestas y reuniones, en la misma dirección de Gabriela Mistral 4223. Un siglo después, nuevos emprendedores evocan cada día, aquel sitio que convocaba a una multitud en la legendaria Quinta de Buschental.

Jardín Botánico en otoño.
Prado Oriental
Ubicado a sólo tres kilómetros del Centro montevideano es un amplio espacio verde de 106 hectáreas, en torno al arroyo Miguelete, que le sirve de columna vertebral. Inicialmente fue la Quinta del Buen Retiro del inmigrante francés José de Buschental, que su compatriota el célebre paisajista Juan Lasseaux pobló de especies forestales, flores y plantas frutales traídos de todo el mundo. En 1873 el predio original, sumado a otras casas quinta, fue transformado en parque público y sitio de recreo.
En 1902 el paseo incorporó un jardín botánico que desde hace décadas se denomina Museo Jardín Profesor Atilio Lombardo, y que funciona como centro de actividades científicas, información y divulgación general sobre la ciencia vegetal. En sus recorridos temáticos, uno ecológico, otro geográfico y otro botánico, el visitante puede conocer la flora más diversa del planeta y una extensa muestra de plantas selváticas, acuáticas, de lugares secos, de sombra e interiores. 
 
Atardecer en la Rosaleda.
(Centro de Fotografía de Montevideo)
Rosarium, Rosedal, Rosaleda
Fue inaugurada el 17 de diciembre de 1912.  La obra del paisajista francés Charles Racine, inspirada en los jardines del Palacio Malmaison, en aquel entonces se llamó Rosarium. Su diseño urbanístico fue creado por el arquitecto Eugenio Baroffio. Luego fue El Rosedal y actualmente se denomina Rosaleda Juana de Ibarbourou, en honor a la mayor poetisa uruguaya. Su entorno fue enriquecido por una una Galería a Cielo Abierto del Centro de Fotografía de Montevideo que todo el año expone imágenes en el Pasaje Clara Silva, frente a la orilla sur del arroyo Miguelete.
El camino de las rosas.
(CFM)
Su historia comenzó dos años antes de su construcción, en 1910, cuando importaron más de 10.000 rosales franceses. En la actualidad posee más de 30.000 especies de flores.
La Rosaleda está conformada por cuatro pérgolas de 60 metros de largo coronadas por ocho cúpulas, entre las cuales florecen las Rosas de Banksia, ejemplares chinos que, cada año, son las primeras que anuncian el inicio de la primavera montevideana.
En medio del emblemático espacio, que desde hace un siglo convoca a los enamorados de la ciudad, se encuentra una fuente de bronce rodeada por  veinte columnas. En ellas hay rosales antiguos y exóticos de diferentes colores, que se contornean para crear las más diversas formas. Desde el centro parten ocho caminos que invitan al visitante a descubrir otras variedades que crecen en el jardín más popular de Montevideo.
Las rosas de la Rosedala del Prado.
(CFM)
La primavera es la época más hermosa para visitarlo, cuando la mayoría de los rosedales están florecidos, pero también posee bella perdurable todo el año porque alberga especies que florecen en otras estaciones.
De las antiguas civilizaciones de Mesopotamia aún se conservan frescos con dibujos de rosas. Una iconografía que demuestra que en la legendaria Babilonia ya se cultivaban rosales y se los utilizaba para adornar los jardines colgantes de la ciudad. 
Fotogalería a Cielo Abierto del Prado,
en el Pasaje Clara Silva esquina
Delmira Agustini, próximo a la Rosaleda.
(Centro de Fotografía de Montevideo)
También en la India y entre los antiguos griegos, la rosa es un símbolo de amor y belleza. Se dice que en Roma, los grandes banquetes se celebraban, entre otros platos, con buñuelos rellenos con pétalos de rosas.
La célebre Josefina Beauharnais, esposa de Napoleón Bonaparte, era una enamorada de las rosas. Fue a principios del siglo XIX que transformó en un hermoso rosedal, el jardín del castillo Malmaison. Un elegante espacio natural que era referente para expertos botánicos y paisajistas. 
Aunque el jardín de Josefina no se conservó hasta nuestros días, en la capital uruguaya se mantiene viva su memoria en una rosa llamada "Souvenir de Malmaison", que florece y conquista a los visitantes de la Rosaleda del Prado.
Monumento al Peón
de estancia, a la
entrada de la
Rural del Prado,
Buschental

y Lucas Obes.

Plazas y Monumentos
Las avenidas del Prado llevan nombres de escritoras: María Eugenia Vaz Ferreira, Delmira Agustini, Esther de Cáceres, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni. Su trazado alberga bajo sus frondosos árboles, o próximo al lago y los juegos infantiles que lo rodean, estatuas y monumentos emblemáticos: El peón de estancia, el poeta independentista Bartolomé Hidalgo, la educadora María Stagnero de Munar o la poetisa María Eugenia Vaz Ferreira, hermana del célebre filósofo.
La Diligencia, de José Belloni.
El extremo suroeste del Prado es el escenario de otra obra maestra de José Belloni: La Diligencia. Ubicada en Agraciada entre Lucas Obes y el camino Castro, el monumento en bronce sobre basamento de granito, evoca al vehículo de pasajeros utilizado en la campaña uruguaya hasta principios del siglo XX, cuando fue sustituido por el ferrocarril. Estrenado en 1952, la escena escultórica muestra una diligencia, empantanada, al cochero de pie, una mujer con un niño en el regazo, y un jinete con el lazo en la mano derecha, que ayuda a salir del difícil trance.

Los últimos charrúas, monumento
ubicado en la avenida
Delmira Agustini del Prado.
Arte y Cultura
En el antiguo Paso de la Duranas del Prado, a orillas del arroyo Miguelete, llama la atención un palacio de 1870 que evoca las clásicas villas renacentistas italianas. Allí está el Museo Municipal de Bellas Artes Juan Manuel Blanes, rodeado por un gran parque que corona un majestuoso Jardín Japonés. Juan Manuel Blanes, fue el Pintor de la Patria, con obras como el emblemático Juramento de los Treinta y Tres Orientales. También expone pinturas de Pedro Figari, Rafael Barradas, José Cúneo y de artistas extranjeros: Gustave Courbet, Maurice de Vlaminick y grabados originales de Joan Miró, Pablo Picasso y Francisco Goya. 
Museo Municipal de Bellas
Artes Juan Manuel Blanes.
A metros de la ex calle Caiguá, del barrio Atahualpa, vecino del Prado, se encuentra la casa quinta del mayor filósofo uruguayo y latinoamericano: Carlos Vaz Ferreira. La vivienda y su entorno natural preservan bienes personales y familiares de quien fuera admirado por figuras de la talla de José Ortega y Gasset, Jean Paul Sarte o Albert Einstein, quien en 1925 estuvo en Montevideo sólo para conocerlo personalmente.
El Museo Nacional de Antropología, en la avenida de las Instruccciones, conserva y expone la colección arqueológica donada por el profesor Francisco Oliveras. Se trata de 20.000 piezas de material lítico, óseo y cerámico representativo de los diferentes grupos de cazadores recolectores que poblaron el territorio nacional durante los diez mil años que duró el período prehistórico, entre otras piezas arqueológicas que se encuentran en exhibición.
Centro Cultural y Museo
de la Memoria.
El Centro Cultural y Museo de la Memoria (MUME) es una institución abierta en 2007 en la que fuera la casa quinta del dictador Máximo Santos, representante del militarismo uruguayo del siglo XIX. El histórico predio del Prado Norte y su entorno natural de la avenida de las Instrucciones, comparten un espacio de reflexión sobre los derechos humanos, la participación política en paz y la memoria de las luchas por la libertad, la democracia y la justicia social.

Residencia Presidencial
de Suárez y Reyes.
Arquitectura y urbanismo
Al este del Prado, la Residencia de Suárez y Reyes es el alojamiento ofcial del Presidente de la República. Una vivienda de tres plantas construida en 1908 por el arquitecto Juan María Aubriot, para la familia Fein Lerena. Años después fue adquirida por la Intendencia de Montevideo, que la cedió al Poder Ejecutivo para cumplir funciones protocolares. En 1947 fue reformada por el arquitecto Juan Scasso, para que fuera a vivir el presidente Luis Batlle Berres, con su esposa Matilde Ibáñez Tálice.
Castillo Soneira.
A su lado, sobre la avenida Joaquín Suárez, el Castillo Soneira, también conocido como Quinta de Soneira, es una señorial propiedad que mantiene vigencia desde su construcción en 1870. Su primer propiertario fue Federico Soneira Villademoros, un rico empresario y filántropo.
A cien metros de allí, donde las avenidas Suárez y Millán se cruzan con Luis Alberto de Herrera, la estatuta del histórico caudillo blanco Aparicio Saravia, vestido de gaucho, es un homenaje ecuestre del escultor José Luis Zorrilla de San Martín.

Predio Ferial de la Asociación
Rural del Uruguay, en el Prado.
Recreación y Deporte
Fundada en 1871, la Asociación Rural del Uruguay es la entidad agropecuaria más antigua del país. Su sede ferial, la Rural del Prado, de Lucas Obes y Buschental, fue inaugurada en 1883 con motivo de una Exposición Nacional de la Producción. Fue en 1913 que la ARU organizó su primera Exposición Internacional de Ganadería, Muestra Internacional Agroindustrial y Comercial, más conocida como Expo Prado, que en ediciones modernas convoca a más de medio millón de personas cada año. La Semana Criolla es un antiguo certamen de habilidades gauchescas, y también uno de los nombres que la tradición laica uruguaya le otorga a la Semana Santa católica.
Alrededor de la Rural del Prado hay cuatro escenarios deportivos. Dos son linderos: el Estadio Alfredo Viera, del Montevideo Wanderers Fútbol Club, y el Parque Federico Saroldi, del Club Atlético River Plate. A pocos metros se encuentra el Círculo de Tenis del Prado y cruzando una calle, el Parque José Nasazzi, del Club Atlético Bella Vista, evoca la memoria del inolvidable capitán de las selecciones uruguayas campeonas olímpicas en 1924 y 1928, y del Mundial de 1930.
Puente del arroyo Miguelete, cercano 
a la antigua caballeriza de Buschental,
donde hoy se encuentra el Cuerpo
de Radio Patrullla de Montevideo.

La muerte de Celia
Fue uno de los mayores escándalos de la primera década del siglo XX, protagonizado por figuras del país y narrado por el escritor Ángel Rama en su ensayo-prólogo del libro Psalmo a Venus Cavallieri y otras prosas, que recoge la obra del poeta Roberto de las Carreras (Bolsilibros Arca, 1967). “Me refiero al doble asesinato del Hotel del Prado donde murieron Celia Rodríguez Larreta y su marido (el teniente Adolfo) Latorre. Celia, en el decir de la época, había sucumbido a los encantos de un joven abogadito algo donjuanesco, llamado Luis Alberto de Herrera, lo que había provocado el distanciamiento de los esposos. Por mediación de Teófilo Díaz, el muy gourmet, muy gentleman Tax, que fuera embajador, ministro de la Suprema Corte de Justicia, y siempre causeur chispeante y articulista mundano, se logró la reconciliación conyugal.”
Casa Quinta de Carlos Vaz Ferreira.
El 26 de diciembre de 1904, Celia y su marido fueron a festejar su reencuentro al Hotel El Recreo (luego del Prado), donde cenaron y luego se retiraron a su habitación. Pero, unas horas más tarde, alrededor de las dos y media de la madrugada, sonaron dos disparos. Latorre apareció diciendo que había discutido y en un momento de furia, había matado a su esposa. “No bien enterado, en las primeras horas de la mañana, Teófilo Díaz corre al lugar del hecho y, abalanzándose sobre Latorre lo balea. Eso le valió a Tax la reclusión perpetua en una quinta de las afueras de la ciudad, aduciéndose insana y en verdad tratando de ahorrar a una de las personalidades del país la cárcel a que obviamente debía ser condenado”, evocaba Rama.
Iglesia de las Carmelitas, histórico edificio
religioso, ubicado en Irigoitya
y 19 de Abril, a metros de Lucas Obes.
Celia fue velada en la casa de sus padres, con capilla ardiente, paredes revestidas de colgaduras negras y flores naturales. En pleno velatorio, sorpresivamente, se abrió paso Roberto de las Carreras, famoso poeta de la época, custodiado por dos de sus habituales secretarios y, frente al féretro, comenzó una larga declamación. “¡Yo te arrojo todas mis rosas helénicas, oh amante arrebatada a la gloria del Beso! No se concibe que una mano sacrílega haya podido herirte. El ara de los dioses ha sido profanada y el Olimpo está triste.” Era la Oración pagana, cuyas hojas fue dejando caer teatralmente sobre el féretro a modo de homenaje póstumo, para luego retirarse con toda solemnidad seguido por sus acólitos
En 1904 el suceso conmueve a la ciudad y los anarquistas lo utilizan para encarecer sus tesis sobre el 'amor libre'. Un periodista de la época elogió al Tax justiciero, con esta frase: 'Una víctima más ha caído ultimada por la brutalidad del macho antropoide', y ni corto ni perezoso aprovecha para poner un aviso a favor de la ley del divorcio. 'Hay que desligar el crimen de las cosas del amor. La sanción de la ley del divorcio absoluto se impone, si no queremos ver que las libertadas hermosas caigan bajo el plomo feroz del primer tipo lombrosiano que se les presenta con el contrato matrimonial en una mano, escondiendo el revólver homicida en la otra, crispada de nerviosismos criminales', escribió Francisco Caracciolo Aratta.”
Monumento a Bartolomé Hidalgo,
el Poeta de la Revolución,
en la plazoleta Hermanos Ruíz,
de Agraciada y Capurro.
El doble crimen del Hotel El Recreo fue evocado en un famoso editorial del diario El Día, publicado en 1906. Era la respuesta de José Batlle y Ordóñez, por entonces Presidente de la República, a Luis Alberto de Herrera el rival blanco que había señalado su “miedo” a las honras fúnebres en honor de los mártires nacionalistas de la Guerra Civil. El último gran conflicto armado entre las divisas tradicionales del país, había finalizado el mismo año de la muerte de Celia Rodríguez Larreta. El suelto titulado ¿Quién dijo miedo?, afirmaba: “¡Oh tú, bellísima e irreflexiva niña, que no tuviste a tu lado un varón fuerte en los días de peligro, como lo habías tenido débil en los de la falta, álzate de tu olvidado lecho de piedra y dinos quién dijo miedo!”
La relación personal entre los dos grandes caudillos civiles nunca se recompuso.


Lago del Prado con el monumento al
Poseidón griego, el Neptuno romano.
La leyenda del árbol
Se conocieron en los jardines del Hotel del Prado. Él pertenecía a una clase social muy baja, pero ella era adinerada, hija de una familia de alcurnia. En la década de 1930, su joven edad y la diferencia social convirtió su relación en una situación prohibida de antemano.
A pesar de ello, sus encuentros furtivos fueron haciéndose cada vez más frecuentes. Paseaban a la sombra de los árboles de un arroyo Miguelete aún cristalino, bordeando luego los parques y las rosaledas del hotel. Con el verde de un barrio sin mancillar como telón de fondo, fue creciendo una pasión tan prohibida como inevitable y que jamás pudieron disimular.

Edificio patrimonial del Jardín
Botánico de Montevideo.
(Guillermo Chaves)
Poco a poco, a medida que la relación se hacía más evidente, su presencia allí fue una mancha incómoda para una sociedad conservadora, encorsetada y llena de prejuicios. En el vecindario corrieron rumores sobre ambos, transformados luego en una serie de chistes maliciosos. Como resultado, los jóvenes sufrieron el escarnio público y una censura violenta por parte de sus padres, inmersos en el corrillo hipócrita de chismes barriales. De un modo shakesperiano y melodramático, la familia de la joven prohibió terminantemente que volvieran a verse, intentando generar en la pareja un sentimiento de culpa y una profunda vergüenza.
Curso del arroyo Miguelete
por el Prado y la isla central
unida al parque por un puente.
Un día de primavera, los jóvenes volvieron a verse por última vez, cuando el sol caía y las sombras de los árboles jugaban con la vieja fachada del Hotel del Prado. Sabían que el suyo era un vínculo que no podían mantener, y antes de perder para siempre la relación que había pasado a constituir el sentido último de sus vidas, decidieron acabar con su existencia. Se suicidaron juntos y fueron hallados recién a la madrugada siguiente.
El árbol aún sigue en pie, y aunque cuando despunta la mañana es imposible identificarlo, cuentan los vecinos que al caer la tarde, si uno se acerca lo suficiente, pueden escucharse los suspiros finales de los jóvenes amantes. Por las noches, algunas veces, aparece extrañamente iluminado y quien pasa por allí tiene la inquietante sensación de que alguien o algo lo observa, y que no es sólo el árbol lo que respira en esa zona mágica del Prado.

BIO
José de Buschental (1802-1870)
Banquero, inversionista y emprendedor franco-uruguayo, nacido en una familia luterana de Estrasburgo. Emigró muy joven rumbo a Río de Janeiro, donde se casó con Maria Da Gloria De Sorocaba, nieta del Emperador del Brasil. Pronto
conoció a José Longinos Ellauri, embajador de una república recién fundada por entonces: Uruguay. A los 47 años se radicó en Montevideo, para fundar el Establecimiento de Carnes y Conservas de la Trinidad, uno de los principales abastecedores de los ejércitos franceses a mediados del siglo XIX. Buschental trajo uno de los primeros barcos a vapor que navegó en el Río de la Plata, introdujo los toros de la raza británica Durham y el ganado lechero de origen suizo.
En 1867 compró el ultimo fraccionamiento de tierra incorporado a la Quinta del Buen Retiro, de 62.000 metros cuadrados de superficie. Construyó la primera casa quinta de la zona, que fue su residencia, donde planificaba vivir hasta el final de sus días, pero su esposa, radicada en España, jamás quiso venir a Montevideo.
Buschental residió allí hasta 1870, cuando regresó a Europa para morir. Tres años después fue habilitado el primer paseo público de la ciudad, en la ex Quinta del Buen Retiro. Desde entones, llamado Prado Oriental.

1 comentario:

- dijo...

Que bueno sería poder contribuir de una manera u otra con todas estas "nuevas historias" a las que estamos escribiendo en un rinconcito de este maravilloso Montevideo como es el Paso del Molino. Justamente allí quien se comunica por este medio con ustedes, junto a un grupo de soñadores inquietos , emprendedores y contribuyente para impulsar el rescate de los recursos patrimoniales tangibles e intangibles, que nos identifican como montevideanos en todas partes del mundo estamos desde el año 2008 reconstruyendo la historia, los hábitos y las costumbres desde la fundación de nuestra ciudad capital en este "paso natural" que permitía llegar desde la ciudad amurallada al territorio oeste de la Banda Oriental. estamos ubicados en el edificio construido en 1860 para posta de diligencias en la esquina del entonces Camino real al Cerro ( actual Agraciada)y La Calle de la Iglesia ( actual Zufriategui). E edificio ha sido recientemente refaccionado y recuperado para instalar un multiespacio cultural de recreo y cultura, El Paseo del Hotel. El material que descubrimos en este , tu blog es de gran aporte para los trabajos que junto a vecinos y visitantes conexos a nuestra misión estamos atesorando para difundir desde el Paseo del Hotel la conservación y difusión de nuestro patrimonio. Espero poder compartir el trabajo que estamos realizando en próximos contactos.
muchas gracias por vuestra atención.
Arq. Ariane Bergara Lens. directora Ejecutiva del Paseo del Hotel. paseodelhotel@gmail.com
FBpaseodelhotel