Quebradas del norte profundo
Un camino de tierras coloradas, en el departamento de Tacuarembó, luego de pasar el cerro Lambaré, camino a la Estación Laureles. (Trocadero Gabinete DDiseño) |
Es un territorio que recorre el extremo norte del
departamento de Tacuarembó y el noroeste del departamento de Rivera. Un sistema geográfico y ambiental único en el país, conocido como Quebradas de la Cuesta Basáltica, que se distingue por una belleza escénica y por la presencia de más 8.000 hectáreas de bosque nativos casi extinguidos fuera de allí. Entre valles escarpados, laderas pronunciadas, saltos de agua de diversa altura e intensidad, se desarrolla una poderosa cultura tradicional de frontera. Allí se habla español y portugués, pero también "portuñol" y "carimbao". Sus pobladores cocinan con el sabor único de los laureles propios, creen en mágicas "venceduras" y "simpatías", y preservan un infrecuente patrimonio musical estudiado por Lauro Ayestarán: chamarrita, tirana, carangueijo, tercio de velorio. Son las Quebradas del Norte, del norte más profundo.
Sobre la base del fascículo Nº 11 de la serie Áreas Protegidas del Uruguay. Producido por Trocadero Gabinete D Diseño para El País, setiembre de 2010. Diseño y concepto visual: Alejandro Sequeira. Fotos: Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Actualizado para el libro Uruguay Manual del Visitante 2013 (Naón & Praderi).
Sobre la base del fascículo Nº 11 de la serie Áreas Protegidas del Uruguay. Producido por Trocadero Gabinete D Diseño para El País, setiembre de 2010. Diseño y concepto visual: Alejandro Sequeira. Fotos: Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP). Actualizado para el libro Uruguay Manual del Visitante 2013 (Naón & Praderi).
Laureles-Cañas
Departamentos: Tacuarembó y Rivera
Ubicación: Su referente geográfico y social es la Estación Laureles, situada a 65 kilómetros al norte de la ciudad de Tacuarembó.
Cómo llegar: Desde Tacuarembó el acceso es por el empalme a Bañado de Rocha, a la altura del kilómetro 407 de la ruta 5, donde nace un camino que atraviesa los parajes de Lambaré y Bañado de Cañas. Desde el norte se puede llegar por la localidad de Masoller y la villa de Tranqueras, en el departamento de Rivera. Por tratarse de vías rurales, en buenas condiciones pero en su mayoría en balastro, es un recorrido accidentado, pero con el atractivo del disfrute de paisajes ecológicos. El tiempo aproximado de viaje desde Tacuarembó, es de una hora y media a dos.
Departamentos: Tacuarembó y Rivera
Ubicación: Su referente geográfico y social es la Estación Laureles, situada a 65 kilómetros al norte de la ciudad de Tacuarembó.
Cómo llegar: Desde Tacuarembó el acceso es por el empalme a Bañado de Rocha, a la altura del kilómetro 407 de la ruta 5, donde nace un camino que atraviesa los parajes de Lambaré y Bañado de Cañas. Desde el norte se puede llegar por la localidad de Masoller y la villa de Tranqueras, en el departamento de Rivera. Por tratarse de vías rurales, en buenas condiciones pero en su mayoría en balastro, es un recorrido accidentado, pero con el atractivo del disfrute de paisajes ecológicos. El tiempo aproximado de viaje desde Tacuarembó, es de una hora y media a dos.
Tunel ferroviario entre las cuchillas. (SNAP) |
El área protegida propuesta limita al noroeste con la cuchilla de Haedo, al sureste con la cuchilla de Las Tres Cruces, al noreste con la sierra Minuana y la cuchilla de Venta Quemada que separa al arroyo Laureles del Lunarejo y al sureste con el arroyo De las Cañas. Está comprendida dentro de la cuenca del río Tacuarembó, una corriente estratégica para el país donde se produce la recarga del acuífero Guaraní, en especial en aquellos sitios de areniscas.
Ombú solo en Costa de Cañas. (SNAP) |
Quebrada de Laureles. (SNAP) |
Vegetación de la selva paranaense brasileña en el límite entre Tacuarembó y Rivera. (SNAP) |
Una rareza geográfica
Caída de Higuerones. (Darío Fros) |
Caída de Las Bandurrias. (Grupo de Desarrollo Laureles) |
Ambiente para el ecoturismo
Mirador en Quebrada La Losa. (Trocadero Gabinete DDiseño) |
“Las quebradas cumplen una importante función como corredor biológico
que permite la presencia de una exuberante vegetación subtropical que comparte
con el sur de Brasil, y una fauna de especies poco comunes y amenazadas.”
Roberto Bettini, ingeniero agrónomo, facilitador y promotor local en
Laureles-Cañas
Un elemento geomorfológico
predominante en el área son las cuchillas en forma de mesetas alargadas, con
laderas abruptas que dividen las aguas y paredones rocosos o farallones,
verticales y sin vegetación.
Seis
Dentro del área hay seis
localidades con poblaciones que van desde medio centenar hasta 150 personas:
Cuchilla de Laureles, Estación Laureles, Poblado 33, Costas de
Cañas, Costa de Laureles y Bañado de Cañas.
Quebradas del Norte
Es un conjunto de gargantas
profundas y estrechas, que corren desde la Cuchilla Negra al Valle Edén, de
noroeste a sureste, encajonadas entre altos murallones de basalto, en las
nacientes de cursos de agua tributarios del río Tacuarembó.
Alda Rodríguez Dos Santos, ingeniera agrónoma, especializada en agricultura sustentable, jefa del Proyecto Quebradas del Norte del SNAP
Alda Rodríguez Dos Santos, ingeniera agrónoma, especializada en agricultura sustentable, jefa del Proyecto Quebradas del Norte del SNAP
"El futuro es un parque natural
regional”
-Fue en 2003 cuando pobladores
de las localidades de Cuchilla de Laureles, Estación Laureles, Poblado Treinta
y Tres, Costas de Cañas, Costa de Laureles y Bañado de Cañas, solicitaron su
creación por tratarse de una zona de muy singular diversidad biológica,
geográfica y humana, en el límite natural entre los departamentos de Rivera y
Tacuarembó. Como este territorio está considerado como prioritario para su
conservación, en marzo de 2008 la Dirección Nacional de Medio Ambiente inició
un proceso de planificación participativa para seleccionar y delimitar un
espacio de influencia, y elaborar un proyecto para su incorporación al Sistema
Nacional de Áreas Protegidas. Siguiendo los lineamientos de la Guía para la
Planificación de Áreas Protegidas del Uruguay, se realizó un diagnóstico
socio-ambiental mediante trabajo técnico y aportes de diversos actores locales
e institucionales, que incluyó la realización de más de una docena de talleres,
en las localidades de Estación Laureles, Cuchilla de Laureles y Poblado Treinta
y Tres, donde también participaron pobladores de Costa de Cañas, Costa del
Laureles y Bañado de Cañas. Se identificaron los elementos y valores naturales
y culturales de especial interés para la conservación, las relaciones entre los
actores vinculados al área y sus recursos, pero también los problemas,
conflictos, limitaciones y potencialidades para la gestión del área.
El
documento que sustenta nuestro proyecto refleja la integración del conocimiento
técnico más actualizado sobre la región de estudio y los saberes locales
mediante trabajos de campo, entrevistas, reuniones, en un proceso que contó con
la participación de instituciones, técnicos y personas: Ministerio de Vivienda, Ordenamiento
Territorial y Medio Ambiente, Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca,
Ministerio de Turismo y Deporte, Universidad de la República, Instituto
Nacional de Investigaciones Agropecuarias, Instituto Nacional de Colonización,
Instituto Plan Agropecuario, Intendencia Municipal de Rivera, Intendencia
Municipal de Tacuarembó, Centro Latinoamericano de Economía Humana Tacuarembó,
Asociación Bio Uruguay, Obispado de Tacuarembó-Rivera, vecinos, productores y
trabajadores de las localidades de Cuchilla de Laureles, Estación Laureles,
Poblado 33, Costas de Cañas, Costa de Laureles y Bañado de Cañas, y
docentes, alumnos y padres de las escuelas rurales Nº 17, 42, 77, 85 y 118.
Juan Sosa, maestro y narrador oral, en la Escuela N° 42 de Laureles. (Alda Rodríguez) |
-¿En qué etapa se encuentra?
Vecina de Poblado 33 con su única forma de iluminación: la curuja. (Alda Rodríguez) |
-¿Por qué se plantea un
Paisaje Protegido?
-Porque es la categoría más
apropiada, dadas sus características biofísicas, socioeconómicas y culturales,
junto a los valores de interés para la conservación, según las directrices de
la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que dice:
“salvaguardar la integridad de esta interacción es esencial para la protección,
el mantenimiento y la evolución del área. Es una categoría muy adecuada para
lugares con amplia propiedad privada, porque da tranquilidad a los productores
del área en cuanto a conservar sus bienes. Son infundados los temores de
algunos vecinos, porque la propia Constitución de la República consagra este
derecho. Las regulaciones de uso ayudarán a conservar los recursos y servicios
ambientales para todos, también para quienes allí viven y dependen de ellos en
su producción agropecuaria.
Alumnos de la Escuela de Laureles muestran el horno ecológico que construyeron con sus padres. (Alda Rodríguez) |
-Nuestra estrategia se
sustenta en dos aspectos fundamentales: el compromiso con la conservación y la
educación ambiental. Hay una tarea de base en las seis escuelas de
Laureles-Cañas y en las cuatro de Lunarejo, pero también en zonas cercanas como
Lambaré o Brigadas Civiles, donde se comparte información teórica y práctica
sobre áreas protegidas. También existe una buena coordinación con los que
denominamos grupos de interés: productores, artesanos, mujeres, jóvenes,
aspirantes a colonos. De esta forma, cada grupo identifica sus necesidades y
hace su aporte para mejorar el proyecto de ingreso del área al SNAP. Es muy
interesante el compromiso adquirido por asociaciones de vecinos, como ARPROLA y
el Grupo de Desarrollo de Laureles, que propusieron el ingreso
de su territorio al Sistema de Áreas Protegidas, pero también lo que realiza la
Comisión pro Desarrollo del Poblado 33.
Clase de cocina típica de Laureles compartida por niños, padres y vecinos. (Trocadero Gabinete DDiseño) |
-La creación del Parque
Natural Regional de las Quebradas del Norte, es una propuesta que busca ser
demostrativa, y coordina actividades de conservación, educación, turismo de
naturaleza y desarrollo humano sustentable. Abarcará un territorio muy amplio,
tentativamente desde la Cuchilla Negra hasta el Valle Edén, con paisajes,
flora, fauna, una cultura y también muchas necesidades en común. Se inspira en
los Parques Naturales franceses, que desde hace más de cuatro décadas
desarrollan territorios rurales habitados con atributos biológicos,
geográficos, culturales y productivos de alto valor y fragilidad. Se cuenta con
el apoyo técnico y financiero del Fondo Francés para el Medio Ambiente Mundial.
El Sistema Nacional de Áreas
Protegidas viene llevando adelante, en las Cuencas del Arroyo Laureles, de las
Cañas y Lunarejo, actividades promotoras de conservación de la biodiversidad y
sus valores culturales asociados, así como el fortalecimiento de las
capacidades de las familias productoras rurales. “El fin último de las Áreas
Protegidas no es guardar pedacitos de naturaleza intacta, aislada de las zonas
donde el hombre vive y produce, sino de generar cada vez más, actividades
amigables con la naturaleza, asegurando la persistencia del conjunto de
elementos de la diversidad biológica que la componen, promover la unidad y el
arraigo de la comunidad local y contribuir al mejoramiento de su calidad de
vida”, afirma Alda Rodríguez.
Máxima biodiversidad con
aporte de la selva paranaense
Flor de guaviyú. (SNAP) |
La heterogeneidad del paisaje de Laureles-Cañas es un valor del área protegida que debe considerarse como atributo para su conservación. El espacio biológico posee una flora de más de 600 especies, con aporte florístico de la selva paranaense, que se desarrollan en diez ambientes distintos. El árbol emblemático es el guaviyú, que comparte un espacio con el caobatí, el cambuotá, el palo jabón, el palo quillapie, la aruera y el carobá. Entre las flores se destacan el plumerillo rojo, el ceibo y la margarita, una especie de registro reciente en la zona. Los pastizales ocupan 60% del territorio.
Allí sobreviven la cascabel, el
chima chima y la viudita negra copetona, una especie única en el mundo
Fauna de la quebrada
Bandurria mora de Laureles. (SNAP) |
Cascabel de las quebradas del norte. (SNAP) |
Coendú de Laureles. (SNAP) |
Geko de Tacuarembó. (SNAP) |
Peraus
Paredón en el arroyo Laureles. (Andrés Rodríguez) |
Dos Hermanas, Bandurrias y las 30 caídas
Así se llaman dos caídas de uno de los pequeños afluentes del arroyo Laureles, que crean un espectáculo natural y sorprendente. Partimos nuevamente desde la capital del departamento de Tacuarembó, y pasando la terminal de ómnibus, tomamos la ruta 5 en dirección a Rivera.
Caída de Las Bandurrias desde adentro. (Blog Laureles & Cañas) |
El
camino es solitario, rodeado de bonitos cerros, de tierra firme pero
con pequeñas piedras sueltas sobre. A unos diez kilómetros se ubica
el pequeño pueblo Lambaré. Son 30 kilómetros desde la ruta 5 hasta
la escuela rural Nº 85, que posee en su frente dos carteles que nos
señalarán el nuevo camino sobre la izquierda, que deberemos tomar.
Por
esta nueva senda hay que recorrer unos ocho kilómetros hasta
alcanzar una bifurcación, 500 metros antes de esta y sobre la
derecha del camino, podremos deleitarnos unos momentos en el mirador
de la quebrada de la losa. En la bifurcación doblamos a la
izquierda, y recorremos unos once kilómetros hasta alcanzar la casa
de la familia Fros, sobre la derecha del camino. El nos guiara hasta las
dos caídas que están situadas dentro de su terreno.
La
primera tiene por nombre "Dos
hermanas", es obvio el porque, mirando las imágenes, una
enfrente a la otra. La segunda caída es llamada "De las
bandurrias", su espectacularidad e increíble posición desafía
algo más que nuestros sentidos. Es una abertura en medio de la llanura, que parece esculpida por la
mano de un artista. Posee una gran profundidad, sus paredes
verticales son impresionantes, y van cerrándose a medida que uno va
acercándose al hilo de agua que cae vertical en su parte más
angosta. Las caídas más pequeñas que pueden observarse en las
imágenes, pueden alcanzarse caminando por el margen derecho de la
quebrada que comienza en las caídas de las dos hermanas. Al llegar a
la intersección con la quebrada de la caída de las bandurrias, hay
que descender sobre la izquierda por una trilla poco transitada hasta
el lecho del arroyo. A la derecha transita el agua, el silencio
circundante, y las voces de especies animales que comparten su mundo con los visitantes.
Puente ecológico camino a la caída de Las Bandurrias. (Blog Laureles & Cañas) |
Darío Fros, productor de la Quebrada de Laureles y guía de ecoturismo
Senderos, magia y tradiciones
Su establecimiento, llamado Bichadero, es una evocación a los sitios que tenían los indios de la zona, para observar animales de caza y posibles enemigos. En su casa tiene una sola habitación que ofrece a los visitantes, amoblada al mejor estilo de la antigua campaña del norte. El emblema de su propuesta es el Sendero Higuerones, un magnífico recorrido, a pie o a caballo, hasta un salto de agua que sorprende por su carácter y su belleza.
-Es un emprendimiento
turístico familiar surgido a partir de las dificultades económicas
que sufren los productores agropecuarios de la región. Comenzó
siendo un complemento de ingresos, pero hoy tiene su propia
dimensión, y eso nos llena de orgullo. Nos dedicamos al alojamiento
de visitantes y al turismo rural, gracias a la capacitación técnica
que recibimos del Fondo Mundial del Medio Ambiente, para la
elaboración, organización y puesta en práctica de los senderos,
pero, fundamentalmente, porque nuestra propiedad posee un sitio
natural que sorprende: Higuerones. Allí desarrollamos un turismo
amigable con el medio.
-La cultura de las quebradas es muy poderosa y persiste en el tiempo. ¿Qué le llama la atención a los visitantes?
-La
diversidad de paisaje, flora, fauna y el arraigo de la familia en el
campo. Les resultan muy atractivas las
narraciones que hacemos de nuestras tradiciones mortuorias. Cuando
les contamos que todavía es costumbre en algunos parajes lo que aquí
se llama “velorio de la cruz”. Cuando la persona muere es velada
por los familiares que están con él en un velatorio normal, pero la
costumbre también tiene en cuenta a quienes viven lejos. Para ellos
se realiza un segundo velorio, que no es de cuerpo presente, sino que
se utiliza una cruz que representa al difunto. Y allí se lo llora
por segunda vez. También hay registros del luto de las mujeres
ancianas, que guardan riguroso silencio, dentro de su domicilio
durante seis meses, sin salir, y un año sin asistir a reuniones
familiares y menos a fiestas. La escala del luto se inicia con el
negro y con el tiempo pasa primero al gris y luego al blanco, pero
jamás una ropa colorida.
-La cultura de las quebradas es muy poderosa y persiste en el tiempo. ¿Qué le llama la atención a los visitantes?
La escondida está allí, escondida. (Trocadero Gabinete DDiseño) |
Sendero de los Tembetaríes, Quebrada de Laureles (SNAP) |
-Hay dos que son muy fuertes: las venceduras y las simpatías. La vencedura es un ritual de sanamiento para tratar la culebrilla, que acá le llamamos cobrero, empachos y ojeadas, pero también sirve para evitar una tormentas no deseada, un vientos o un rayos cuando se sale al campo. Aún quedan señoras que vencen animales que están vichados y se supone que los curan con oraciones y estacas clavadas en el suelo. Es interesante, porque se trata de un oficio que las ancianas no enseñan, salvo a personas de confianza, y cuando comparten su saber lo hacen por escrito, jamás es una trasmisión oral. Las simpatías son otros rituales que se utilizan como medicina. Por ejemplo, pasar una cruz hecha de maíz en una verruga que sale en las manos y se hacen oraciones. Se lleva la cruz a la cueva de una lechuza, que cuando se lo come se sana la verruga.
-Pero no como timba;
eso casi se perdió. Ahora solo se hacen a beneficio de una escuela,
una policlínica o un destacamento policial. También son muy comunes
las criollas, las yerras, el juego de la taba, y, por supuesto el
truco. También tenemos una música que sentimos como muy nuestra, la
polca, que es el equivalente al chamamé de la frontera litoraleña.
Es muy pegajosa, y convive con un ritmo brasileño que aquí es muy
común: el banerao.
-¿Se conservan los antiguos platos típicos de la zona?
-El guiso con charque, mucha carne de oveja, y pirón. Un tatú es un manjar de una vez al año. Nuestros postres son, la mazamorra de maíz con leche, el zapallo o el boniato, siempre con leche.
-¿Se conservan los antiguos platos típicos de la zona?
-El guiso con charque, mucha carne de oveja, y pirón. Un tatú es un manjar de una vez al año. Nuestros postres son, la mazamorra de maíz con leche, el zapallo o el boniato, siempre con leche.
Ladrillos de adobe en Poblado 33. (Alda Rodríguez) |
Es un postre que se realiza en las quebradas del norte, desde hace siglos. La receta tiene su complejidad y llama la atención. Se hierven las cuatro patas de una vaca hasta que se puede separar fácilmente la carne y el cuero del hueso, y luego se sigue hasta que queda una pasta, que se cuela en un tejido bien apretado. Lo que resulta se hierve hasta que se forma una gelatina, a las que se le agrega una yemada de doce huevos de gallina o uno de ñandú, siempre cada cuatro patas.
Fue un personaje famoso
de Poblado 33 y Las Cañas. Un peón rural de la década de 1930, que
alguna vez tuvo un pedazo de tierra, que peleaba a facón y que mandó
al campo santo a muchos gauchos de la zona.
Chamarrita, tirana,
carangueijo, tercio de velorio
Cultura de las quebradas
En el área se encuentra la
cultura predominante norte uruguayo y el sur del estado brasileño de Rio Grande
Do Sul, que también recibe expresiones de las provincias argentinas de Entre
Ríos y Corrientes. Sus tradiciones están vinculadas con el gaucho rioplatense y
con el gaúcho riograndense, que se expresan en fiestas, fogones y competencias
camperas, y en el legendario asado con cuero. Una costumbre de la zona es la
doma, que ahora se trata de adaptar a un uso racional, sin violencia, promovido
por el SNAP entre los trabajadores rurales. La mayoría de los establecimientos
tienen una tradición de hasta tres generaciones de permanencia, que les da un
sentido de pertenencia muy profundo. Allí se mantiene una fuerte afirmación de
la cultura ganadera, asociada no sólo con la producción sino también con un
determinado tipo de trato de los animales y una relación particular con el
caballo. En Laureles la yerra todavía se realiza a la antigua usanza.
El musicólogo Lauro Ayestarán
caracterizó a los departamentos de Tacuarembó y Rivera como espacios donde se
manifiesta un “cancionero norteño” que se expresa en una música asociada a
danzas como la chamarrita, la tirana y el carangueijo, a lo que se agrega otra
manifestación musical excepcional en el territorio nacional, el llamado “tercio
de velorio” una suerte de coro “responsorial” en el que los deudos entonan una
sucesión de rosarios. También es propio de esta región el uso del acordeón, de
una o dos hileras, que acompaña las fiestas, tanto como la guitarra criolla.
Cultura de las quebradas
Construcción solidaria en la quebrada. |
Leña cortada en el monte nativo. |
La Fiesta de la Patria Gaucha,
que se realiza desde 2007, es la mayor expresión popular de Tacuarembó.
En las Quebradas del Norte hay
sitios relevantes para la arqueología y la historia, no solo en relación con el
aporte guaraní-misionero, sino también con otras etnias que habitaron el
territorio. A los charrúas se asocian las construcciones líticas denominadas
“bichaderos”, supuestos puestos de observación, ubicados en las partes más
altas de algunos cerros cuya función está en disputa con quienes creen que
fueron sitios de aislamiento y ayuno, como señala el antropólogo Renzo Pi
Hugarte.
Laureles-Cañas se destaca por
la manifestación de una serie de valores culturales típicos de la región de las
Quebradas del Norte, con un emblema de la región: el portuñol. La lengua se
habla desde la frontera con Brasil y su influencia llega a más de 50 kilómetros
en territorio uruguayo. Su particular tono atraviesa los departamentos de
Artigas, Rivera, Tacuarembó, Cerro Largo y el oeste de Salto. El riverense es
más portugués y el tacuaremboense más español, pero en la campaña se conserva
una forma original de habla, el carimbao, mezcla ancestral de portuñol con
guaraní.
Allí se habla una variación
particular de los llamados dialectos portugueses del Uruguay: el Carimbao. Los primeros lingüistas que estudiaron el habla fronteriza con Brasil le llamaban "portugués tacuaremboense". Se trata de una
expresión propia del norte del departamento, que se conoce sólo
en ciertas zonas rurales. Los estudios más recientes citan el caso de la localidad
riverense de Tranqueras, como uno de los focos hasta donde se extendió el Carimbao, mezclado con eel portugués riverense. En la zona ocurre un fenómeno que los
lingüistas denominan diglosia: el portuñol se utiliza en el hogar y entre
amigos, y el español, como lengua oficial del país, en oficinas, comercios,
empresas, medios de comunicación e instituciones educativas.
Los expertos no consideran al
portuñol una patología, ni una deformación, y menos aún una penetración
brasileña, “porque siempre estuvo allí”, según opina el investigador Adolfo
Elizaincín, especializado en lengua y literatura española, ex decano de la
Facultad de Humanidades.
“Esplicasiones” de Chito
Es la forma popular de un Diccionario Breve Portuñol-Español, que circula en ciudades, pueblos, parajes y en las calles de Rivera, Tacuarembó y la ciudad brasileña Santa do Livramento.
aflosha – aflojá, pará, “no jodas”
aparecer – sobresalir, “lucirse”
bagayero – que “bagayéa” (quilero)
bagáyo – pequeño contrabando
barbada – mujer
cabuloso – complicado, lleno de “no me toques”
cashaza – aguardiente, caña brasilera
duénte – enfermo
el bagazo – los amigos, el pueblo, “la bagacera”
escuyambo – desorden, confusión
feyáun – poroto
fofoquera – chismosa, enredadora
frésco – que les gusta llamar la atención, “aparecer”
fûmo – fuimos
jodido – gran, grande “báita”
linguisa – chorizo
marimbo – barrilete con “roncador”
mistura – mezcla, entrevero
muñata – boniato
Rancho de Poblado 33. (Alda Rodríguez) |
Es la forma popular de un Diccionario Breve Portuñol-Español, que circula en ciudades, pueblos, parajes y en las calles de Rivera, Tacuarembó y la ciudad brasileña Santa do Livramento.
aflosha – aflojá, pará, “no jodas”
aparecer – sobresalir, “lucirse”
bagayero – que “bagayéa” (quilero)
bagáyo – pequeño contrabando
barbada – mujer
cabuloso – complicado, lleno de “no me toques”
cashaza – aguardiente, caña brasilera
duénte – enfermo
el bagazo – los amigos, el pueblo, “la bagacera”
escuyambo – desorden, confusión
feyáun – poroto
fofoquera – chismosa, enredadora
frésco – que les gusta llamar la atención, “aparecer”
Escuela en la Cuchilla de Cañas. (Alda Rodríguez) |
jodido – gran, grande “báita”
linguisa – chorizo
marimbo – barrilete con “roncador”
mistura – mezcla, entrevero
muñata – boniato
ônde – donde
porquêra – algo mal hecho, sin valor
quiría – quería
rompidioma – que habla mal (riverense)
rudía – rodilla
sêmo – somos
shôpe – chop, cerveza de 1 litro
trushémo – trajimos
yéito – modo, manera, forma
porquêra – algo mal hecho, sin valor
quiría – quería
rompidioma – que habla mal (riverense)
rudía – rodilla
sêmo – somos
shôpe – chop, cerveza de 1 litro
trushémo – trajimos
yéito – modo, manera, forma
En Laureles-Cañas se han
localizado 54 sitios y 75 estructuras prehistóricas
El Patrimonio Cultural de
Laureles-Cañas es investigado por el Laboratorio de Arqueología de Paisaje y
Patrimonio del Uruguay (LAPPU–Facultad de Humanidades y Ciencias de la
Educación) dentro del Proyecto de Cooperación Desarrollo de una Unidad de
Análisis Territorial y Sistema de Información Geografía Aplicados a la Gestión
Integral del Patrimonio Cultural en Uruguay (AECID PCI-Iberoamérica) y es
desarrollado a través de convenio con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
En la primera fase del trabajo se han localizado y catalogado 54 sitios y 75 estructuras
prehistóricas e históricas, ubicadas en distintas unidades del paisaje.
“Como punto de partida,
consideramos que no existen espacios en estado de pureza, intocados por el
hombre. La propia concepción de naturaleza es una construcción social variable
según el contexto cultural en el cuál se funda y en base a esto, reflejará las
representaciones sociales y simbólicas acerca que de la misma tiene una
comunidad.
El propio concepto de biodiversidad se construye bajo la idea de
naturaleza como un espacio distinto y distante del ser humano, al que éste
tiene acceso para preservar, dañar, manipular u ordenar. No obstante,
consideramos que la propia biodiversidad integra tanto lo cultural como lo
biológico”, afirma la arqueóloga Eugenia Villarmarzo.
Camposanto colonial sobre un cerro de Laureles. (Alda Rodríguez) |
En el trabajo que el LAPPU
realiza en Laureles-Cañas, se plantea la relevancia y los aportes que se pueden
hacer desde la arqueología al fortalecimiento del SNAP y a la definición de los
criterios para la selección, valorización y zonificación de su patrimonio cultural.
“Comprendemos la práctica arqueológica como una unidad, cadena valorativa, que
permite asegurar que los bienes y valores patrimoniales en la sociedad actual,
además, de estar científicamente contextualizados y valorados, sean objetos y
sujetos de la apropiación y re-elaboración”, dice su colega Irina Capdepont. Es
un modelo que se constituye como una secuencia de procedimientos que integran
diferentes fases interrelacionadas como son: identificación (prospección,
inventario y catalogación) de las entidades culturales, caracterización
(producción de conocimiento prehistórico-histórico, etnográfico, social),
valoración (científica, patrimonial, social), divulgación (producción de
narrativas que otorguen sentido a su existencia) y socialización (puesta en
valor, aplicación del conocimiento producido). El modelo integra una dimensión
pública y participativa, con saberes científicos, legales y populares.
Reserva arqueológica en Laureles. (SNAP) |
Mirador La Yibuza, Cuchilla Las Cañas. |
Lic. Mario Batallés (oceanógrafo, jefe de gestión de la División Biodiversidad y Áreas Protegidas de la DINAMA), José Pedro Díaz (asesor en Comunicaciones de DINAMA), Ing. Agr. Alda Rodríguez (jefa del Proyecto Quebradas del Norte del SNAP), Marcio Rodríguez, Ing. Agr. Roberto Bettini (promotores locales de Laureles-Cañas y el Valle del Lunarejo), Prof. Luis Nereiter (docente y guía especializado en las Quebradas del Norte), Darío Fros (productor rural y guía de ecoturismo), Esc. Ana Dalmaud Bernardi.
Nací en Cuchilla de Cañas y allí crecí hasta los 10 años. La escuela más cercana era la Nº77 de Estación Laureles a la que asistí con mis 3 hermanos, desplazándonos diariamente 7 Km a caballo... A pesar de haber disfrutado la naturaleza de la zona, en esa época, no tenía idea de la magnificencia de su belleza. Solamente años después, cuando pude regresar a la zona aprecié sus valores naturales y la importancia de su preservación. Me alegro que este proyecto esté en marcha!
ResponderEliminarAna
Que hermoso es encontrar esto! Yo viví en Cuchilla de Laureles, fuí a la escuela Nº 42 hasta los 7 años! A la cual me iba a caballo. Increíblemente recuerdo cada detalle de mi infancia ahí... para mí, la mejor etapa de mi vida! Disfrute mi niñez recorriendo esos campos!
ResponderEliminarObviamente conozco Laureles y Cañas, cada uno de sus caminos... Algún día volveré a recorrer esos caminos y sin dudas será una experiencia maravillosa.
Yo vivi hasta los 12 años en costa de cañas y fui a la escuela 42 de cuchilla de laureles ..no regrese mas pero me gustaria llevar a mi hija para que vea que diferente fue su infancia de la mia...nunca olvido mis raices mi nombre es olga suarez
ResponderEliminarMi mama maria luisa fue cocinera de la escuela 42..ahi tambien viviamos de lunes a viernes ..pronto regresare...
ResponderEliminarHermosos paisajes de nuestro Uruguay , conozco la zona trabajé en Escuela 17 en mi primer año de Maestra , tengo muy lindos recuerdos . Fue en el año 1983 , en esa época habían muchos niños éramos 3 docentes .
ResponderEliminarQue sueño tan hermoso,los sonidos del silencio,el trinar de las aves y ser parte de esta naturaleza,con sus afluentes serpenteando,entre elechos y quebradas.
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