Alejandro, el niño que cumple 43 años. |
En
1948 el gallego Antonio Fernández y su hijo Héctor Homero abrían
en Montevideo un molinillo de café y una molienda de cocoa, típico
producto rioplatense que se elaboraba con la torta del cacao
adicionada con azúcar. El cacao era el jugo de los dioses aztecas,
que los sacerdotes molían de rodillas, batían con las manos juntas
y bebían mirando al cielo, según reza en los antiguos templos
mesoamericanos. No menos interesante es el muy probable origen del
uso local del término cocoa, que algunos autores sitúan a
principios del siglo XIX, en la Invasiones Inglesas. Una
interpretación criolla de la voz británica que refiere a la oscura
bebida que tanto gustaba a los rubios intrusos. El cacao y la cocoa,
muy populares desde entonces, están presentes en dos marcas que la multinacional suiza Nestlé adquirió a Fernández: Copacabana y Vascolet. Cómo fue creado Alejandro Vascolet, símbolo eternamente niño de los polvos achocolatados uruguayos.
Sobre la base del libro Buen alimento. Buena vida. 30 años de Nestlé en Uruguay (Naón & Olveira, 2008) y del artículo publicado en Colección Los Ojos de la Memoria (Asociación INCUNA, Industria, Cultura, Naturaleza, Gijón, España, 2009).
Sobre la base del libro Buen alimento. Buena vida. 30 años de Nestlé en Uruguay (Naón & Olveira, 2008) y del artículo publicado en Colección Los Ojos de la Memoria (Asociación INCUNA, Industria, Cultura, Naturaleza, Gijón, España, 2009).
–“Don
Héctor Homero Fernández Ramírez, repatriado, pobre, de toda
pobreza”. Así consta en documento de 1940, que el visionario
emprendedor solía mostrar con orgullo, aún en tiempos de mayor
gloria industrial y personal. Es la prueba tangible de una vida
apasionante, vivida en dos naciones: la España inmemorial de sus
ancestros y su Uruguay, joven ejemplo de estado de bienestar.
Primera lata de Vascolet. |
–Antonio regresó con su familia a España, en julio de 1931, llamado por la triunfante Segunda República. En la calle Fortuny del
barrio madrileño de La Castellana abrió una tasca de vinos, frente
a la redacción del diario anarquista Castilla Libre. Más que
por interés comercial, estaba allí porque era amigo de los
periodistas que iban a tomar una copa al bodegón.
Cuando Alejandro jugaba como Pelé, 1981. |
–"Me fui de Uruguay con once años y volví con casi veinte, ¡cuánto debo agradecerle a esta tierra maravillosa!", reconoció el patriarcal empresario, hasta su último día.
La Mezquita, primer antecedente de Vascolet, 1948. |
Copacabana, una prima no tan lejana. |
–La
visión y el empuje del joven permitió la compra de un inmueble
en Pedernal y Juan
Paullier, en el barrio La Figurita, donde tostaban café, molían
cacao y envasaban té, La Mezquita, para consumo gastronómico, de
cafés y bares. En 1950, cuando sus hermanos se sumaron al negocio,
la empresa registró la marca Copacabana.
Por entonces era una fábrica moderna, que no explotaba toda su
capacidad, y que necesitaba un éxito comercial. A principios de 1955
el ingeniero químico Eric J. Berlung, inmigrante sueco, ya anciano,
aceptó el desafío de aquél “gallego”, verborrágico y
apasionado: crear un polvo achocolatado para consumo infantil. Su
fórmula: cacao, azúcar y vainilla, como todos, más leche en polvo,
dextrinas de cereal que aportaban proteínas y vitaminas B1, B2, B3 y
B4.
Primer aviso televisvo, 1974. |
–El
lanzamiento de Vascolet es considerado todavía hoy, más de medio siglo
después, un ejemplo de innovación comercial. Como no existían los
departamentos de mercadeo, ni siquiera en el concepto, las empresas
confiaban en el olfato de sus líderes y en agencias de publicidad,
como Antuña Yarza, que atendía la cuenta de La Mezquita. Aquellos
pioneros disponían de pocos datos empíricos y creían que para
disminuir el margen de error, solo alcanzaba con entrevistar a gente
vinculada con el producto. Aún sin datos certeros los líderes
sabían si un producto funcionaría con mucha intuición y gran
capacidad de trabajo.
De la lata a la bolsa, 1975. |
–Vascolet se impuso rápidamente a Toddy, de la multinacional
Fleischmann, al histórico Lactolate, de Kasdorf, y mantuvo una
recordada competencia con la célebre marca Águila de la firma Saint
Hermanos. Un éxito notable, diseñado con intuitivo sentido de la
estrategia, como paso previo al gran objetivo de Héctor Homero
Fernández: elaborar el primer café instantáneo uruguayo, y como
mayor ambición, crear el primer café instantáneo glaseado del
mundo: Bracafé.
–“Vascolet era un producto sin mucha tecnología, que hacíamos con molino y pailas, pero a los niños les gustó el sabor, porque era más suave y más dulce y porque, como no se solubilizaba al instante, podían capturar los grumos con la cuchara.”
Floreal Fernández, 2009
–“Vascolet era un producto sin mucha tecnología, que hacíamos con molino y pailas, pero a los niños les gustó el sabor, porque era más suave y más dulce y porque, como no se solubilizaba al instante, podían capturar los grumos con la cuchara.”
Floreal Fernández, 2009
–En
Ímpetu Publicidad, de los pioneros Luis Caponi y Raúl
Barbero, fue creado el todavía vigente personaje Alejandro Vascolet, que
se presentó en ocasión de la Copa Mundial de Fútbol Alemania 1974.
Hasta aquel año la marca lider en polvos achocolatados de Uruguay y producto estratégico de Héctor Homero Fernández, con sentido de la oportunidad estaba asociada con la imagen de un inolvidable personaje de la televisión, Pilán, con sus cejas
oscuras, su camisa a rayas, su sombrero y sus guantes blancos. Su
mítico “Pórtate bien”, dicho con calidez por el actor
Eduardo Freda, era el mensaje de las tardes de Canal 4. Al
principio Pilán tomaba leche en un vaso transparente, “hasta
el fondo blanco” fue un emblema del alimento achocolatado, con sus
bigotes oscuros pintados.
Primer aviso en televisión color, 1981. |
Alejandro blanco y negro, |
–"Para nosotros los suizos, que algo sabemos de chocolates, todavía es incomprensible el éxito de Vascolet. Nos sacamos las dudas con una muestra de opinión pública que nunca habíamos realizado antes, en ningún otro país. El resultado fue sorprendente: los niños y jóvenes uruguayos valoran los grumos que luego consumen con una cuchara y disfrutan los famosos bigotes que se forman en sus labios por la baja solubilidad."
Philippe Mondada, gerente general del Nestlé Uruguay, entre 2007 y 2010.
–"Más allá del personaje, el mayor hito fue su jingle, que se ha transmitido de generación en generación", asegura María José Caponi, nieta del pionero, directora de cuentas de Publicis–Ímpetu, que no duda en cantarla: “Alejandro camina por la pared, toda la fuerza viene de Vascolet.”
Alejandro color. |
–La
relación de Ímpetu con Vascolet se fortaleció tras la
llegada de la multinacional suiza Nestlé, actual propietaria de la marca. “Homero Fernández fue un gran empresario, pero
para la agencia fue clave haberse adaptado a las exigencias de una
multinacional, con la que trabajamos en equipo. Homero y Luis Caponi
fueron tan amigos porque se parecían mucho. Forman
parte de la historia, como innovadores, pero de otro tiempo”, evoca el publicista, hijo y padre de publicistas.
–"Alejandro camina por la pared", versión original en blanco y negro del aviso televisivo emitido entre las décadas de 1970 y 1990: https://www.youtube.com/watch?v=14WdkgfyeiQ
Minientrevista
Alejandro por Jorge Caponi
-¿Alejandro Vascolet fue el trabajo de tu vida?
-Es una marca demasiado fuerte en mi trabajo y mis afectos. Cuando entré en la agencia era un momento de transición de Vascolet: de un polvo achocolatado más a una marca. Estuve en la creación de la campaña, desde un principio, cuando se presentó el proyecto: yo era el ejecutivo junior de la cuenta. Viví el desarrollo de la pieza, desde adentro. Hice toda la caminata por la pared de Alejandro, desde el primer paso. Desde hace un tiempo otras generaciones manejan la cuenta, pero cuando piensan en una extensión de línea es seguro que me consultan. Cuando hay un producto tan exitoso siempre está el riesgo de que un exceso de cambios pueda desposicionarlo. Alejandro sigue haciendo historia, pero hubo otro aviso que a mí me pegó muy fuerte: Constanza, la nenita de Canal 12. Fue un hallazgo de Sergio Patalagoity, una intuición maravillosa que supo colocar al canal en el corazón del público. Nosotros dejamos la cuenta, ellos cambiaron, pero tengo la certeza de que jamás hicieron otro aviso así. ¡Y fue hace treinta años!
-Pero nada como Alejandro, quizá, el personaje más perdurable de la publicidad televisiva uruguaya...
-Lo presentamos en 1974, en ocasión del Mundial de Fútbol de Alemania. La agencia se encargó de su desarrollo, de su comunicación, de su evolución, y con el paso de los años estilizó su figura y le incorporó color. Con Alejandro, que se hace en dos piezas, ingresamos en el concepto de energía. Una era más real, en forma de clip, pero que ya era muy rupturista, con niños jugando en una historia tangible. La otra era más intangible: el sueño del niño que camina por la pared. No había video, se hacía en dieciséis milímetros. Yo operé el proyector, con un sinfín preparado. Cuando largué las dos películas, Homero Fernández y su hijo quedaron mudos. Luego hicimos cortos temáticos: el fútbol con Pelé, básquetbol, ciclismo.
-“A mis hijos y mis nietos siempre les canté y les canto el jingle de Alejandro Vascolet. Es uno de los avisos más fascinantes de la historia de la publicidad uruguaya, con un valor intemporal."
Raúl Castro, publicista, poeta, cantante popular, fundador de la murga Falta y Resto
-¿Quién decidió el nombre?
-Fue el músico Eduardo Shejtman, creador del jingle. La agencia tenía un cliente, Alejandro Halegua, dueño de Halson, la textil que fabricaba los vaqueros Lee. Había una muy buena relación, porque le hacíamos campañas que ganaban premios y vendían. Cuando surgió el personaje de Vascolet, en el Departamento de Arte de la agencia, Eduardo dijo: ¡Alejandro, que camina por la pared! Shejtman empezó con los jingles y la productora argentina Ceretti transformó el dibujo en película. Halegua se sorprendió cuando vio el corto. Vascolet sigue existiendo porque es una marca de acero, pero también porque Nestlé la protege con una sombrilla. Sus grumos forman parte de la cultura nacional. Al principio Nestlé lo puso a competir con Nesquik, que es un producto muy moderno, de fácil disolución, pero los niños uruguayos prefieren los bigotes de chocolate. Es un caso único en el mundo. Lo insólito, lo admirable, es que un mercado tan chiquito defendió los valores de una marca nacional y un desarrollo tecnológico nacional.
-¿Ímpetu creció con Bracafé y Vascolet?
-Crecimos con ambas marcas y con su creador: Homero Fernández, un cliente inolvidable y el empresario más innovador que conocí en mi vida. Homero y Luis (Caponi, su padre) fueron tan amigos porque se parecían mucho. Forman parte de una historia de otro tiempo. Pero también es verdad que la empresa se desarrolló con Nestlé y que mi formación profesional mucho tuvo que ver con esa multinacional suiza. Dos gerentes de la compañía, Luis Escandel y Rafael Odón, me ofrecieron un aprendizaje en la Argentina. Me fui a Buenos Aires, en 1981, para hacer mi primer entrenamiento en investigación de mercado. Recuerdo que llegué al área de merchandising de traje y corbata y estaban todos de vaqueros. Como excepción esa primera vez me mandaron a una bombonería de Callao, pero me pidieron que al otro día fuera vestido para trabajar. Recorrí toda la periferia bonaerense, iba a supermercados de la provincia. Fui de entrenamiento, pero era un funcionario con todas las obligaciones. Luego estuve en ventas, pasé por Rosario y Córdoba y finalmente al Departamento de Marketing. En ese año comprendí cuál es el secreto de su éxito planetario.
–"Alejandro camina por la pared", versión original en blanco y negro del aviso televisivo emitido entre las décadas de 1970 y 1990: https://www.youtube.com/watch?v=14WdkgfyeiQ
Jorge Caponi, 2010. |
Alejandro por Jorge Caponi
-¿Alejandro Vascolet fue el trabajo de tu vida?
-Es una marca demasiado fuerte en mi trabajo y mis afectos. Cuando entré en la agencia era un momento de transición de Vascolet: de un polvo achocolatado más a una marca. Estuve en la creación de la campaña, desde un principio, cuando se presentó el proyecto: yo era el ejecutivo junior de la cuenta. Viví el desarrollo de la pieza, desde adentro. Hice toda la caminata por la pared de Alejandro, desde el primer paso. Desde hace un tiempo otras generaciones manejan la cuenta, pero cuando piensan en una extensión de línea es seguro que me consultan. Cuando hay un producto tan exitoso siempre está el riesgo de que un exceso de cambios pueda desposicionarlo. Alejandro sigue haciendo historia, pero hubo otro aviso que a mí me pegó muy fuerte: Constanza, la nenita de Canal 12. Fue un hallazgo de Sergio Patalagoity, una intuición maravillosa que supo colocar al canal en el corazón del público. Nosotros dejamos la cuenta, ellos cambiaron, pero tengo la certeza de que jamás hicieron otro aviso así. ¡Y fue hace treinta años!
Raúl Barbero y Luis Caponi, fundadores de Ímpetu. |
-Pero nada como Alejandro, quizá, el personaje más perdurable de la publicidad televisiva uruguaya...
-Lo presentamos en 1974, en ocasión del Mundial de Fútbol de Alemania. La agencia se encargó de su desarrollo, de su comunicación, de su evolución, y con el paso de los años estilizó su figura y le incorporó color. Con Alejandro, que se hace en dos piezas, ingresamos en el concepto de energía. Una era más real, en forma de clip, pero que ya era muy rupturista, con niños jugando en una historia tangible. La otra era más intangible: el sueño del niño que camina por la pared. No había video, se hacía en dieciséis milímetros. Yo operé el proyector, con un sinfín preparado. Cuando largué las dos películas, Homero Fernández y su hijo quedaron mudos. Luego hicimos cortos temáticos: el fútbol con Pelé, básquetbol, ciclismo.
-“A mis hijos y mis nietos siempre les canté y les canto el jingle de Alejandro Vascolet. Es uno de los avisos más fascinantes de la historia de la publicidad uruguaya, con un valor intemporal."
Raúl Castro, publicista, poeta, cantante popular, fundador de la murga Falta y Resto
Héctor Homero Fernández, c. 1970. |
-Fue el músico Eduardo Shejtman, creador del jingle. La agencia tenía un cliente, Alejandro Halegua, dueño de Halson, la textil que fabricaba los vaqueros Lee. Había una muy buena relación, porque le hacíamos campañas que ganaban premios y vendían. Cuando surgió el personaje de Vascolet, en el Departamento de Arte de la agencia, Eduardo dijo: ¡Alejandro, que camina por la pared! Shejtman empezó con los jingles y la productora argentina Ceretti transformó el dibujo en película. Halegua se sorprendió cuando vio el corto. Vascolet sigue existiendo porque es una marca de acero, pero también porque Nestlé la protege con una sombrilla. Sus grumos forman parte de la cultura nacional. Al principio Nestlé lo puso a competir con Nesquik, que es un producto muy moderno, de fácil disolución, pero los niños uruguayos prefieren los bigotes de chocolate. Es un caso único en el mundo. Lo insólito, lo admirable, es que un mercado tan chiquito defendió los valores de una marca nacional y un desarrollo tecnológico nacional.
Floreal y Hugo Fernández con sus hijos, 2009. |
-¿Ímpetu creció con Bracafé y Vascolet?
-Crecimos con ambas marcas y con su creador: Homero Fernández, un cliente inolvidable y el empresario más innovador que conocí en mi vida. Homero y Luis (Caponi, su padre) fueron tan amigos porque se parecían mucho. Forman parte de una historia de otro tiempo. Pero también es verdad que la empresa se desarrolló con Nestlé y que mi formación profesional mucho tuvo que ver con esa multinacional suiza. Dos gerentes de la compañía, Luis Escandel y Rafael Odón, me ofrecieron un aprendizaje en la Argentina. Me fui a Buenos Aires, en 1981, para hacer mi primer entrenamiento en investigación de mercado. Recuerdo que llegué al área de merchandising de traje y corbata y estaban todos de vaqueros. Como excepción esa primera vez me mandaron a una bombonería de Callao, pero me pidieron que al otro día fuera vestido para trabajar. Recorrí toda la periferia bonaerense, iba a supermercados de la provincia. Fui de entrenamiento, pero era un funcionario con todas las obligaciones. Luego estuve en ventas, pasé por Rosario y Córdoba y finalmente al Departamento de Marketing. En ese año comprendí cuál es el secreto de su éxito planetario.
Hola, soy la única q se acuerda del vascolet q venía en un envase tipo tetrabrik con forma de pirámide y se tomaba con pajita de color violeta!!!!????? X favor alguien me puede decir si es un sueño mío? Fue antes del año 1973, quizá 69 o 70.
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ResponderEliminarHola me gusta el colet
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