domingo, 7 de octubre de 2012

Elvira Lutz, partera, cofundadora de la Relacahupan-Red de Parto Humanizado


Ni acostadas, ni rasuradas, ni cortadas”

Foto de Santiago Mazzarovich (Brecha).
Con su esposo, el psicólogo Arnaldo Gomensoro, compartió una dupla de referencia en temas cada día más actuales, más urgentes: salud reproductiva. educación sexual, equidad de género. Su casa de Paso Carrasco es, desde hace más de cuatro décadas, un espacio de reflexión crítica sobre la vida en pareja, que desafía los tabués, los preconceptos y los poderes imperantes. Mientras describe las “rutinas inútiles” del parto que vincula con el “poder médico”, no duda en señalar la manipulación que envuelve la controversia sobre la vacuna del virus del papiloma humano. “Lo único incontrovertible es que se trata de un negocio de multinacionales”, afirma convencida.

Sobre la base de la entrevista publicada en el semanario Brecha (Montevideo, 21 de setiembre de 2012), actualizada en 2014.

-¿Cuánto influyó su experiencia inicial en Salud Pública, en su definición por el parto en casa?
-No es que tenga definición terminante, creo que es una opción, y respeto el derecho a decidir donde parir. Mi primera actividad profesional fue en el Servicio de Asistencia Externa del MSP, en Sierra (actual Daniel Fernández Crespo) y Paysandú, allá por mediados de la década de 1960. En cada turno dos parteras cubríamos la guardia, tanto de día como en la noche, de ocho a ocho. Nos trasladábamos en una ambulancia con chofer y una enfermera, para atender llamados de personas que vivían en áreas de extrema pobreza, en la periferia de Montevideo, sin cobertura sanitaria. No eran partos coordinados, todo lo contrario: ¡eran desesperados! Nos llamaban cuando había una mujer sangrando, un trabajo de parto avanzado, o un nacimiento ya producido. Muchas de aquellas madres vivían entre las privaciones y la falta de higiene, en casitas de lata y cartón con muchos niños y rodeadas de perros. Siempre recuerdo lo vivido por una compañera, que después de atender un nacimiento, tomó la placenta en sus manos para observar si estaba completa; un perro hambriento se abalanzó y se la quito para comérsela.

-¿Qué es la Red de Parto Humanizado?
-Un movimiento internacional que respeta los derechos sexuales y reproductivos, que defiende el derecho de la mujer a elegir libremente sobre el nacimiento de sus hijas e hijos; a decidir donde parir, cómo y con quien. Promovemos la humanización del parto, tanto en la salud pública como la privada, y el derecho a realizarlo en el domicilio, si lo prefiere la embarazada, su pareja, su familia. El hogar es un sitio de paz, compartido con nuestros seres queridos, con los objetos y las percepciones que amamos, en cambio, las maternidades son medios hostiles, donde entran y salen desconocidos, con iluminación excesiva, y dominadas por la parafernalia médica. La embarazada no es una enferma, aunque se le llame 'paciente', un término que nos despersonaliza, que nos vuelve vulnerables, cuando en el momento del trabajo de parto, y en el parto, lo que más necesitamos es sentirnos personas. Yo nací en mi casa, mi primer hijo nació en su casa. Mi nuera tuvo hace nueve meses a nuestra nietita acá en casa, con el acompañamiento y la contención de dos apreciadas parteras. ¡Fue una experiencia repleta de vida, tranquilidad y seguridad! También tuvimos dos nietitas en la maternidad, una por rotura prematura de membranas y la otra porque fue necesario el forceps. Cuando se necesita, bienvenida sea la atención médica.

-Pero, los argumentos a favor de los partos hospitalarios, son sanitarios...
-Sí, es la versión oficial, que nos preocupa aún más cuando viene de las autoridades de Salud Pública de un gobierno progresista. Ellos se oponen al nacimiento en el domicilio, con el argumento de que el parto institucionalizado bajó la mortalidad; una verdad relativa, sólo admisible en aquellos casos en que no existe cobertura de salud, o cuando la inserción social y económica es compleja. Desde siempre las parteras han atendido en domicilios, y no hay datos de accidentes. En mi pueblo, Trinidad, cuando era niña había una casa de partos a la que iban las familias del campo para tener su bebé, sin medicalización, ni imposiciones. ¿Quién gana con el nacimiento en las maternidades? Las opiniones a su favor, más que sanitarias, provienen del poder médico. Cuando una mujer es ingresada en trabajo de parto, lo primero que le hacen, además de otras rutinas inútiles, es introducirle una vía en el brazo. ¿Saben para qué?

-¿Para controlar las contracciones y facilitar el nacimiento?
-Nos inyectan oxitocina para que el parto sea mas rápido, cuando en realidad lo natural es esperar, tomarnos nuestro tiempo. El organismo produce la oxitocina que necesitamos cada vez, tanto para el alumbramiento como para el placer en nuestras relaciones sexuales: es la hormona del amor como dice Michel Odent. No necesitamos que nos apuren, sino que nos ayuden a estar relajadas, disfrutando. No es verdad que las complicaciones y la morbi-mortalidad materna aumenta en los partos domiciliarios. Los accidentes son causados por el descuido, la desinformación, la falta de controles y las condiciones de vida paupérrimas. En una casa limpia hay menos agentes infecciosos que en un sanatorio; eso lo sabemos todos. La familia que opta por el parto en casa tiene, con su partera, todo organizado para enfrentar los imprevistos. Son imprescindibles los controles durante el embarazo y la planificación del parto, pero no es necesario un médico en el nacimiento, salvo que sea un “humanista”, como lo es nuestro amigo y compañero Carlos Guida (se sonríe) ¡que será bienvenido!

-Usted señala al “poder médico” como responsable de la pérdida de naturalidad del parto. ¿Cómo se ha institucionalizado esa imposición?
-La primera etapa fue sacar a las mujeres de su casa, de su espacio natural, para llevarlas al hospital, con supuestos fines de seguridad sanitaria. Así se transformó al nacimiento en un acto médico-quirúrgico, ahora llevado al máximo de su agresión por la universalización de las cesáreas. La cesárea es un negocio, que se ubica en el extremo de la cadena, pero hay otras rutinas que sólo sirven para darle poder al médico; no aconsejadas por la Organización Mundial de la Salud. ¿Para qué nos rasuran, si el bebé nace por el orificio vaginal? El rasurado del pubis es tan grosero como innecesario, y desde hace un tiempo, en algunas maternidades se está dejando de realizar. ¿Para qué nos acuestan en una camilla primero, y en una sala después, como si estuviéramos enfermas? En realidad, debiéramos caminar, disfrutar con nuestra familia, ¡en libertad! ¿Para qué la vía de oxitocina? Para controlar un hecho natural, que debiéramos percibir como un placer, no como una enfermedad o hecho doloroso. ¿Para qué la episiotomía? Un corte innecesario, que deja secuelas, infecciones, dolor, incomodidad, y que sólo es aceptable en casos muy especiales, por ejemplo, para evitar un desgarro cuando nuestros tejidos no están relajados. No nos dejan tomar agua, ni alimentarnos, ni caminar, menos colocarnos en cuclillas o en otra posición que no sea acostada. La medicalización no nos deja disfrutar el nacimiento. ¡Todo es no, no y no!, con argumentos totalmente irracionales. En cambio, el parto domiciliario es una experiencia afirmativa. Podemos caminar, tomar agua, un juguito de frutas, comer algo liviano, escuchar música, darnos una placentera ducha tibia. Estamos con nuestra pareja, con nuestros hijos, gozando en nuestro medio.

-¿Qué opina sobre la controversia creada por la vacuna del virus del papiloma humano (VPH)?
-El único dato no controvertido es que le aporta ganancias millonarias a los laboratorios que las producen. La respuesta está en la revista feminista “Mujer Salud” (Nº 2, 2009): la vacuna reporta altísimas ganancias a las empresas que la producen y la comercian: 500 millones de dólares anuales. ¡Es otro negocio! Su valor preventivo es muy parcial, porque ataca sólo a un par de cepas del papiloma, cuando existen muchas más. Una mujer vacunada corre el mismo riesgo de transmisión del virus, se vacune o no, cuando el hombre no usa preservativo. El tema está mal manejado en los medios de comunicacion, un poco por falta de conocimiento, pero también porque hay políticos, médicos algunos de ellos, que dicen falsedades que preocupan. La prevención se basa en el cuidado en las relaciones y en el papanicolau que todas las jóvenes deben realizarse a partir del inicio de su vida sexual. ¡Que quede claro!

El poder médico es androcéntrico, aunque también sea ejercido por mujeres que siguen los mandatos masculinos y reproducen los roles en forma acrítica.”

Elvira
Nacida en Trinidad, el 2 de diciembre de 1935, estudió Magisterio antes de radicarse en Montevideo a los veinte años, con su primer esposo y su primer hijo. “Vinimos a vivir a la calle Guadalupe, en el barrio Goes, y luego nos mudamos al Barrio Reus. Allí conocí a Aurelia una partera mayor, que me motivó en la formación y el activismo en favor de los derechos de la mujer. La escuché, y sentí que era una buen idea, que me ayudaría a despejar algunas dudas sobre mi futuro. Estudié con mucho sacrificio, porque trabajaba, estaba separada del padre de mis dos primeros hijos, y concurría a la Escuela de Parteras de la Facultad de Medicina, hasta que me recibí en 1964.”
Su actividad profesional se inició en las guardias de la Maternidad del Hospital Pereira Rossell, y luego en el Servicio de Asistencia Externa del MSP, de donde fue despedida por la dictadura “en forma confidencial y sin explicación”. Con una experiencia en policlínicas de contexto crítico (Monterrey y Colonia Nicolich) en 1968 ingresó como voluntaria en la Asociación Uruguaya de Planificación Familiar (AUPFIR), creada por el eminente médico obstetra Hermógenes Álvarez. “El profesor estaba preocupado por la muerte de muchísimas mujeres por abortos mal realizados, estaba convencido, y con razón, de que una forma de atenuarlos era un servicio de atención e información sobre métodos anticonceptivos.” Hasta 1992 trabajó como jefa de Educación de AUPFIR, en una dupla técnica memorable con su esposo, el psicólogo Arnaldo Gomensoro. En 2002 participó en la fundación de filial uruguaya de la Red de Parto Humanizado, que dos años antes había sido creada en Fortaleza, Brasil. “Fue un encuentro realizado en la Intendencia de Montevideo, con tantas queridas colegas y compañeras militantes, entre las que recuerdo a Gilda Vera, coordinadora para América del Sur de la Relacahupan; Laura Valli, actual directora de la Escuela de Parteras; Cecilia Fernández, la directora anterior.” Elvira Lutz fue integrante del Claustro de la Escuela de Parteras de la Facultad de Medicina por el orden docente, y coordinadora de la Relacahupan Uruguay. En la actualidad es consultora latinoamericana sobre Parto Humanizado y activista por los derechos sexuales y reproductivos de la mujer.

La mujer se ha liberado mucho y el hombre no se ha liberado nada, pero, ¡oh paradoja! los tabúes más arcaicos perpetúan el poder masculino, quizá, el más conservador de la naturaleza.”

Besos de amor
Tengo un texto, 'Parir con placer', que menciona el efecto de los besos eróticos, durante el trabajo de parto. Cuando una mujer entreabre su boca en actitud de entrega, también sus órganos genitales responden placenteramente, los músculos de la base de la pelvis se relajan, se distienden y el bebé se desliza naturalmente. La partera norteamericana Ina May Gaskin participó en la travesía hippie, de costa a costa de los Estados Unidos, que se desplazaba en la década de 1970. Ella expone un caso emblemático de esa experiencia, sobre una pareja que realizaba el trabajo de parto, desnudos ambos, besándose apasionadamente, que tuvo su bebé luego de contracciones más intensas y más efectivas. El beso es el mejor productor de oxitocina. Tan natural, tan amoroso, tan erótico.”

Mujeres y hombres no somos iguales, afirmarlo es desconocer nuestra naturaleza, pero debiéramos ser equivalentes, con nuestras diferencias.”

Salud sexual y reproductiva
Estoy de acuerdo con la Ley (18.426) de la Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos en toda su extensión, incluido el capítulo que le quitaron. Creo en el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo. A lo largo de mi vida interrumpí algunos embarazos, y no me siento culpable, para nada, porque eran situaciones insostenibles en las que no se podía continuar. Fueron actos meditados, conscientes, decididos en libertad. Ninguna mujer aborta por frivolidad. Es una decisión muy fuerte, pero que previene situaciones más complejas.”

La represión sexual se mantiene intacta. Al nene se le festeja que tenga tres novias, y a la nena se le exige pudor, porque su sexualidad no le pertenece.”

Violencia de género
En los últimos años los casos se han multiplicado en cantidad y en crueldad. No sólo es una 'sensación térmica' porque se denuncie y se informe más. La violencia contra la mujer ha evolucionado en una escalada de sufrimiento y muerte ¿Por qué? No existe una sola explicación, pero, en su base se encuentra un hecho irrefutable: la frustración del hombre educado como dominador, cazando, proveyendo el sustento de la familia, manejando las armas y apropiándose de la mujer para su propio provecho, que no soporta que ella gane en independencia y en capacidad de decisión. El macho que pierde el control de algunas de las atribuciones culturales de su poder, declara una guerra íntima, al principio contra la mujer que se somete, luego contra la que lo cuestiona, y su ira descontrolada se profundiza cuando ella lo abandona. No seguimos las estadísticas, pero no son necesarias para observar que describen un fenómeno escalofriante, que involucra a víctimas, victimarios y cómplices.”

Algunas letras de tango asustan por su sexismo: 'Te cortaré la cara de oreja a oreja. La prueba de la infamia la traigo en la maleta, las trenzas de mi china y el corazón de él' (A la luz del candil).”

Machismo, sexismo
La violencia de género es un drama humanitario, cada vez menos silencioso, pero, que no existe sola. La primera violencia es la de tantos padres sobre sus hijas e hijos, continuada por la de tantos docentes contra sus alumnas y alumnos, la de los más grandes hacia los pequeños, la de los novios celosos que someten a sus novias. También hay otras violencias modernas que alimentan al machismo: las guerras vistas como un espectáculo cinematográfico de poder, la abundante difusión de las crónicas policiales vistas como un entretenimiento trivial, los modelos sexistas que dominan los medios de comunicación.”

En situaciones extremas, una mujer puede tener sola a su bebé, salvo que haya alguna complicación, un cordón enrollado, o un accidente imprevisto.”

Cesáreas
La OMS dice que no debieran haber más de 15% en el total de partos, pero, en la salud pública uruguaya ronda el 24%, y en la privada, 45% de las intervenciones son evitables. Hasta los partos en podálica pueden ser espontáneos y por vía baja, si la partera o el obstetra son experimentados. La cesárea indiscriminada, a ojos vista, tiene objetivos económicos: más cirugías, más honorarios.”

El segundo sexo

Es un libro de Simone de Bouvoir, que mantiene toda su vigencia. La inequidad de género, por encima de los espacios ganados, se mantiene perpetuada por la represión de toda manifestación erótica femenina. Antes era así, y hoy sigue siendo así.”


Parto Humanizado
Estamos convencidas de que garantiza intimidad, privacidad, además de respeto por el tiempo biológico y psicológico, por las pautas culturales de la mujer y su familia, y por el proceso instintivo natural del nacimiento. Evita prácticas invasivas o suministro de medicación que no se justifica, porque es el resultado de la planificación compartida: información, afecto, libertad de movimientos, alimentación saludable.”

Placer y peligro

Es el título de un ensayo de la estadounidense Carol Vance, que reflexiona sobre la presunta revolución sexual femenina, que se da en una sociedad fuertemente sexista, donde la mujer es objeto de manipulación doméstica, erótica y reproductiva.”

AUPFIR
Nuestro trabajo de treinta años en la Asociación Uruguaya de Planificación Familiar, nos sensibilizó como profesionales de la salud y militantes en favor de los derechos humanos de la mujer. En el Pereira Rossel atendimos a miles de interesadas en la anticoncepción, que en su mayoría llegaban con una angustia parecida: se sentían utilizadas por compañeros que las sometían a diversas formas de violencia física, psicológica, económica. Cada día me pregunto: ¿cuánto ha cambiado en este tiempo?”

Parto y erotismo
Ella sentía un dolor extremo y
la técnica usual de respiración profunda
no estaba dando resultado.
Su marido parecía estar a punto de estallar.
Recordando a la pareja que se había
besado durante cada contracción, intuí
que los ayudaría si en ese momento les
contaba esa historia.
La dilatación estaba casi completa
y pensé que un buen beso sería la mejor
manera de aflojar la rigidez que yo
sentía en su cuello, especialmente durante
las contracciones.
Se besaron, pero había un problema,
no eran muy buenos haciéndolo, ya que
apenas lograban un contacto verdadero.
Cuando terminó la contracción le sugerí
a la mujer, que cuando comenzar la próxima
abriera su boca lo suficientemente grande
como para envolver la boca de su marido.
Yo ya había observado que cuando las
mujeres abren la boca, la vagina y los
músculos perineales se relajan notablemente,
incrementando el flujo de sangre que
necesita para expandirse.”
Ina May Gaskin

Arnaldo
Supe de su existencia cuando le llevó a mi segundo esposo, Mario Pazos, los originales de su libro 'Educación y Crisis' (Cooperativa Obrera Gráfica, 1965). Mario era un muy buen gráfico, anarquista, con quien compartía la tarea de corrección de textos. Así comencé a leer su pensamiento, que me resultó interesante, recién después lo conocí personalmente en la militancia social. Luego construimos un matrimonio que comparte amor, trabajo, ideales, y muchas vidas, entre hijos, nietos y amigos.” Arnaldo Gomensoro (1922-2013) fue, es, un referente de la salud mental aplicada a la sexualidad, que hasta los 90 años produjo reflexión sobre sexología, educación sexual, relaciones de pareja.

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