De la histórica Quinta de Manga del inglés John Jackson Ball y la Escuela Agrícola de los padres salesianos a Zonamerica, templo global del siglo XXI
Está ubicada en la ruta 102, muy cerca del cruce con la 8, límite entre los departamentos de Montevideo y Canelones. Es un predio de elevado valor patrimonial, con más de tres siglos de historias que comparten la Banda Oriental hispana, la Provincia Oriental artiguista y la República Oriental del Uruguay independiente. Desde las "mangas" de piedra utilizadas para cuidar el ganado en tiempos de la colonia al centro global de negocios más moderno de la región.
Capilla San José del Manga, un tesoro patrimonial de Jacksonville. |
Fue escenario de episodios que vinculan a la Banda Oriental
hispana, la Provincia Oriental artiguista y la República Oriental del Uruguay
independiente. En 1769 arribó su primer propietario, el gallego Luis Fernández,
fiel ciudadano del Virreinato del Río de la Plata. Luego la administró su hijo
y homónimo criollo, rebelde soldado de José Artigas, y años después fue
adquirida por el terrateniente inglés John Jackson Ball y su delicada esposa
Clara Errazquin.
Casa de Formación del Manga y Escuela Agrícola Jackson de los Padres Salesianos, c. 1920. |
Jacksonville
En
1769 era el extenso predio de chacras del gallego Luis Fernández, favorecido
con las tierras fértiles cruzadas por el estratégico Camino Real que llegaba
hasta Maldonado. Una propiedad de más de 500 hectáreas limitadas al este por el
Camino Melchor de Viana, que heredó su hijo y homónimo, un notorio soldado de
José Artigas, que tras la derrota del héroe nacional uruguayo lo perdió todo. En los albores del Estado Oriental del Uruguay
independiente, era conocida como la “Quinta de Manga”, adquirida en 1839 por el
inglés John Jackson Ball.
Un emprendimiento memorable en los antiguos terrenos de Jackson fue la Bodega
Hermanos Faraut. Sus fundadores, los esposos franceses Andres Faraut y Cándida
Martini emigraron a Uruguay en 1890. Aquí comenzaron sus trabajos de vitivinicultura
en la zona de Maroñas, con vides y olivos. A finales del siglo XIX viajaron a Francia
y de regreso trajeron conocimientos y material vitivinícola. En 1904 compraron
tres fracciones de campo en Manga para instalar sus viñedos y construir su
bodega. Un año más tarde fue celebrada la primera vendimia oficial. En 1914, el
pionero Andrés Faraut dejó la dirección de la empresa, que pasó a sus hijos, y
recorrió el interior del país en búsqueda de más tierras. Unos años más tarde
se asoció con sus colegas de Tachella Hnos, vecinos de la zona con quienes
avanzó en la producción y comercialización de vinos de alta gama.
La Escuela Agrícola Jackson comenzó a
funcionar en 1915, con apenas doce alumnos, dirigida por el sacerdote Pablo Peruzzo,
inspector salesiano para Uruguay y Paraguay. Durante casi ocho décadas, hasta
su cierre en 1997 egresaron decenas de
generaciones de peritos agrónomos. Entre 1905 y 1974 también fue sede de la
Casa de Formación de los Salesianos y del Colegio Jackson del Manga.
Hacia 1934 existían un viñedo
de 50 hectáreas y un olivar que ocupaba diez hectáreas. Se cultivaban productos
de huerta en 14 hectáreas, la agricultura forrajera ocupaba otras 20; igual
extensión se dedicaba a la agricultura intensiva y 28 hectáreas a lechería y
pastoreo.
En 1965, en las 12 hectáreas
que comprendía la Escuela Agrícola Jackson, se extendían los cultivos que los
alumnos trabajaban en aprendizaje práctico. Los trabajos de experimentación,
que también reportaban estabilidad económica, se realizaban en distintas
divisiones por las que los alumnos cumplían un ciclo quincenal de aprendizaje:
tambo, lechería, cerdos, criaderos de aves, huerta, frutales, viña, chacra,
bodega, olivares, industrialización de frutales y legumbres, elaboración de
aceite.
Dentro de esos trabajos estaba incluida la elaboración de quesos, manteca y dulce de leche; trabajaban con aves ponedoras, pollitos bebé y pollos de engorde; la fruta permitía elaborar dulces, mermeladas y fruta en almíbar; se industrializaban productos de huerta, tomate, conserva, salsa y dulce. También se elaboraban vinos y aceites de oliva de calidad.
Dentro de esos trabajos estaba incluida la elaboración de quesos, manteca y dulce de leche; trabajaban con aves ponedoras, pollitos bebé y pollos de engorde; la fruta permitía elaborar dulces, mermeladas y fruta en almíbar; se industrializaban productos de huerta, tomate, conserva, salsa y dulce. También se elaboraban vinos y aceites de oliva de calidad.
—La parroquia salesiana de Manga estaba limitada por el Bañado Carrasco, el arroyo Chacarita, el camino que pasaba por el fondo de los campos de Pérez Butler y de la Quinta de Batlle, desde allí continuaba una línea imaginaria por el Camino Repetto, la Cuchilla Grande (actual avenida José Belloni) y Avenida de las Instrucciones, hasta el arroyo Toledo.
Capilla San José del Manga
Es un
patrimonio arquitectónico de Jacksonville, construido con unos planos que desde fines del siglo XIX guardaban los padre salesianos. Al principio fue una pequeña ermita, intervenida en los albores de la década de 1910 sobre la base de un proyecto original del arquitecto y sacerdote argentino Ernesto Vespignani, creador también de la Iglesia del Cerrito de la
Victoria en Montevideo, de San Carlos de Buenos Aires, de las catedrales de
Salto y la Paz en Bolivia. Inugurada en 1912, pasaron cuatro décadas hasta que el joven pintor italiano Lino
Dinetto transformó la antigua capilla salesiana en un admirable espacio del arte sacro uruguayo. Una referencia destacada merecen los vitrales colocados a principios de la década de 1950, que le otorgan al acervo religioso un ambiente de reflexión por efecto de la luz coloreada que se filtra con geométrica devoción a través de las paredes principales.
El artista que vivó en Uruguay hasta 1960, ejecutó doce narraciones católicas interpretadas con una moderna sensibilidad mística: San Pedro, San Pablo, La Anunciación, Las Bienaventuranzas, La Navidad, Cristo y la adúltera, Jesús calma la tormenta, La resurrección de Lázaro, La Crucifixión, Pentecostés, La Resurrección, y el rosetón circular de La Sagrada Familia.
—Lino Dinetto también fue autor del Via Crucis del templo de San José del Manga, una serie de quince imágenes que evocan las etapas vividas por Jesús que el Nuevo Testamento resgistra desde su detención por soldados romanos hasta su crucifixión y sepultura.
Rosetón circular de La Sagrada Familia, ubicado en el frente de la capilla. |
—Lino Dinetto también fue autor del Via Crucis del templo de San José del Manga, una serie de quince imágenes que evocan las etapas vividas por Jesús que el Nuevo Testamento resgistra desde su detención por soldados romanos hasta su crucifixión y sepultura.
Nacido
en 1764, en Leek, condado inglés de Staffordshire, muy joven emigró a
Uruguay donde se transformó en un poderoso terrateniente que con sentido de la
oportunidad adquirió las tierras próximas al arroyo Manga. Se casó con Clara Errazquin Larrañaga, con quien fundó una influyente
familia del patriciado uruguayo de los siglos XIX y XX. Fallecido en 1854, fue
enterrado en la Quinta de Manga que la viuda legó a
sus hijos Juan Dámaso, Clara Jackson de Heber y Sofía Jackson de Buxareo.
En 1890, sus descendientes donaron el solar a la congregación de
San José Citeaux, religiosos franceses que en 1897 lo transfirieron a los
Padres Salesianos, encargados de cumplir la principal condición del testamento:
que allí se creara una escuela agropecuaria.
—Fue inaugurada en 1997 en 50 hectáreas de la antigua Escuela Agrícola Jackson adquiridas por Orlando Dovat a los padres salesianos.
“Teníamos que buscar alrededor del Aeropuerto de Carrasco,
pero todas eran chacritas. Así terminamos visitando a los salesianos. Fue un
sábado, dando vueltas con un amigo que me animaba a preguntarle a los curas si
nos vendían un pedazo. Estaba muy abandonado. Nos dijeron que el lunes fuéramos
al Colegio Maturana, donde estaban con
quienes debíamos hablar. Nosotros necesitábamos 50 hectáreas y ellos tenían como
600. La escuela agraria funcionaba muy poco. Hubo algunos intentos de unos
salesianos argentinos que quisieron hacer un centro hípico, pero había sido
descartado por razones de inseguridad.
Era una zona difícil, donde se robaban todo. Ponían ganado y se lo faenaban
clandestinamente.
Así quedo abandonado, porque los curas no tenían dinero para
poner seguridad. El acuerdo fue en varias etapas, porque después terminamos
comprando más hectáreas. Me gustan las cosas
pensadas muy a largo plazo. En aquel momento las 50 hectáreas parecían
muchas; hoy Zonamérica posee 100 hectáreas. Finalmente, adquirimos el prendió
que necesitábamos en 200.000 dólares.”
Pasaje de Inspiradores latinoamericanos. De emprendedores a líderes empresariales, Alexis Jano Ros, Documentum Editores, Agosto 2014.Plaza de Jacksonville. |
—En 2002 Jacksonville adquirió los viñedos y la bodega Faraut con el objetivo de desarrollar proyecto de rescate de su antigua tradición vitivinicola. Fueron recuperados varios de los viñedos abandonados y fue fundado el Viñedo y Bodega La Agrícola Jackson. Un emprendimiento con perfil de bodega boutique dedicado a la elaboración de vinos de alta calidad en su terroir original.
“Así, sin tilde”, aclara
Dovat, por enésima vez. “Nos fue cansando
la correlación que había entre la zona franca y los delitos, el contrabando,
los titulares en los diarios. Siempre hablando mal de las zonas francas, a
veces de Rivera, a veces de otros lados. Cuando la gente cuando entraba y salía
le decía “la zona” y no quería perder esa característica. Pero, además, Montevideo
era una palabra dificilísima para el exterior, es difícil, parecía una radio o
una empresa de televisión. Es difícil
pronunciar el nombre en inglés, entonces tenía que ser alguna palabra como
“América”, más internacional nada.”
Zonamerica es un nombre
original, cuya historia merece ser contada. “Nos
apropiamos de la palabra ‘América’,
porque la empresa es internacional, no sólo uruguaya aunque sea hacia fuera. Se
cometió un error, quizá, no ponerle el tilde, que igual se le colocan y también
lo escriben separado “’Zona América’
cuando la concepción del nombre fue un nombre solo. Quizá el nombre falló, pero
no se quería poner Zona América separado, ya hay cosas parecidas. Zonamerica es
fácil en Estados Unidos porque es un nombre que el estadounidense no
se equivoca, ¡esa fue la razón de su éxito!”
Pasaje de Inspiradores latinoamericanos. De emprendedores a líderes empresariales, Alexis Jano Ros, Documentum Editores, Agosto 2014.
Así fue reconocido Dovat por el diario británico Financial Times cuando presentó su perfil empresarial entre otros destacados emprendedores seleccionados en Uruguay por E&Y. “Uno hace su trabajo
pensando en la excelencia, sin esperar ningún premio, sino por una satisfacción
personal. Hago las cosas bien, porque estoy convencido. Zonamerica crea un
microclima entre los inquilinos y los empleados con el objetivo de lograr la
mayor productividad, calidad de vida y ser altamente competitivos. Eso es bueno
para todos. Soy un hacedor permanente y mientras unos teorizan con lo que van a
hacer nosotros somos prácticos y concretamos proyectos.”
Equinoterapia
En el Centro Ecuestre Jacksonville se realizan actividades saludables, recreativas y deportivas, un espacio ubicado sobre el Anillo Perimetral, en el que fue el antiguo tambo de la Escuela Agrícola Jackson. En el mismo espacio donde se encontraban las porquerizas se ofrecen tratamientos de equinoterapia, una escuela de equitación, de polo, salto, enduro, cabalgatas y preparación para competencias de rienda.
Celebra
Es el principal edificio de Zonamerica, inaugurado en 2012 sobre un proyecto de los arquitectos uruguayos Carlos Ott y Carlos Ponce de León. Ubicada en un punto estratégico del parque, la torre de siete pisos abarca 7.000 metros cuadrados donde trabajan 1.200 personas.
Celebra fue distinguido en 2010 como el Mejor Edificio de Oficinas del Mundo, en la categoría Commercial del International Property Awards reunido en Londres. También fue premiado como el Mejor Edificio de Oficinas en Uruguay y América. En 2015 fue certificado por el
U.S. Green Building Council, la LEED Gold, que registra construcciones
ambientalmente sustentables.
Una de sus innovaciones es el jardín vertical con más de 6.000 ejemplares combinados por el artista y biólogo español Ignacio Solano. "Su ecosistema vertical sigue una línea de compromiso sustentable con el medio ambiente, no se limita a los aspectos decorativos sino que fue pensada para servir como verdadero biofiltro del edificio. Las plantas son un arte de por sí”, afirma Orlando Dovat. El espacio tiene una extensión de 250 metros cuadrados, con vegetales que cubren la pared de 4,5 metros de altura y 52 metros de largo. "El
sistema de hidroponía acelera el metabolismo de las plantas en un 35%,
lo que implica que solo requieren un 10% del agua que se utilizaría en
un jardín común. El ecosistema atrapa
unos 130 kilos anuales de polvo que hay en el ambiente, y genera la
cantidad de oxígeno que por año necesitan 250 personas para respirar", concluye el presidente de Zonamerica.
Equinoterapia
En el Centro Ecuestre Jacksonville se realizan actividades saludables, recreativas y deportivas, un espacio ubicado sobre el Anillo Perimetral, en el que fue el antiguo tambo de la Escuela Agrícola Jackson. En el mismo espacio donde se encontraban las porquerizas se ofrecen tratamientos de equinoterapia, una escuela de equitación, de polo, salto, enduro, cabalgatas y preparación para competencias de rienda.
Edificio Celebra, Zonamerica, 2012. |
Jardín vertical de Celebra. |