Fiesta patria
Si
algo le faltaba para ser reconocida como una verdadera innovación,
era su ingreso a un espacio tecnológico de referencia nacional e
internacional. Las autoridades del LATU abrieron las puertas del
predio de Avenida Italia a la edición 2011 de la Noche de la
Nostalgia, quizá, como un homenaje a la creatividad vinculada con la
memoria colectiva de los uruguayos, que con el tiempo se transformó
en un patrimonio cultural y turístico del país.
Sobre
la base del fascículo Nº 15 de la serie Inventos
Uruguayos editado por Trocadero
Gabinete DDiseño para el diario El País (15
de noviembre de 2011)
“Hay temas que tal vez no son tan buenos como los momentos que evocan. A veces no se trata de su calidad, sino de su significado. Con una canción recibimos el primer beso, nos enamoramos por primera (o única) vez, o conocimos a alguien muy especial. Estoy convencido que buena parte del éxito se explica en la necesidad de revivir esos recuerdos de juventud”, afirma Pablo Lecueder, empresario radial, director de Océano FM y creador de La Noche de la Nostalgia.
Su primera edición fue apenas el baile de un programa musical, Old Hits, que se emitía por Radio Mundo, continuadora de la histórica CX 32 Sur, una estación tradicional de amplitud modulada (AM) por entonces transformada en una emisora de musica joven. Era mediados de 1978, cuando todavía no estaba en auge la Frecuencia Modulada (FM) con todo el vigor de su impacto actual.
Lecueder, que era director de Old Hits, tuvo una idea: organizar una fiesta que recreara las décadas de 1960 y 1970, basada en pop en inglés, música disco y new romantics, con temas de Queen, Simon and Garfunkel, Cat Stevens, Beatles, Dire Straits, Supertramp, Elvis Presley, Barry Manilow, Bee Gees o John Travolta, entre tantos.
“La Noche de La Nostalgia no es sólo John Travolta y música disco, sino que abarca todas las épocas desde 1960 hasta los temas de hace cinco años, pero no pueden faltar: Los Beatles, la porteñada, las lentas y Charlie García.”
Casualidad, causalidad
Con apenas 16 años, recién llegado de Estados Unidos, donde había ido a estudiar con una beca, conoció a Daniel Leal, un disc jockey con varios programas juveniles en CX 44 Panamericana, por entonces vinculada con el diario El País. “La radio me fascinaba y enseguida me entusiasmé con la idea de tener mi propio espacio”, cuenta Pablo Lecueder, quien permaneció allí hasta el 24 de agosto de 1977, cuando se mudó a Radio Mundo. Un año después quiso celebrar el éxito de la propuesta, y además promocionarla con una fiesta para sus oyentes. Al principio pensó en viernes o sábado, pero no había boites (así se llamaban popularmente a los boliches nocturnos por entonces) disponibles. Fue cuando se le ocurrió realizarla en la víspera del feriado de la Declaratoria de la Independencia. “Justo cuando cumplía un año el cambio a Radio Mundo”, relata.
El concepto estaba. “Recordar es lindo, pero con música mucho mejor.” Un slogan que aún mantiene como santo y seña de sus emprendimientos. Pero faltaba el nombre. Cuando lo pensó, pasaron varias ideas (La Noche de los Recuerdos, por ejemplo), pero se quedó con La Noche de la Nostalgia. “La fecha tuvo parte de intención, pero también parte de casualidad, tanta, que recién tiempo después nos dimos cuenta de que el 24 de agosto tiene una ventaja estratégica: es la previa a un feriado inamovible. Nos salió bien, pero sin calcularlo.”
“Antes se pasaba música rápida, que luego se enganchaba con una bajada y venían las lentas. Ahora, para conformar a todos, lo más común es instalar más de una pista.”
Ton Ton, Zum Zum, LATU
Las dos primeras ediciones fueron en Ton Ton Metek, recordada boite ubicada en el puente de Carrasco, departamento de Canelones, al año siguiente fue en Lancelot, leyenda urbana de la noche montevideana, y luego en Zum Zum, donde hoy están los estudios de Océano FM, en la rambla del Buceo. De allí nunca se movió hasta este año, cuando La Noche de la Nostalgia fue llevada al predio del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).
Aquella fiesta radial creada por Lecueder hace 33 años se ha multiplicado en todo el país. En la actualidad es un acontecimiento cultural y turístico, y también un símbolo de la industria nacional del entretenimiento que da trabajo a restoranes, discotecas, disc jockeys, mozos, empresas de catering, alquileres de infraestructuras para fiestas, servicios de seguridad, iluminación, amplificación, promotoras y hasta a tiendas de lencería y hoteles de alta rotatividad con promociones especiales por la noche.
“Los uruguayos somos nostálgicos por naturaleza. Decimos que fútbol era el de antes, que carnavales eran los de antes, que país era el de antes, pero la noche del 24 de agosto es una nostalgia distinta, porque no es un bajón, sino que además de ser una fiesta de todos, nos permite acortar el invierno porque enseguida viene setiembre”, señala Pablo Lecueder, quien, aunque no lo dice, siente la profunda satisfacción de haber llegado al LATU, un espacio emblemático de la innovación y de los innovadores uruguayos.
“A veces me critican diciendo que yo no inventé los old hits, y tienen razón, porque solo descubrí que pueden convocar a multitudes cuando se pasan un 24 de agosto.”
17.825
Es la ley aprobada el 26 de agosto de 2004 que declaró a la Noche de la Nostalgia como fiesta nacional. Su artículo 2° dice: “el Ministerio de Turismo la promocionará en el exterior a través de embajadas, consulados y oficinas comerciales".
“No es solo un negocio. También es una tradición y un homenaje a los boliches montevideanos de las décadas de 1960 y 1970, que fueron los de nuestra juventud.”
Sólo parejas
“La Noche de la Nostalgia mantiene una característica esencial: no se ingresa si no es en parejas. Esto es inflexible, puesto que así se intenta conservar una tradición de nuestra juventud.”
“Nuestra primera agencia fue Santoro, con avisos de un fantástico creativo joven que manejaba una campaña para jóvenes: Fernando Vallejo.”
Tropical
“Una vez mi entrevistó una radio del interior que pasaba cumbia, y el locutor me dijo como pidiéndome disculpas que el 24 de agosto pasaban música de la Nostalgia. Me acuerdo que le respondí que si sus oyentes gustaban del género tropical su nostalgia era tropical. Hasta le conté que uno de los primeros temas que pusimos en Zum Zum fue La Burrita de los Wawancó.”
“AGADU me otorgó el premio Pegasus porque en la Noche de la Nostalgia es cuando los autores ganan más por el cobro de sus derechos.”
Placa
“Homenaje a la Noche de la Nostalgia creada por y para los jóvenes montevideanos, de ayer, de hoy y de siempre. 24 de Agosto de 1978-24 de Agosto de 2011.”
Así dice la placa de la Junta Departamental de Montevideo que Pablo Lecueder tiene en su oficina de Océano FM. “Lo gracioso es que las primeras ediciones se realizaron en el departamento de Canelones”, evoca con una sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario