Daniel Ramela visto por Gustavo López en el Encuentro de Caricaturas de San José 2012. (Ilustrazo) |
Sobre la base de la entrevista realizada para el libro Héroes sin bronce (Gobierno del Principado de Asturias, Editorial
Trea, Gijón, Diciembre 2005).
—¿Desde
cuándo investiga las raíces históricas y genealógicas de San
José?
Daniel Ramela en su casa de San José de Mayo, 2005. (Archivo Ramela) |
—Apolant
es un referente de la historia social y demográfica del país.
La notable obra de Juan Alejandro Apolant, ofrecida a 60 pesos argentinos. (Mercado Libre) |
Carretas cruzando el río San José en la década de 1880. (Archivo Ramela) |
—En
enero de 1779 se enteraron de que el rey Carlos III tenía planes de
colonización en extensas y ricas tierras del Río de la Plata. Una
verdad a medias, porque en realidad su destino era la remota
Patagonia. El 11 de setiembre solicitaron los documentos que
acreditaban antepasados «afincados y laboriosos». El 16 salieron de
sus pueblos, llegando al puerto de La Coruña el 2 de octubre. La
mayoría vino en el barco San Josef y San Buenaventura, el legendario
Portugués, que trajo a 127 familias y dos solteros, en total 569
personas. Arribaron a Montevideo en enero de 1780, luego cruzaron a
Buenos Aires, y de allí a la inhóspita Guardia de los Ranchos, una
toldería infame que, según desaprensivos funcionarios virreinales,
les serviría para aclimatarse.
—Apolant
cuenta que esos colonos que viajaron a la Patagonia, apenas pudieron
sobrevivir.
—Fueron
víctimas, en carne y hueso, de fracasado operativo diseñado por la
corona española para neutralizar la creciente influencia británica
en el sur argentino. Puerto de San Julián había sido fundado en
1778. Carmen de Patagones y su vecina Viedma, fueron creadas en 1779,
en el límite de la actual provincia de Buenos Aires con Río
Negro. De ese error de los asesores del rey Carlos III apenas
queda la lucidez del virrey Juan José Vértiz y Salcedo, para
solicitar colonos gallegos, norcastellanos, asturianos y montañeses
(cántabros); por fortaleza física, capacidad de sacrificio y
combatividad. Pero la mayoría no se adaptó a tan malas condiciones
de vida, a la soledad, la falta de servicios mínimos y, menos aún,
al acecho de agresivos indios patagones. Para evitarse problemas
mayores, el virrey puso en marcha un secreto operativo de retorno. Al
principio las familias quedaron (en depósito) hacinadas en Buenos
Aires y Montevideo, pero luego, fueron llevadas a fundar y refundar
villas y ciudades rioplatenses.
—El
virrey Vértiz fue el creador intelectual de San José, y el capitán
valenciano Eusebio Vidal, del arma de Dragones, fue quien ejecutó el
plan de fundación.
—Según
censo de 1780, en la amplia cuenca del arroyo San Josef vivían 770
personas. En el arroyo Cagancha, de una y otra banda, había 378
personas y 83 casas; en Carreta Quemada, 171 y 21, respectivamente, y
en Chamizo, 231 y 30. Integraban esta primitiva población:
«españoles, pardos libres, negros libres y esclavos». Las
estancias de la zona tenían, promedialmente, 15 mil cuadras.
Pertenecían a familias latifundistas: Alzáybar, Durán, Pérez de
Sosa, De Viana, De Achucarro y Más de Ayala. En una zona rural
relativamente cercana, ya vivía mi antepasado José de Arce, un
colono adelantado, asturiano de Quintes.
—¿Cómo
se inició el proceso fundacional?
En la manzana del Teatro Maccio, frente a la Plaza de los 33, se levantaron los primeros ranchos de los fundadores de San José. (Diego Praderi) |
—¿Hubo
una segunda inmigración?
—Avanzado
el año de 1784, arribaron los fundadores tardíos del pueblo; otras
dos familias asturianas y cuatro castellanas (tres de León y la
maragata de Astorga). El último pionero fue uno de los más
influyentes, Miguel Larriera, que había llegado en el primer grupo
de inmigrantes a la Patagonia. Sufrió la desgraciada experiencia del
ataque contra Puerto Deseado y pasó a Puerto Julián, de donde
regresó a la capital virreinal, con su familia enferma de escorbuto.
Cuando le ofrecieron venir a San José no lo dudó. Arribó el 1 de
junio, un año después de iniciado el proceso que, justamente, se
cerró ese día. Luego vinieron otras nueve familias, que no son
fundadoras oficiales, pero entre los que hay notables apellidos, como
Gallinal o Sienra.
–¿Dónde
estaba emplazada la antigua villa?
Casa de Ortuño, actual sede del Museo Departamental, una de las pocas viviendas coloniales que perduran. (Diego Praderi) |
Los Larriera, familia tradicional de San José, descendiente del asturiano Miguel de la Riera, fundador de la ciudad, c. 1890. (Archivo Ramela) |
–Hay
una anécdota muy interesante sobre la lucha de los colonos por
defender sus propiedades. Antonio Pineda, integrante de la celebre
expedición científica de Malaspina, dejó en 1789 una admirable
descripción de la geografía, población, fauna y flora. Y también
señaló un rasgo curioso: «En varios de los arroyos, dice, que
derraman sus aguas en los de Santa Lucía y San José, se encuentran
pepitas de oro». La versión desató la voracidad de los
oportunistas. Un caso tristemente memorable fue el de los herederos
de un hacendado de apellido De la Quadra. Esa gente tramitó una
sentencia de desalojo contra varios ocupantes de tierras,
presuntamente ilegítimos, que había sido pronunciada por la Real
Audiencia. El alcalde de primer voto, Pedro José Errazquin, se
dirigió a Pascual Ruiz Huidobro, gobernador de Montevideo. Lo hizo
en dos oportunidades, argumentando que los colonos eran «los más de
ellos de un carácter rústico y arrojado, hombres montaraces,
atrevidos, inmoderados y feroces en su mayor número». Solicitaba,
en consecuencia, quince hombres de tropa para ejecutar el
lanzamiento. En contraste con la versión interesada de
latifundistas y personeros, los colonos presentaban continuas
solicitudes de amparo. Sienra da otra versión.
«Eran
aquellas gentes laboriosas y escogidas que no habían venido a
América en busca de minas de oro, ni a conquistar indios, sino
simplemente a trabajar, a roturar y regar con el sudor de su rostro
la tierra que debía proporcionar el pan a sus hijos.»
–¿Lucharon
contra las invasiones inglesas al Río de la Plata?
–En
la primera incursión, de 1806, que provocó la caída de Buenos
Aires, los colonos se sumaron entusiastas al ejército de defensa
organizado por Santiago Liniers. Muchos de ellos participaron en la
expulsión del invasor. Pero en la segunda, de 1807, se invirtió la
ruta. Los ingleses tomaron primero Montevideo y emprendieron camino a
Colonia. Sienra presenta otra jugosa crónica sobre la ocupación
de San José. «En 1807, la villa quedó bajo gobierno del coronel
Denis Pack (héroe de la batalla de Waterloo, que en 1815 significó
la derrota de Napoleón Bonaparte). Los extranjeros no fueron mal
recibidos por la población, sino que, por el contrario, los
esperaban con cierto aire de satisfacción.» La contradictoria
actitud tiene una explicación. Estaban cansados de luchar contra los
latifundistas y hartos de los abusos de la burocracia virreinal.
Algunos vieron en las tropas británicas una liberación.
Toma de San José por Diógenes Hequet, 1890. (Uruguay Educa) |
–La
inmensa mayoría estuvo en el bando virreinal. Hay una anécdota muy
rica sobre Larriera y Perera. En la batalla de San José. del 24 de
abril de 1811, fueron tomados prisioneros por otro asturiano que se
había sumado a los insurgentes: Isidro Almirón. Almirón
formaba parte de la avanzada criolla proveniente de la argentina
provincia de Entre Ríos. Allí mantuvo contacto con la flor y nata
revolucionaria, y luchó con los patriotas en varias batallas
perdidas. La emoción de haber participado en el primer triunfo
revolucionario de magnitud, lo unió profundamente a San José. A tal
punto, que se quedó a vivir y dejó descendencia que, hasta hoy
mantiene el apellido. Almirón fue acuchillado en el enfrentamiento,
pero, lo pintoresco es cómo el relator informa el hecho: «Recibió
un corte de levedad en el umbligo, vendose con un pañuelo y siguió
luchando». En ese combate también fue herido el capitán
Manuel Artigas, primo hermano de José. Mi bisabuelo dibujó al
militar caído, debajo de una reja que sirvió de referencia para
colocar una placa recordatoria en el lugar donde se supone ocurrió
el hecho, porque la casa ya no existe. Artigas fue alcanzado en
el tobillo por la esquirla de una granada. Hay una famosa anécdota
del médico Gaspar González, un español al servicio de los
independentistas. Cuando lo vio, se acercó a atenderlo, pero el
capitán ordenó que revisara a otros que sufrían heridas más
graves. Murió al mes, a causa de una gangrena. Fue sepultado el 25
de mayo, un año después de iniciada la revolución (de 1810) por la
que entregó su vida.
Los
restos del comandante oriental de la Toma de San José están en la
catedral maragata y su nombre figura en la pirámide de la Plaza de
Mayo de Buenos Aires: «Don Manuel de Artigas, capitán de los
ejércitos de América.»
Chacareros maragatos de principios del siglo XX. (Archivo Ramela) |
–La
versión más aceptada se refiere a una confusión teñida de cierto
sentimiento de desprecio. Los únicos maragatos fundadores de San
José fueron Benito Pérez y su esposa María Pérez, nacidos en
Astorga. De las 52 familias originales, 43 vinieron del Principado de
Asturias, cinco eran castellanas (cuatro de León y una del
arzobispado de Astorga), tres gallegas y una andaluza. De la
maragatería se dijo siempre que es muy especial. Alguna vez leí un
libro que los describe detalladamente: Los pueblos malditos. Tenían
costumbres muy peculiares. La primera y principal: eran endogámicos
culturales, más que por necesidad reproductiva. Benito y María eran
primos hermanos. Para ellos era fácil hacer árboles genealógicos,
porque en realidad se dice que eran más hermanos que primos (se
ríe).
–Pero
ese hecho aislado no explica tamaña confusión.
–En
aquellos tiempos era común que la villa recibiera aventureros con
destino al fuerte de Colonia del Sacramento. Todos llevaban un diario
de viaje. Como ejemplo, vale citar a dos ilustres cronistas: Alvear y
Borrero. En distintos momentos, y sin conocerse entre sí, ambos
pasaron por aquí. Pude leer sus escritos. Comenzaron sus crónicas
casi con las mismas palabras: «Llegué a San José recientemente
fundada por maragatos». Ellos, como otros, llevaron la noticia
a todos los puntos del país. Son los equívocos casuales que hacen a
las tradiciones más arraigadas y profundas de los pueblos. Lo más
increíble es que los Pérez se perdieron en el gris de la historia.
La pareja murió, dejando un hijo y una hija. El primogénito no dejó
descendientes, y la hija se fue a vivir a Montevideo para casarse con
un señor de apellido Poggio. Nunca más hubo un maragato en San
José.
Quinta del Horno de la familia Larriera, otro testimonio colonial en pie. (Diego Praderi) |
–Fue
el primer alcalde vitalicio, aunque al final de su días, en 1844,
gozaba del título pero no ejercía el cargo. Está sepultado en el
nicho N° 1 del cementerio de San José, y su partida de defunción,
que consta en la catedral, dice su nombre y a un costado Manuelín.
Era el sobrenombre con el cual se lo conocía socialmente. Los
primeros alcaldes remataban el cargo: pagaban un precio y lo
mantenían durante toda su vida. Mi otro pariente notorio,
Miguel Larriera, antiguo alférez de Caballería de los Tercios
Reales y alcalde de primer voto entre 1801 y 1809, gozó de un
privilegio inusual para la época. Fue el primero elegido, de alguna
forma, por los propios vecinos. Su obra mayor fue la Quinta del
Horno, uno de los pocos patrimonios coloniales que queda en pie. Por
allí pasó la historia de la ciudad, la más memorable y la más
olvidable. Para no contar solo las ganadas. En 1822, el portugués
Carlos Federico Lecor instaló cuatro meses su cuartel general y la
capital de la Provincia Cisplatina, luego de jurar lealtad a Pedro I,
emperador del Brasil. Su nieto Francisco Larriera Barredo,
tatarabuelo de mi madre, en 1856 presidió la Comisión de Fábrica
de Templos, que dio lugar a la «Iglesia Nueva». Así se le llamaba,
por entonces, a nuestra catedral. Don Francisco fue amigo de Manuel
Oribe y jefe político blanco del departamento. Entonces vamos,
una vez más, a que nuestro conocimiento de los pioneros se debe a
que sus hijos y nietos fueron anotando lo que escuchaban. De ellos
solo conocemos las firmas de Fernández Félix y Larriera. Así nos
cuenta en su diario, Vicenta, la hija de Fernández Félix, casada
con el gallego (Dámaso) Ortuño, constructor de la otra casa
histórica que mantiene la ciudad, donde hoy está el Museo
Departamental.
«Los
Larriera eran del patriciado original. De los Barredo, puedo decir
que era un apellido muy común del siglo XIX, sin embargo, nadie sabe
por qué, un buen día desaparecieron de San José.»
–¿Fue
una inmigración poco calificada?
–Por
el contrario, era gente muy valiente, de carácter templado. Crearon
naciones, ciudades y pueblos, de la nada. Fueron pioneros, y eso los
califica. Más que por formación educativa, los inmigrantes
coloniales eran seleccionados por su «limpieza de sangre». Tengo
una copia de un certificado de los Larriera, sacado de los Archivos
de Indias, con firma de notarios y testigos. Para viajar con el
título de «pobladores» era imprescindible ser «hijo de algo».
Este derecho estaba vetado a los vástagos naturales o a quienes
tenían ascendencia árabe. Luego de conseguido el certificado de
hidalguía, los postulantes se anotaban en los registros. Daban sus
profesiones y así se les designaba el destino. Lo del analfabetismo,
entonces, debiera ser considerado solamente una cuestión de época.
–San
José cambió de nombre, muchos años después de que Uruguay se
declarara independiente ¿Por qué se la llamó de Mayo?
–Fue
Juan Manuel de la Sota, senador por el departamento de Tacuarembó,
que presentó el proyecto por el cual la villa se transformó en la
ciudad, el 12 de julio de 1856. Ni en los motivos, ni en la discusión
parlamentaria, se argumenta por qué lo de San José de Mayo.
Entonces, hay que especular. Es muy probable que se deba a la
batalla. No es descabellado pensar que sea un homenaje a la primera
gesta independentista, hoy tan injustamente olvidada.
Placa de Matías Alonso Criado en la localidad maragata de Quintanilla de Somoza, provincia de León, por su labor en Uruguay. (Ayuntamiento de Luyego) |
–Muy
lejos queda la influencia de Matías Alonso Criado, nacido
Quintanilla de Somoza. Un notable abogado español, que residió en
Montevideo a principios del siglo pasado. Se escribía con Dela
Hanty, que le contó, graciosamente, la historia de los maragatos
uruguayos. De ahí surgió la idea de poner una calle Ciudad de
Astorga en San José de Mayo, y como contrapartida, una calle Ciudad
de San José de Mayo en Astorga. La nuestra duró algunos años,
porque fue cambiada con criterio político. Ahora se llama José
Batlle y Ordóñez. Allá, en cambio, siguen respetando lo convenido.
Muchos vecinos y amigos son testigos. El párroco de la catedral
estuvo hace unos años en Astorga y se sacó fotos en la calle y la
plaza San José de Mayo. A nosotros solo nos queda una plazoleta en
las afueras de la ciudad.
–Usted
insiste con la idea de olvido histórico.
–Pero
no solo de los maragatos, sino de todos los uruguayos. Nos hemos
especializado en demoler nuestro patrimonio. La lista sería
interminable, pero, hay un edificio que si uno cuenta nadie cree. En
la actual calle Asamblea, entre Sarandí y Colón, estaba la casa del
vecino Juan Durán. Allí se reunió, en 1828, la Asamblea General
Constituyente y Legislativa, que dio lugar al verdadero Uruguay
independiente. Fue demolida en 1918. La reja de su balcón fue
utilizada durante años como parrilla para asados, hasta su rescate y
envío al Museo Departamental. A esta altura, gozo de los privilegios
de la ancianidad. Puedo decir lo que me parece, sin temores. Y digo,
y reitero, que somos un colectivo sin memoria.
Juan Alejandro Apolant en Operativo Patagonia, Carlos Larriera Bonavita en San José, origen y fundación y Alberto Jones Brown en Sobre la fundación de San José, están de acuerdo con la lista de las 52 familias pioneras de la antigua villa: 43 asturianas, cinco castellanas (cuatro de León y una maragata del Arzobispado de Astorga), tres gallegas y una andaluza.
Aníbal Barrios Pintos y Daniel Ramela en 2009. (Gobierno de San José) |
«Con el amigo Ramela tenemos opiniones encontradas sobre quien el verdadero fundador de san José. Yo considero que fue Juan José Vertiz y Salcedo, por entonces virrey del Río de la Plata. Sin la orden de Vertiz, jamás hubiese venido el capitán Eusebio Vidal a esta tierra. Vidal fue el director de poblaciones, cumplió la orden virreinal. Los virreyes estaban autorizados a fundar pueblos… se le informaba al rey y luego venía la orden real. Daniel, y otros especialistas, se suscriben a la tesis que el verdadero fundador fue Vidal; son puntos de vista.
Sí tenemos total coincidencia en la cantidad de fundadores y su origen. Lo que pasa es que algunas familias vinieron de Montevideo y otras de la Patagonia, a último momento, para formar parte del grupo fundacional. Esas familias que fueron a la Patagonia regresaron porque allá eran diezmadas por el escorbuto, las condiciones de vida eran terribles. Ellos regresaron y algunos vinieron a fundar Minas y otros a San José.»
Aníbal Barrios Pintos (1918-2001), autor de la obra Historia de San José, en charla debate realizada en la cuarta edición de la Feria del Libro de la capital josefina, 2009.
El caricaturista Gustavo López entrega su obra a Daniel Ramela, en 2012. (Ilustrazo) |
El primer grupo de paisanos arribó a Montevideo el 29 de setiembre de 1782, en la fragata Santa Ana –de bandera portuguesa. Había salido de La Coruña el 20 de junio del mismo año, con 15 familias y dos solteros, en total 59 personas. Las cabezas de familia se trasladaron a San José el 1 de junio de 1783, pero se afincaron definitivamente en agosto del mismo año: 1) Pedro de Tuia (o Tuyá), de San Julián de Somió, Gijón. 2) Pedro Fernández Castandiello, de San Esteban de Morcín, Oviedo. 3) Miguel Mallada, de San Esteban de Morcín, Oviedo. 4) Bartolomé Barredo I, de San Julián de Somió, Gijón. 5) Bartolomé Barredo II, de San Julián de Somió, Gijón. 6) José Antonio de Arce, de Quintes, Gijón. 7) José Santianes, de Siero. 8) Cosme Peláez, de Verteneciente, Lena. 9) Toribio García, de Argame, Morcín. 10) Santiago Montes, de San Esteban Morcín, Peñales. 11) Juan Carbajal, de San Martín de Anes, Siero. 12) Isabel Peláez (viuda de Carbajal), de San Esteban de Quintes, Villaviciosa.
El segundo grupo arribó a Montevideo el 30 de diciembre de 1782, en el bergantín Santa Ana y San Josef –de bandera portuguesa. Había salido de La Coruña el 2 de octubre del mismo año, con 39 familias y un soltero, en total 183 personas. Se afincaron definitivamente en San José a fines de agosto de 1783: 13) Juan Antonio Carbajal I, de San Martín de Anes, Siero. 14) Juan Carbajal II, de San Martín de Anes, Siero. 15) Francisco Menéndez, de San Juan de Tano, Gijón –vecino de Seares. 16) José de la Vega, San Pedro de Cagüeñes, Gijón –vecino de Limanes. 17) Francisco Moro, de Gijón –vecino de Siero. 18) José Fernández Porley, de Santa María de Lagazana, Carreño –vecino de San Vicente de Trasona, Avilés. 19) Francisco Fernández Cruz, de San Esteban de Morcín, Oviedo. 20) Ignacio Muñiz, de San Esteban de Morcín, Oviedo. 21) Manuel Fernández Félix, de San Esteban de Morcín, Oviedo. 22) Juan Fernández, de San Esteban de Morcín, Oviedo. 23) Manuel Antonio Muñiz, de Piñera, Morcín. 24) Nicolás Perera, de San Antonio de la Foz, Morcín. 25) Francisco Pando, de San Antonio de la Foz, Morcín. 26) Gabriel Antonio de la Peña, de San Juan de Muñoz, Siero –vecino de San Pedro de Collada. 27) Juan Fernández Figares, de San Antonio de la Foz, Morcín. 28) Bartolomé Martínez, de San Vicente de Margüelles, Cangas de Onís. 29) Juan Antonio Mallada, de San Isidro el Real –vecino de Oviedo. 30) Esteban Sotura, de San Cosme de Bobes, Siero –vecino de Norena. 31) Juan Díaz de Pedregal, de San Pedro de Cagüeñes –vecino de Gijón. Fernando González, de Parres –vecino de San Martín Margüelles, Cangas de Onís. 33) Francisco Llano, de Parres. 34) Mateo Sellanes, de San Juan de Berbio, Villaviciosa. 35) Fernando de Nicolás, San Martín Margüelles, Cangas de Onís. 36) Juan García Quirós, de San Vicente de Nimbra, Quirós. 37) Juan Fernández Lloredo, de San Pedro de Lloredo, Lena. 38) Manuel Prieto, de San Martín Margüelles, Cangas de Onís. 39) Francisca (viuda de) Pando, de San Antonio de la Foz, Morcín. 40) Tirso Rodríguez, de Oviedo. 41) Francisco Fernández Pello, de San Nicolás de Bari, Ribera de Arriba.
Héroes sin bronce, Editorial Trea, Gijón, 2005. (Principado de Asturias) |
Peláez desistió de su radicación patagónica el 19 de setiembre de 1781, y hasta el 30 de julio de 1783 permaneció en Buenos Aires. El 27 de setiembre del mismo año fue destinado a San José, donde se radicó el 1 de junio de 1784. Larriera desistió el mismo 19 de setiembre de 1781, y hasta el 18 de octubre de 1783 permaneció en la capital porteña. El 1 de marzo de 1784 fue destinado a San José, donde se radicó el 1 de junio de 1784.
El 30 de setiembre de 1783, la relación oficial de pobladores de San José incluía a cinco familias no asturianas: 44) Diego Gordon, de Málaga –vecino de La Coruña. 45) Tomás Varela (o Barela), de Santa María de Bertúa, Santiago de Galicia. 46) Antonín Fernández, de Atarfe (o Baldelatrafe), Granada. 47) Santiago Domínguez, de San Juan de Alba, Mondoeño. 48) Cristóbal Brunet, de Toro, Zamora.
Los cinco habían venido directamente a Montevideo, procedentes de La Coruña, como parte del pasaje de la fragata Santa Ana. El segundo grupo de fundadores no astures arribó a San José el 1 de junio de 1784: 49) Benito Pérez, de Loyego de Somoza, Astorga –vecino de Abañales, Puebla de Sanabria. 50) Manuel Bahillo, de Becerril de Campos –vecino de Villa Umbrales, Palencia. 51) Francisco Alonso, de Corrales, Zamora. 52) Francisco Verde, de Medina de Rioseco, Palencia. Habían llegado al Río de la Plata el 15 de agosto de 1780 en la fragata de guerra El Real San Carlos –de bandera española. Salida de La Coruña el 20 de junio del mismo año, con 70 familias, en total 253 personas. Los cuatro grupos vivieron en Puerto San Julián, entre octubre de 1780 y abril de 1784.
Solteros, sin apuro
«Dentro del período fundacional también hubo asturianos sin familia: Bartolomé García, José Fernández y Juan Gallo, nacidos en San Esteban de Plantón. Los tres habían arribado a Buenos Aires, el 12 de julio de 1779, en la fragata Nuestra Señora del Socorro –de bandera española. Salida de La Coruña el 21 de abril de 1779, con 13 familias y 23 solteros, en total 83 personas. Fueron de los primeros colonos astures del Operativo Patagonia. Estuvieron en Puerto Deseado en 1779 y pasaron a Puerto Julián, en 1780, de donde regresaron enfermos a la capital virreinal. Se afincaron definitivamente en San José a fines de agosto de 1783.»
Carlos Larriera Bonavita, San José, origen y fundación, Montevideo, 1961.
Gustavo Gallinal, abogado, escritor, historiador, tribuno de la democracia en tiempos de la dictadura de Terra, descendiente de pioneros de San José. (Archivo Artigas) |
Daniel Ramela, en su ensayo La presencia asturiana en San José, adhiere a la argumentación aportada por Carlos Larriera Bonavita, al considerarlos fundadores agregados. Los nueve pioneros sin título oficial fueron: 1) Diego Arias, de Santa María de Bermejo, Quirós. 2) Gaspar Santurio, de San Clemente de Quintales, Villaviciosa. 3) Vicente Gil, de San Juan de Muñoz, Siero. 4) Juan Guardado, de San Pedro de Navarro, Gozón. 5) Manuel García de la Sienra, de San Esteban de Riaño, Langreo. 6) José Antonio del Gallinal, de San Andrés de Bedriñana, Villaviciosa. 7) Blas de la Madera, de Santa Eulalia de Cagüeñes, Gijón. 8) María Rivero (viuda de Francisco Morán, fallecido en alta mar el 12 de julio de 1781), nacida en San Julián de Somió, Gijón. 9) Juan Andrés Caballero, de Oviedo.
Gijón y Oviedo
Una discriminación de las procedencias de los fundadores astures de San José, permite señalar que nueve familias eran de Gijón, ocho de Oviedo, siete de Morcín, seis de Siero, cinco de Cangas de Onís, dos de Lena, dos de Villaviciosa, una de Langreo, una de Carreño, una de Ribera de Arriba y una de Quirós.
Huella y Presencia de Asturias en Uruguay, de José L. Pérez de Castro. (Centro Asturiano- Casa de Asturias) |
«El proceso administrativo de creación de San José se registró en tres etapas fundamentales exigidas por la Legislación de Indias. La fundación quedó instituida desde el mismo momento en que se aprueba por orden superior. El establecimiento desde que la Real Hacienda destinó recursos y hombres para elegir y determinar el punto concreto de su situación y de los edificios públicos y particulares. La colonización desde que los asturianos, gallegos y castellanos pasan a ocupar viviendas y predios.»
José Luis Pérez de Castro, en Huella y presencia de Asturias en el Uruguay, Edición del Centro Asturiano de Montevideo, 1961
Don Juan José
«Don Eusebio Vidal pasa a aquellas tierras con los capellanes, cirujano, piloto y demás individuos, a últimos de abril, principios de mayo de 1873; a efectuar la medición y reparto de parcelas y por esta participación se le viene considerando falsamente como su fundador. En tal sentido creemos que, sin mengua de los méritos reconocidos a Vidal, debe exaltarse por lo menos en el mismo plano la inteligencia de Juan José Vértiz y Salcedo, a quien corresponde la gloria de la decisión fundacional que fue el verdadero punto de partida de una ponderada política inmigratoria.»
Alberto Jones Brown, en Sobre la fundación de San José.
Rancho de templo
«Levantadas las cocinas, los pobladores pasaron al lugar a finales de agosto. A esa ayuda oficial unieron aquellos asturianos, su estímulo, su esfuerzo, sus ilusiones y el pueblo fue surgiendo con ranchos pajizos y luego los edificios de azotea que aun se ven en la [céntrica] Plaza de los Treinta y Tres. Sobre el rancho destinado al culto, su fe levantó un sencillo templo. Y como el reparto no había sido equitativo ni conveniente, los vecinos de San José solicitaron al alcalde Fernández Félix, diversas mejoras urbanas.»
Rafael Sienra, en El Terruño. Historias y Tradiciones de San José y su pago, Ediciones Banda Oriental, 1983.
De indio a gaucho
Pérez de Castro no oculta su orgullo al singularizar a sus solidarios paisanos. «El influjo de nuestras características regionales fue en la tolerancia y convivencia con que los pioneros fueron admitiendo a los indios, reduciéndolos pacíficamente a la obediencia y al trabajo, facilitándoles ropas y la satisfacción de otras necesidades; hasta llegar a darles carta de vecindad, por iniciativa y solicitud del alcalde D. José de la Riera, al Cabildo del 28 de febrero de 1809. Con el trato humano de los colonos, los indios reducidos llegaron a perder sus costumbres primitivas y de sangre[...] A mezclarse con la de los conquistadores, de cuya unión nació el tipo gaucho.»
Poblar, repoblar
Don Juan José
«Don Eusebio Vidal pasa a aquellas tierras con los capellanes, cirujano, piloto y demás individuos, a últimos de abril, principios de mayo de 1873; a efectuar la medición y reparto de parcelas y por esta participación se le viene considerando falsamente como su fundador. En tal sentido creemos que, sin mengua de los méritos reconocidos a Vidal, debe exaltarse por lo menos en el mismo plano la inteligencia de Juan José Vértiz y Salcedo, a quien corresponde la gloria de la decisión fundacional que fue el verdadero punto de partida de una ponderada política inmigratoria.»
Alberto Jones Brown, en Sobre la fundación de San José.
El Terruño, de Rafael Sienra, recopilada por Banda Oriental. (Mercado Libre) |
Rancho de templo
«Levantadas las cocinas, los pobladores pasaron al lugar a finales de agosto. A esa ayuda oficial unieron aquellos asturianos, su estímulo, su esfuerzo, sus ilusiones y el pueblo fue surgiendo con ranchos pajizos y luego los edificios de azotea que aun se ven en la [céntrica] Plaza de los Treinta y Tres. Sobre el rancho destinado al culto, su fe levantó un sencillo templo. Y como el reparto no había sido equitativo ni conveniente, los vecinos de San José solicitaron al alcalde Fernández Félix, diversas mejoras urbanas.»
Rafael Sienra, en El Terruño. Historias y Tradiciones de San José y su pago, Ediciones Banda Oriental, 1983.
De indio a gaucho
Pérez de Castro no oculta su orgullo al singularizar a sus solidarios paisanos. «El influjo de nuestras características regionales fue en la tolerancia y convivencia con que los pioneros fueron admitiendo a los indios, reduciéndolos pacíficamente a la obediencia y al trabajo, facilitándoles ropas y la satisfacción de otras necesidades; hasta llegar a darles carta de vecindad, por iniciativa y solicitud del alcalde D. José de la Riera, al Cabildo del 28 de febrero de 1809. Con el trato humano de los colonos, los indios reducidos llegaron a perder sus costumbres primitivas y de sangre[...] A mezclarse con la de los conquistadores, de cuya unión nació el tipo gaucho.»
Poblar, repoblar
Los frustrados colonos patagónicos fueron llevados a pueblos y ciudades orientales con dificultades demográficas: Colonia del Sacramento, Santo Domingo de Soriano, San Fernando de Maldonado, Pueblo Nuevo de Maldonado (luego San Carlos), Paysandú, Rosario de Colla, Capilla Pintado (luego Florida) y Capilla de la Nueva Mercedes. También crearon nuevas villas: San Juan Bautista (Santa Lucía) y Nuestra Señora de Guadalupe de los Canelones (ambas en 1781), San José (1783), Nuestra Señora de la Concepción de Minas (1784), Pando (1787), Nuestra Señora de los Remedios (1793, luego Rocha), Melo (1795), Porongos (1802, luego Trinidad).
Daniel Ramela con los artistas plásticos Claudio Senattore y José María Soto, en la cafetería del Teatro Maccio, 2010. (Archivo Claudio Senattore) |
Una
paradoja y un capricho marcan la vida del cantor aficionado de
tangos, maestro de lenguas e historiador del San José colonial. La
paradoja es geográfica. Este maragato de 85 años, conocedor
profundo de cada rincón de su departamento, nació en Montevideo.
«Fue un accidente, porque el parto se adelantó cuando mi madre
visitaba a un médico amigo que ordenó su internación ni bien ella
sintió las primeras contracciones. Vine al mundo donde no debía, en
el Sanatorio Pacheco, de Agraciada y Asencio, pero a la capital
solamente voy por trabajo, estudio, o de visita por el día.»
El
capricho es genealógico. Por sus venas corre sangre «50% hispana»,
mezclada con otro 50% de origen irlandés, alemán, portugués,
vascongado francés, incaico e italiano, por su padre: Atilio
Ramella. «Un error registral lo transformó en Ramela,
involuntariamente, pero, por esas cosas de la genética, el apellido
se fue manteniendo.»El profesor y sus alumnos. (Radio El Espectador) |
Poseedor de una memoria prodigiosa, pasó su vida traduciendo y enseñando idiomas: inglés, francés, italiano, portugués y alemán. En los últimos años agregó el bable, lengua que aprendió «por contacto». Hablando, leyendo y escuchando textos asturianos.
Fue empleado de la Intendencia Municipal durante más de tres décadas, trayectoria reconocida el 19 de setiembre de 2003. Al año siguiente la Junta Departamental lo homenajeó por «su labor histórica y cultural y su contribución al conocimiento de las raíces genealógicas asturianas de los hijos de San José». El 27 de diciembre de 2009 fue declarado Ciudadano Ilustre y recibió las llaves de su ciudad.
Fue empleado de la Intendencia Municipal durante más de tres décadas, trayectoria reconocida el 19 de setiembre de 2003. Al año siguiente la Junta Departamental lo homenajeó por «su labor histórica y cultural y su contribución al conocimiento de las raíces genealógicas asturianas de los hijos de San José». El 27 de diciembre de 2009 fue declarado Ciudadano Ilustre y recibió las llaves de su ciudad.
«Fue un pionero de la televisión, porque hizo la primera transmisión televisiva en América del Sur. Había nacido en San José en el año 1904 y vivió casi hasta los 100 años falleció hace pocos años. Me interesé en su vida y se logró por medio de la Sociedad Italiana, justamente Giampietro era hijo del doctor Francisco Giampietro que estuvo radicado en San José y que realizó nada menos que el Parque Rodó que después se ha ido mejorando con la Hostería y actividades que se cumplen ahí o elementos que se han ido agregando para embellecer el parque. En ese sentido me parecía que Mario Giampietro era una de las grandes figuras, la más grande que tiene San José.»
Daniel Ramela
Daniel Ramela
El
historiador suele contar, con mucha gracia, que tiene parentesco con
el ex presidente Luís Alberto Lacalle. «Cada vez que viene por aquí
me saluda igual: Ramelita, pariente y amigo. El lazo de sangre es con
los Herrera, a través de los Larriera.»
Vista aérea de la peatonal Asamblea. En una de sus viviendas Uruguay se declaró independiente el 22 de noviembre de 1828. (Gobierno de San José) |
En el departamento y su capital más que bicentenaria hubo episodios decisivos en la lucha por la emancipación oriental, rioplatense y sudamericana.
1811
21 de febrero. Batalla del Paso del Rey donde las tropas revolucionarias se enfrentaron contra las españolas enviadas por el virrey Francisco Javier Elío. Los caudillos Venancio Benavídez y Manuel Artigas, primo de José Artigas, lideraron el ejército patriota que sitió a los españoles en San José.
24/25 de Abril. Toma de San José por el ejército del general Manuel Belgrano, al mando del capitán Manuel Artigas vencedor de la contienda, herido de muerte en batalla y primer mártir de la independencia del Río de la Plata.
23 de octubre. Asamblea de San José que decidió el Éxodo del Pueblo Oriental. Luego de la firma del Armisticio entre porteños y españoles que dio lugar al levantamiento del Primer Sitio de Montevideo y que José Artigas consideró una traición de Buenos Aires, un grupo de familias abandonó sus propiedades para acompañar al Jefe de los Orientales en la Redota o exilio a tierras del norte oriental.
Cagancha en la serie Batallas que hicieron Historia, 2007. (El País) |
Por San José avanzaron los Treinta y Tres Orientales en su trayecto desde Buenos Aires a Montevideo en su Cruzada Libertadora contra la Provincia Cisplatina del Basil. En la Batalla de Paso del Rey apresaron a 300 enemigos y luego se apoderaron de la estratégica guarnición de San José, donde tenía su cuartel el general portugués Carlos Federico Lecor.
1828
22 de noviembre. Asamblea Constituyente. En 1828 tuvo lugar la Convención Preliminar de Paz de Río de Janeiro, que debía sumar la toma de las Misiones Orientales en manos del futuro primer presidente Fructuoso Rivera. Tras esta comisión, se le adjudicó a la provincia una Asamblea General y Legislativa que se volvería autónoma e independiente en 1830. La primera sesión se llevó a cabo en un predio de San José, nombrando a José Rondeau como gobernador provisorio. Con el tiempo se promulgaron las primeras leyes que no contravenían a los planteamientos formulados en la Convención. La Provincia Cisplatina se convertiría pues en el Estado Oriental del Uruguay.
1839
29 de diciembre. La Batalla de Cagancha fue un conflicto armado al inicio de la Guerra Grande en la costa del arroyo homónimo del actual departamento de San José. Allí se enfrentaron 5.000 soldados blanco-federales comandados por Pascual Echague, leales al gobernador argentino Juan Manuel de Rosas y al caudillo blanco Manuel Oribe, contra 4.000 efectivos colorado-unitarios al mando del general Fructuoso Rivera. Aunque sufrió una mayor cantidad de bajas, el bando riverista consiguió el retroceso federal obligado a regresar a la provincia argentina de Entre Ríos.
1898
Artigas en San José. (Diego Praderi) |
Éxodo del Pueblo Oriental o Redota (Felipe Seade, 2004) |
En el Éxodo las familias leales a José Artigas, de Montevideo y sus alrededores, dejaron atrás todas sus posesiones y siguieron al líder revolucionario que luego se estableció en el campamento de Ayuí, Entre Ríos. Una decisión planteada y aprobada en la Asamblea de San José, a fines de octubre.
En una carta de Artigas hacia la Junta del Paraguay, firmado en el Cuartel General del Daymán en diciembre de 1811, hace constar:
«Marchamos los sitiadores en retirada hasta San José y allí se vieron los bravos orientales a recibir el gran golpe que hizo la prueba de su constancia; el gobierno de Buenos Aires ratificó los tratados en todas sus partes, por él se priva de un asilo a las almas libres en la Banda Oriental y por él se entregan pueblos enteros a la dominación de aquel mismo señor Elío bajo yugo gimieron. Dura necesidad!»
Altar mayor del histórico templo construido por iniciativa del vecino Franciso Larriera. (Gobierno de San José) |
Si bien el punto geográfico exacto no es fácil de fijar, todos están de acuerdo en que fue decisiva en la futura creación de la Provincia Oriental artiguista.
Insurgentes y amancebados
La anécdota fue contada por la historiadora Ana Ribeiro en su obra Los tiempos de Artigas. En abril de 1812, el asturiano Miguel Mallada –de San Esteban de Morcín– era amenazado de degüello por un «enemigo acérrimo de los buenos españoles». El acusado se llamaba Manuel Gallardo. Tenía una causa criminal por sumarse a las tropas insurgentes y –aún peor–, por «amancebarse» con la mujer del vecino Antonio Balbuena. El hecho fue un escándalo público. Mallada dijo –como testigo– que el detenido trató de «enlazar a doña Josefa Hernández, fiel esposa del alcalde» y castigó –«persiguiendo a los buenos vasallos del Rey»– a la vecina María Lorenza Díaz.
El 9 de junio, Luisa Medina juraba por «Dios nuestro Señor» que no eran ciertos los cargos. Aclaró que estaba separada de su marido –seguidor de las fuerzas artiguistas– porque quiso volver a San José, cansada de los ultrajes.
Fue en ese momento que pidió a Gallardo que la trasladase. El defensor de pobres alegó que había sido abandonada por su esposo para «seguir las banderas delos reveldes del exercito del tirano Artigas» y que «la prueba del adulterio es de las más crespas y dificultosas q’ conoce el derecho». Se les concedió la libertad bajo fianza.
Canarios
No son comparables las historias, pero tienen algo en común. El gentilicio de los pobladores del departamento de Canelones no está en discusión, pero tampoco recoge la decisiva influencia de la inmigración asturiana.
En 1774 llegaron los primeros paisanos a una lejana zona, ubicada a 70 kilómetros de Montevideo. La posterior fundación de la Villa de Nuestra Señora de Guadalupe de Canelones –en 1782–, fue iniciativa del castropolense Bernardo Suárez del Rondelo, acaudalado comerciante y pulpero del sur oriental; organizador del núcleo pionero que también tuvo canarios, gallegos y castellanos.
En 1776, un apretado grupo de colonos se radicó en la actual Santa Lucía, a orillas del río homónimo, localizado a 62 kilómetros de la capital. La Villa de San Juan Bautista fue fundada en un proceso que duró un año –entre 1781 y 1782–, sobre los restos de una guarnición militar abandonada. Su población era de gallegos, castellanos y asturianos, en su mayoría venidos de la Patagonia y descendientes de canarios de la plaza montevideana.
En 1795, una veintena de familias astures fundaron Las Piedras, la más populosa ciudad de Canelones y segunda del Uruguay. Los pioneros vivían en la zona desde 1780, por iniciativa del virrey Vértiz, pero su formato definitivo sumó agricultores gallegos y canarios.
El terreno original –de 1.561 metros– estaba ubicado en los suburbios de la que hoy es una urbe de más de 100 mil habitantes, a 22 kilómetros de la plaza montevideana. Fue una donación de la paisana Petrona Nieves y Castillo, por sugerencia del sacerdote Domingo Castilla y de la vecina Gabriela Sierra, también asturiana. Tres lustros después, la fértil región granjera le entregó su nombre a la más memorable batalla de la historia nación.
El 9 de junio, Luisa Medina juraba por «Dios nuestro Señor» que no eran ciertos los cargos. Aclaró que estaba separada de su marido –seguidor de las fuerzas artiguistas– porque quiso volver a San José, cansada de los ultrajes.
Campanario de la catedral. (Gobierno de San José) |
Canarios
No son comparables las historias, pero tienen algo en común. El gentilicio de los pobladores del departamento de Canelones no está en discusión, pero tampoco recoge la decisiva influencia de la inmigración asturiana.
En 1774 llegaron los primeros paisanos a una lejana zona, ubicada a 70 kilómetros de Montevideo. La posterior fundación de la Villa de Nuestra Señora de Guadalupe de Canelones –en 1782–, fue iniciativa del castropolense Bernardo Suárez del Rondelo, acaudalado comerciante y pulpero del sur oriental; organizador del núcleo pionero que también tuvo canarios, gallegos y castellanos.
En 1776, un apretado grupo de colonos se radicó en la actual Santa Lucía, a orillas del río homónimo, localizado a 62 kilómetros de la capital. La Villa de San Juan Bautista fue fundada en un proceso que duró un año –entre 1781 y 1782–, sobre los restos de una guarnición militar abandonada. Su población era de gallegos, castellanos y asturianos, en su mayoría venidos de la Patagonia y descendientes de canarios de la plaza montevideana.
Cúpula maragata. (Gobierno de San José) |
El terreno original –de 1.561 metros– estaba ubicado en los suburbios de la que hoy es una urbe de más de 100 mil habitantes, a 22 kilómetros de la plaza montevideana. Fue una donación de la paisana Petrona Nieves y Castillo, por sugerencia del sacerdote Domingo Castilla y de la vecina Gabriela Sierra, también asturiana. Tres lustros después, la fértil región granjera le entregó su nombre a la más memorable batalla de la historia nación.
una maravilla sinoptica del contexto(con;junto-texto:trama o tejido) de la memoria colectiva-OLVIDAR..ES EL ARTE DE OLVIDARNOS DE NOSOTROS MISMOS1 RE-CORDAR ES PASAR POR EL CORAZÓN! UN SALUDO AL PROFESOR CON LA humildad delos que hacemos lo mismo!como una adicción1 recuperar las historias d elos pueblos y contarlas.rose greeen-la gringa
ResponderEliminarEstoy buscando la historia de las familias Figares-Muniz, Velazco-Perez, tengo entendido que emigraron de Asturias en 1780 a San Jose, hace anios que estoy buscando nuestra ancestria, algo encontre en un sitio, pero tiene muchos errores, tampoco dice nada de los Velazco-Perez, apreciaria toda ayuda,muchas gracias, saludos de Adolfo Figares Velazco
ResponderEliminarHOla, buscando algo sobre mis antepasados llegué aquí.Busco sobre mis antepasados. Me apellido Barredo, según mi tía descendemos de un comendador portugués de apellido Correa y de una negra esclava llamada Clara Chopitea...agradecería cualquier información
ResponderEliminarQuiro saber sobre mis antepasados.Jose Santos Garcia y Magdalena Mallarini mis bisabuelos y abuelos Jose Garcia Mallarini y Olga Emilia girelli Pivano.Tengo escasos datos por fotos del museo Chabalgoity,necesito saber de donde vinieron,cuantos hijos tuvieron,cuando se casaron y murieron y sobre todo con mi abuelo que los datos que me contaron mis padres eran falsos.Se casaron en 1943 y el mismo dia anoto a 3 de sus hijos y en 1959 lo mismo con otra hija.
ResponderEliminarMuchas Gracias.
Hola quisiera obtener alguna información sobre mis antepasados. Mi bisabuelo es originario de General Rodriguez, en San Jose. Se llamaba Jose Pujol Martino. Sabemos que tenia hermanas, una de ellas vivía en Montevídeo en el Prado, casada con alguien de apellido Carballido. Según relatos de mi padre, Jose era de hablar poco, se sabe que era descendientes te de vascos-franceses y permanentemente usaba boina. De adolescente participó cono chasqui en una guerra civil. Quisiéramos saber si hay mas datos sobre descendientes de Pujol Martino en algún documento, cualquier información sera muy valorada y apreciada en nuestra familia. Muchas gracias. Silvana Bayarres
ResponderEliminarEstimados, les agradezco el interés por este blog. Les cuento que Daniel Ramela es muy generoso y suele responder inquietudes genealógicas. Pueden buscarlo en Facebook como Ramela Salguero o escribirle a: ramelasalguero@yahoo.com.ar.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Hola tratando de buscar información de mi abuelo paterno, Juan Francisco De Armas, casado con
ResponderEliminarIsabel Muñiz, hija de Ignacio Muñiz y de Isabel Fernández. Vino la familia de mi abuela desde Asturias,de San Esteban de Mocin. No tengo claro si llegaron el 31/ 07/1738.
Mi abuelo de La Gran Canaria. Fue Servidor de la Patria, sus restos están en el Panteón Nacional de Flores Trinidad.
Desde ya les agradezco información, mi nombre es: Sonia Isabel De Armas Sandoval, nacida en Flores 1º Sección,año 1946.
Resido en España.
También quisiera información de mi vía materna, mi abuelo Juan Pedro Sandoval casado en 2ºs nupcias con Pura Justina Mañán Flores. Su familia eran de Galicia, de mi abuelo no lo tengo claro. Por el apellido parece castellano, Hay en la familia Núñez, Franco, Meroña pero no puedo armar el rompecabezas. Gracias.
Mil gracias por estos documentos. No me va a alcanzar la cuarentena, y eso que es larga, para ponerme al día con tanta información. Pinta muy interesante. Abrazo grande
ResponderEliminarNunca olvidar nuestra historia de nuestro departamento
ResponderEliminarGente si se quieren contactar con mi viejo llamen al 098350820 y coordinamos consulta saludos
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