lunes, 4 de enero de 2016

Crónica de una recorrida memorable con el maestro Horacio Spinetto por bares, cafés y almacenes patrimoniales de Montevideo

Tomo y obligo

Aunque los almacenes, cafés y bares siguen en retirada silenciosa, paulatina, constante, la capital uruguaya es inimaginable sin sus amables mostradores. Tanto permanecen en el afecto colectivo, que fueron tema de un bestseller, Boliches montevideanos: bares y cafés en la memoria de la ciudad, con textos de Mario Delgado Aparaín y fotografías de Leo Barizzoni y Carlos Contrera. Para preservar los espacios comerciales que aún quedan y evocar los que se fueron fue creada la Comisión de Apoyo y Promoción de los Comercios con Giro “Café y Bar” o “Almacén y Bar”, una iniciativa del Centro de Almaceneros Minoristas Baristas y Afines del Uruguay (Cambadu) que impulsó el decreto municipal 30168/02 de diciembre de 2002.

−Sobre la base del artículo publicado en La Diaria, Montevideo, 11 de noviembre de 2006, actualizado en 2016.
 −Fotografías: Ricardo Antúnez

−“Fueron, y son, a su manera, condensadores sociales, donde se tejieron vínculos, se acuñaron valores y se afirmaron mitos que hacen anuestra iden tidad”, afirma el arquitecto Nery González, asesor de Cambadu y creador de un mapa intangible de gran valor patrimonial. “Los que aún quedan mantienen un perfil característico, pero en un nuevo contexto de uso. Nuestro desafío es que no corran la misma suerte, porque también en esta modesta escala podemos construir un futuro de continuidad con bienes colectivos heredados de nuestros mayores”, afirma el arquitecto Leonardo Gómez, delegado de Cambadu en la Comisión.
−La presencia de expertos argentinos provocó entusiasmos recíprocos. La movida de sábado y domingo cautivó a los visitantes; las historias de los “bares notables” porteños fascinaron a los anfitriones.
−El arquitecto Horacio Spinetto, la museóloga Silvia Agostino y la gestora cultural Patricia Corradini son técnicos de la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Junto a ellos la diaria realizó un recorrido por nueve “comercios destacados”, acompañados por la arquitecta Mónica Bacchi y la escribana Dorys Rodríguez, del Ministerio de Turismo, y los arquitectos Laura Fernández y Vlady Palamarchuck, de Cambadu.

Horacio Spinetto en el Uni-Bar, 2006.

De boliche en boliche
9.45. Desayuno en el Café Brasilero, de Ituzaingó 1147 y 25 de Mayo. “Fundado en 1887, hacia 1920 adquirió la imagen típica de nuestros memorables cafés de principios de siglo, como el Tupí y tantos otros que no supimos conservar. Con el agregado de un sutil toque de Art Nouveau, a tono con las experiencias contemporáneas de la primera generación de arquitectos formados en el país. Superando tiempos difíciles, hoy sigue fiel a su mejor herencia y pocos rincones de Montevideo pueden igualarlo en calidad y calidez de su ambiente”, evocaban por entonces los arquitectos Gómez y González.
10.35. De paso por el Bar Micon’s, un nombre histórico que alude a la esquina donde estaba enclavado: Miguelete y Constitución. “Ejemplo de los notables boliches de la década de 1940, luce
un finísimo trabajo de carpintería en sus vitrinas y botellero, así como su característico mostrador, revestido de mármoles italianos, claros y oscuros. El noble equipamiento de mesas y sillas vienesas sorprende por su estado de conservación”, explica Gómez. No obstante, González alertaba en 2006: “Corre riesgo, porque ha perdido la mayoría de sus clientes a causa del cierre de las industrias de La Comercial.” El Micon's sigue abierto y fue uno de los presentados en la segunda temporada de la serie televisiva Boliches. Corazón del Barrio, emitido en 2014 por Canal 10.
10.57. Una parada en el Bar Rey, de Daniel Muñoz 2152 y Requena. “Al promediar el siglo XX, la ciudad se dio el pequeño lujo de tener muchos Rey, en la esquina de cualquier barrio, sin que nadie se asombrara. De presencia masculina, se caracterizaron por sugestivos escenarios internos, realizados por carpinterías y marmolerías artísticas de la época. Con su peculiar mostrador de mármoles de Carrara y sus baldosas gastadas, con sus botelleros y heladeras de roble, constituye uno de los rincones imperdibles de la ciudad”. Su propietario, el pontevedrés José Bouzón, se vanagloria de vender los mejores fiambres del Cordón, que corta con una balanza de época que muchos han intentado comprarle, sin éxito.
11.40. Cita con la memoria de Carlos Roldán, en el Bar Yatasto, de Daniel Fernández Crespo 1949 y Nueva York. Abierto en 1929 como café y almacén, sufrió una única reforma en 1958. Su propietario, el coruñés Ramón Díaz, aclara que él no es el economista. “Por si las dudas, ¿sabe?”, comenta risueño. Los parroquianos cuentan que este bar era cita obligada del célebre cantante, (que en realidad se llamaba Carlos Belarmino Porcal) por su nombre, en honor al memorable caballo porteño. Aunque el Alcalá de General Flores era su preferido, allí se acuñó una frase popular de mediados del siglo pasado: “Estoy más desorientado que Carlitos Roldán”. El glorioso Yatasto cerró en 2009. 

−La Comisión de Apoyo y Promoción de los Comercios con Giro “Café y Bar” o “Almacén y Bar” está integrada por delegados de la Intendencia, de la Junta Departamental de Montevideo, del Ministerio de Turismo y Deporte y del gremio comercial. 

Dolores Canosa, propietaria del Matuca, 2006.
12.03. Un cruce hasta el Matuca. Su puerta queda frente por frente al ventanal del Yatasto, en Fernández Crespo 1951; sin embargo, jamás compitieron. Al café y almacén de este otro coruñés, Manuel Lado, los parroquianos no iban a “hacer bohemia”, ni “timba”, ni “escolazo”. Allí se reunían obreros y empleados de la zona para desayunar, almorzar o merendar y, de paso, jug ar unapartida de ajedrez o dominó. Hoy está a cargo de la viuda, Dolores, y la hija, Adriana, que lo mantienen condignidad y ganancias mínimas, en homenaje a la memoria de Manuel.
12.35. Concierto y desconcierto en el UniBar, de Eduardo Acevedo 1450 y Guayabo. “Este pequeño y acogedor bar con varias décadas de vida goza del privilegio de enfrentar los edificios del Instituto Vásquez Acevedo y la Facultad de Derecho. Se ha convertido en un natural espacio de encuentro de estudiantes y profesores de muchas generaciones. Su equipamiento interior y decoración le otorgan una fuerte identidad que refuerza una propuesta que mantiene la tradición, pero con espíritu joven”. Allí actuó, luego de una exitosa gira europea, el ensamble juvenil Tangouy, con gente hasta la otra vereda. El propietario, Sergio Terrazo, es un republicano orensano exiliado en Montevideo, y su historia merece ser conocida.
14.04. Un copetín en Bar La Picada, de Rivera y Pablo de María. De sus más de nueve décadas de antigüedad, los coruñeses Jesús y José Díaz Rey han estado al frente por cuarenta años. Famoso por su pizza, su fainá y sus aperitivos, mantiene en su interior un escenario característico de mediados del siglo pasado.
14.32. Almuerzo, música y emociones en el Almacén Cavalieri, deCamino de la Redención y Francisco Azarola. “Fundado en 1920 por el vasco francés Juan Carlos Laudax, constituye un ejemplo de los viejos almacenes de ramos generales del área rural de Montevideo, centros de aprovisionamiento y a la vez de socialización e integración de las comunidades locales. Ya en la cuarta generación familiar, ha sabido renovarse y adaptarse a nuevas demandas sin perder sus valores ni renegar de su memoria. He aquí un notable ejemplo de cómo mantener fidelidad a las cosas que importan, sin dejar de mirar hacia adelante”, describen los arquitectos Gómez y González. La Comisión de Apoyo y Promoción descubrió una placa en honor a este símbolo de Melilla, sostenido por el esfuerzo de Hugo Couste, Mirta Menéndez y su hija Geraldine.
17.48. Bar Primavera, de Shakespeare 1628, la última parada. “Fundado en 1896 por Julio Anselmo y Magdalena Dotta, emblema del barrio Peñarol, ubicado frente a la histórica estación ferrocarrilera, en 1927 fue vendido al compostelano Antonio Pereira Pasamán. “Este boliche era una maravilla hasta el cierre de AFE, en 1989. En los talleres trabajaban más de 1.800 personas y en la remesa más de 800. También venía gente de dos fábricas de ladrillos (Méndez y Campomar) y de Baterías Radesca. “Había plata en el barrio, que en los buenos tiempos nos llegaba a nosotros y también al vasco Larramendi, un colega de la esquina”, afirmaba en 2006 el hijo de Pereira. “Fue un ejemplo de edificio que ha perdido parte de su estructura original, pero atesora un mostrador en mármol de Carrara y nacional, casi único en el país”, afirma Leonardo Gómez.
¿Sabe por qué no lo cierro? Porque es lo que me queda del Viejo, porque es fuente de trabajo para mis nietos y porque tiene más de un siglo. Yo no lo voy a cerrar”, insistió Pereira durante años, sin embargo la realidad pudo más que el deseo. El glorioso Bar Primavera bajó su cortina en 2009.

Sabremos cumplir
−Al finalizar el recorrido, queda una frase aparentemente suelta, pero unida al futuro. “¿Sabe una cosa, señor periodista? Yo vengo todos los días a tomarme una o dos. Porque me gusta, es cierto, pero esté seguro que también es para que el Prima no cierre. Todos tendríamos que tomarnos una en el boliche del barrio.” Aunque más no sea, un cafecito.

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Fueron los “comercios destacados” que la Comisión de Apoyo y Promoción designó en 2006: Café Bacacay, Roldós, Iberia, Almacén Cavalieri, Almacén del Hacha, Baar FunFun, El Volcán, Don Trigo, Bar Tabaré, La Giraldita, Tasende, 62 Bar, Los Yuyos, Bar Primavera, Micon’s, Café Brasilero, Bar Rey, Tranquilo Bar, Montevideo Sur, Rondeau, La Giralda, Sportman, Mincho Bar, Uni−Bar, Expreso Pocitos. 

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Fueron los comercios de este grupo selecto que estaban cerrados en 2015: Almacén El Hacha, Mincho Bar, Don Trigo, Primavera.

Brindis patrimonial con Horacio Spinetto
en la cantina La Buena Medida, de La Boca,

Bar Notable de la Ciudad de Buenos Aires,
acompañados por su propietario, 
Tony Schiavone.

(Alicia Irene Brassesco, Noviembre 2014)
Horacio Spinetto
Nacido en el barrio de La Boca, el 24 de diciembre de 1950, Historiador de la Ciudad de Buenos Aires, declarado en 2005 por la Legislatura Porteña, declara su amor infinito por el Club Atlético Boca Juniors, el santo y seña de su vida.

−Comparte sus profesiones universitarias, arquitecto, museólogo, investigador urbano, con una intensa pasión por la pintura, el dibujo, la gestión cultural y la docencia.
Estudió en el Colegio Nacional Mariano Moreno, donde tuvo como profesor al gran pintor Aldo Severi, se graduó en Arquitectura por la Universidad de Buenos Aires (UBA), y en Investigación Urbana por la Escuela Nacional de Museología.
−Entre 1885 y 1995 fue docente en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA,  y desde 1986 en la Fundación Artes Visuales presidida por Hermenegildo Sábat, donde dirige talleres de modelo vivo y de dibujo y pintura para adolescentes.
−Fue creador y primer director del Programa Bares Notables de Buenos Aires, en la actualidad es coordinador del Programa Barrios Porteños, ambos de la Dirección General de Patrimonio e Instituto Histórico del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Colaborador permanente de la sección Redescubriendo Buenos Aires, en la publicación especializada Todo es Historia, y en las revistas Summa+ y Barzón.

Su obra
Cafés de Buenos Aires, Edición del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2000.
Librerías de valor patrimonial de Buenos Aires, Dirección General del Patrimonio, GCBA, 2003.
Libro del Centenario de CEPRARA, 2004.
Guía de Murales de la Ciudad de Buenos Aires. Dirección General del Patrimonio. GCBA. 2005.
Pizzerías de valor patrimonial de Buenos AiresDirección General del Patrimonio, 2007.

Exposiciones & Distinciones
Realizó 22 muestras individuales de pinturas y dibujos en Buenos Aires, Mar del Plata, Toulouse, Madrid y Sitges, entre otras ciudades, y participó en más de 120 exposiciones colectivas en la Argentina y el exterior.
−Obtuvo el Premio Pío Collivadino en el LVII Salón Nacional de Artes Plásticas; el Primer Premio de Dibujo en el Concurso Lucila Anchorena de Urquiza y el Primer Premio de Pintura en el Salón del Jazz de Vicente López.

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